"Argentino fue algo inolvidable"

Hablar de José Luis Gil en Argentino es decir el ídolo del básquetbol moderno, con el que la entidad tuvo el pedestal para armar el equipo en derredor de él y lograr llegar a primera división por primera vez en el año 2003. “Josi”, para los amigos, no se guardó nada.

“Comencé a jugar al basquet a los cinco años en Estudiantes de Bahía Blanca. Mi papá jugó ahí y nosotros vivíamos a la vuelta del club. Me inicié en la escuelita, y luego hice todas las categorías menores en el club.

En la primera local ya jugábamos desde cadetes, pero debuté en la Liga Nacional en 1988 contra Gimnasia y Esgrima de Pergamino.

Estuve en la Liga Nacional hasta 1995, siempre en Estudiantes de Bahía Blanca.

Después jugué un año en Peñarol Mar del Plata, otro en Estudiantes de Olavarría , uno en Regatas de San Nicolás y en 1999 llegué a Argentino”.

La llegada al Turco

“Ese año hubo un intento de los jugadores de pedir a la Asociación de Clubes algunas reformas, no me acuerdo bien qué se había hablado, no se arregló y cuando se resolvió era tarde. Había decidido quedarme en Bahía Blanca y apareció lo de Argentino.

“Me quedé mucho tiempo en Junín, primero porque siempre estuvimos con mi familia muy cómodos, el proyecto deportivo siempre fue con intenciones de ascender y me permitieron poder terminar mi carrera de abogacía en Mar del Plata.

“Fueron muchas cosas que se fueron dando, pero éstas pienso que me hicieron decidir estar todos esos años en Argentino.

“Por supuesto que el trato de la gente y la pasión con que viven el básquet en el club, es otro punto importante cuando uno toma una decisión de seguir por tanto tiempo en una entidad”.

La carrera de Abogacía

“Me acostumbré a respetar los horarios y hacerme una rutina de acuerdo a los entrenamientos. Estudiaba antes de entrenar a la mañana y un rato antes de entrenar de tarde.

A veces se complicaba, sobre todo en la Liga “A”, fundamentalmente por los viajes los fines de semana”.

El ascenso a la “A”

“Recuerdo que se armó un equipo, que de la mano de Adrián sabía a qué jugaba y las posibilidades que tenía cada jugador.

Esa temporada se jugó sin extranjeros y eso también fue una ventaja que supimos aprovechar”.

La gloria en Paraná

“Teníamos la tranquilidad de estar arriba en la tira, pero era importante poder definir la serie en Paraná.

Me acuerdo que fue un gran partido de todo el equipo, sobre todo de Alfredo Vacarezza, porque yo sólo jugué algunos minutos al final porque me había lesionado el partido anterior”.

El recibimiento en Junín

“Eso fue impresionante. Uno mira los videos y se te pone la piel de gallina. Tardamos tres horas en entrar a Junín. Fue el primer ascenso de un equipo de Junín a la Liga A, es un recuerdo que nadie de los que estuvo allí lo va a olvidar”.

El descenso

“Ya estando en Bahía recuerdo que Argentino había armado un equipo con muchos nombres y se esperaba otra cosa.

Lamentablemente, pasó lo que pasó, y a la distancia uno sentía una amargura enorme, haciendo llamados a la gente de acá para saber los resultados porque el sentimiento que me quedó es como si uno seguiría jugando en el club. Eso es una de las cosas que te deja la gente de Argentino, cuando te vas seguís sintiendo las mismas ganas y el deseo que al club le vaya bien y cuando no es así, yo sigo sufriendo como cuando defendía esos colores”.

Retiro sin ascenso

“Hubiese sido increíble volver a ascender mi último año en el club, pero tuvimos un torneo muy complicado y al final casi damos la sorpresa”.

Permanencia en la “A”

“No sé si siempre podrá estar en la “A”, pero la historia de los Clubes siempre hay que tenerla en cuenta. Es realmente importante que los dirigentes tengan en cuenta y sigan manejando al club sin comprometerlo económicamente, como lo vienen haciendo, no prometiendo cosas que después se arrepientan o pongan al club en compromisos que no pueda asumir. Ojalá se consiga el apoyo para todo esto, pero también es muy importante el semillero y el trabajo con las formativas, cosa que sin dudas no se debe descuidar”.

Nueve años en Junín

“Como señalé más arriba fue algo inolvidable estar 9 años en la ciudad. Tanto mi familia como yo estamos eternamente agradecidos, tanto a los amigos que dejamos allá en este tiempo, como a los dirigentes y toda la gente del club”.

La hinchada

“Un párrafo aparte para toda la gente del club, hinchada y simpatizantes, que sin lugar a dudas y desde el primer viaje a San Andrés en el primer TNA 1999, nos demostraron y nos dieron la posibilidad de ser locales en todas las canchas adonde íbamos a jugar.

Un abrazo y muchas gracias a toda la gente del club”.

Fuente: Diario Democracia