El Turco juninense confirmó su fama de dar pelea con presupuestos escasos. De estar en el fondo del mar pasó a clasificar a los playoffs y, si bien perdió ante Bahía Basket una serie en la que iba ganando 2-1 y jugaba de local, el balance final es más que positivo.
Autor:Leonardo Chianese (@leodeflores)
La previa
Salvo una excepción en la que rompió el mercado y terminó descendiendo, las previas de temporada para Argentino de Junín suelen ser bastante similares. Los refuerzos no son los apellidos más rutilantes que puede ofrecer el mercado de pases y el técnico de turno sabe que se tiene que arreglar con poco, al menos desde lo presupuestario, para salir a competir en la Liga Nacional.
A eso hay que agregarle la identidad del equipo juninense, esa que habla de dejar todo en cada pelota, de defender a full, de una parcialidad seguidora y de una localía fuerte. Con Ariel Rearte como técnico y Franco Balbi como figura de un plantel acotado pero aguerrido, el Turco salía a la pelea en la Liga Nacional de Básquet 2015/2016 en una Conferencia Sur que pintaba dura.
La primera fase
Dos victorias de local en el comienzo del torneo ilusionaron a la gente de Junín, pero las malas no tardarían en llegar. Argentino ganó apenas dos de los catorce partidos siguientes y, tras una derrota ante Boca en la Bombonerita en horario matutino, el ciclo de Ariel Rearte llegó a su final con escasas cuatro alegrías en 16 partidos. La dirigencia no titubeó y llevó a Richotti.
Y no podría haber sido mejor el final de la primera fase para Argentino ya que con entrenador interino derrotó a Peñarol en Junín y luego, en el debut de Marcelo Richotti, goleó a Boca en el Fortín de las Morochas. El 6-12 no era algo espectacular, pero al menos sacó al Azul juninense de la zona roja y renovó ilusiones de cara a la segunda fase de la Liga Nacional 2015/2016.
La segunda fase
Después de perder en Obras, sendas victorias en Ferro y ante Atenas en casa hicieron que el registro juninense trepe a 8-13. Sin embargo, Argentino clausuró el 2015 perdiendo de visitante ante Quimsa, Olímpico y Libertad, por lo que se fue de vacaciones con un escaso 8-16 que lo complicaba ante los buenos presentes de Lanús y Quilmes de Mar del Plata. La lucha seguiría en el 2016.
En enero el Turco ganó todo de local y perdió todo afuera (11-19), pero el campanazo llegaría en la gira a Corrientes y Formosa, donde ganó los tres partidos y trepó a 14-19. Sin embargo, cuando parecía que el cielo se empezaba a despejar llegaron cuatro derrotas seguidas, dos de local, que hicieron que el registro caiga a 14-23, justo cuando Lanús y Quilmes crecían en el Sur.
Una buena racha de tres victorias al hilo (17-23) se vio opacada por cuatro derrotas en fila (17-27) que trajeron la obligación de mejorar. Richotti puso las barbas en remojo, los jugadores empezaron a darse cuenta de lo que había en juego y así llegaron las impresionantes nueve victorias en los últimos doce partidos. Argentino no solamente era de Liga, sino que encima iba a playoffs.
Los playoffs
Casi como una continuidad de la serie regular, Argentino le robó la localía a Bahía Basket, se quedó con dos de los tres primeros partidos de la serie y parecía que tenía todo dado para clasificarse y medirse con un irregular Peñarol. Sin embargo, la bomba de Redivo sobre el final del cuarto punto y la enjundia bahiense del quinto duelo, dejaron a Argentino con las manos vacías.
Aspectos positivos
Logró el objetivo deportivo. Se sabe que Argentino de Junín está lejos de los grandes presupuestos y de las aspiraciones de campeonato, más allá de las últimas temporadas que había tenido con Capelli. Pese a perder un playoff que ganaba 2-1, se salvó del descenso luego de haber estado buena parte de la temporada en los últimos puestos. Eso no es poco y redobla las ilusiones a futuro.
La identificación de la gente para con el club. Nadie es quien para medir lo que siente cada hincha por sus colores, pero entre Argentino de Junín y sus fanáticos hay un "no sé que" que lo hace diferente. Andando bien o mal su gente siempre está presente, no solamente en Junín sino también lejos del Fortín de las Morochas demostrando que los grandes presupuestos no compran pasión.
Las reformas en el Fortín de las Morochas. Antes de empezar el torneos se realizaron trabajos en la mesa de control, en los bancos, se acondicionó y se laqueó el piso flotante. Además, hubo reformas en el gimnasio alterno. Bien por la dirigencia del Turco, no pensando solamente en lo que pasa con el plantel, sino también en el afuera, algo que siempre es muy importante en la Liga.
Aspectos negativos
El streaming. Sin lugar a dudas de los más flojos de la competencia. Algo en lo que la ADC viene trabajando fuerte para posicionar al campeonato no solamente entre sus fanáticos sino para que llegue a otro público, no es el fuerte del Turco. Imágenes sin nitidez y un relato localista son un combo duro de digerir para el espectador neutral y, especialmente, para el hincha del visitante.
Le faltó la puntada final. Es cierto que el objetivo primario ya estaba logrado y que los playoffs eran una yapa después de los 56 partidos, pero Argentino le ganaba 2-1 a Bahía Basket y no lo supo liquidar ni de local ni de visitante. Y no son pocos los que dicen que le podría haber hecho mucha fuerza a Peñarol. Pero el objetivo primario ya estaba cumplido de antemano para el Turco.
El trabajo en prensa. Dentro de una competencia cada vez más globalizada, con acceso a otro público y en la que se está trabajando (mal o bien, pero se está trabajando) para mejorar su imagen, Argentino fue a contramano. Fue una misión casi imposible ver notas a jugadores o cuerpo técnico del Turco bien redactadas y con fotos propias. No es algo sobre lo que no se pueda trabajar, pero hay que hacerlo.