Lo mejor para el final

El juego arrancó con un 0-6 visitante (4 de Juan Pablo Vaulet) y Peñarol de esa manera, tomó la primera ventaja “considerable” del juego. A Argentino le tomó casi dos minutos y medio conseguir los primeros puntos del encuentro, alternando en la previa a esa apertura del marcador a su favor, errores y falta de efectividad para poder sumar.

Aún así, el dueño de casa logró recuperarse en los números y con dos libres convertidos por Cangelosi, rompió la sequía inicial. Pero, El Turco careció de efectividad en el primer cuarto (3/15 en tiros de campo), esto fue aprovechado por los de Mar del Plata, que sin brillar, volvió a tomar una brecha importante en el marcador, de la mano de Vaulet, Lucas Arn y Brown (4 puntos cada uno en esos primeros diez minutos.

Los dirigidos por Leonardo Gutiérrez ganaron el primer segmento 12-20, con buena puntería en los lanzamientos de dos puntos (6/11-54 por ciento). Pero además, aprovechando las serias falencias del anfitrión para cerrar los caminos que conducían a su cesto.

En el segundo cuarto, la historia tuvo una leve mejoría para para el local. No sólo porque logró ganar el parcial, sino que además, mejoró levemente alguno de sus números y llevó a su rival a caer en los errores y pérdidas de balón. Peñarol, que no había sufrido pérdidas en ataque en el primer cuarto, en el segundo sufrió cinco y ese fue un punto que el Milrayitas no supo solucionar en ese tramo del juego, gran virtud de Argentino. Peñarol seguía dependiendo del cordobés Vaulet (anotó 5 en el segundo cuarto), en ese momento secundado por Gianella, sumado a la continuidad en la efectividad de dos puntos.

Por su parte, los dirigidos por Maffei volvieron a encontrar en Wiggns a su carta anotadora (14 puntos en el primer tiempo), lo que le permitió ganar el segundo cuarto. Argentino seguía con poco efectividad desde zonas lejanas a nivel equipo (2/11 de tres puntos en la primera mitad), a pesar de eso, se fue al descanso largo abajo 34-39, pero dando muestras de reacción con un parcial de 22-19 en el cuarto previo a la ida a vestuarios.

Esa reacción en el acto anterior no fue una ilusión. Argentino definitivamente se había metido en el partido y lo hizo notar en el tercero, pese a recibir cuatro puntos en el inicio del segundo tiempo, estableció un parcial de 9-0 que lo acercó en los números y que le dio la igualdad en el marcador 43-43 a falta de 6min32seg para el final del segmento.

Ese tercer cuarto fue el que envalentonó al dueño de casa, que de a poco encontraba variantes en su juego de ataque y lograba además, efectividad defensiva, lo que llevaba a los de Mar del Plata a no sentirse tan cómodos como en el primer cuarto. Argentino ganó el anteúltimo segmento, apoyado en el tridente Wiggns, Leron y Cangelosi, que anotó los 23 puntos de ese período y le dio la igualdad al cabo de los primeros treinta minutos, ingresando a los últimos diez con un partido “nuevo” y un equipo visitante que ya no encontraba sus momentos en el partido.

La historia ya era otra y los dos equipos lo sabían. El local entendía que el último cuarto debía ser el momento para definitivamente torcer la balanza a su favor y Peñarol que necesitaba recuperar terreno en Junín, si no quería que el partido se le escapara de manera definitiva.

Esas situaciones bien marcadas para ambos los llevó a jugar un último cuarto de alto nivel emotivo, tal vez más estudiado para aprovechar los errores rivales que apoyado en las ideas propias. Otra vez la visita comenzó con Vaulet y dos puntos la escalada del segmento definitivo. La respuesta fue rápida por parte de Leron y nuevamente el juego empardado (ahora en 59).

Juan Pablo Vaulet seguía siendo lo más inspirado en el bando de Gutiérrez (JP terminó el juego con 17 unidades), pero en la vereda del frente, el que mantenía todo parejo era Wiggns, que con 22 unidades terminó siendo el goleador del encuentro.

Peñarol mantuvo la efectividad de dos puntos (21/34-61 por ciento total), siendo fundamental el aporte en la pintura (38 puntos a lo largo del juego contra 28 del rival). Sin embargo, Argentino había encontrado en su banca de sustitutos soluciones fuertes (27-12) y eso le dio resultados en cierre muy apretado.

El encuentro mantuvo el trámite parejo y eso se manifestó en el final del juego. Los dos conjuntos se turnaban para imponer su “dominio” en el juego, Argentino nunca había estado al frente en el marcador, hasta que faltaron 28 segundos. Fue en ese instante en que Guido Mariani, con el tanteador 74-75, anotó un triple en suspensión, lo que le permitió liderar por primera vez los números 77-75. Desde ese momento, toda la presión fue para la visita.

Leonardo Gutiérrez pidió tiempo muerto, sus fichas ingresaron al rectángulo con la misión clara de anotar. García defendió bien a Gianella y el base de Peñarol nunca pudo ser el definidor de la acción. Todo terminó siendo una jugada desprolija que tuvo su punto más crítico para la visita cuando la bola se fue de la cancha, desatando la locura del mundo “turco”, que se quedó con una victoria numérica y anímica en casa por 77-75.

Juan Pablo Casas
Pick&Roll