“Honestamente, no pensábamos nunca que íbamos a saturar el Orfeo. Acertamos con bajar las entradas. Nosotros planeábamos albergar entre cinco a 6.000 personas y con eso salvábamos los gastos, porque no es barato jugar en el Orfeo, pero no quedan entradas, habrá 10.000 personas en la cancha, un sueño”, relató Felipe Lábaque sobre el acierto del cambio de escenario. Las entradas para la gran final de la Liga Nacional, que comienza hoy, están agotadas.
“La idea de jugar en el Orfeo no es nueva, intentamos otros años, pero lo hicimos esta vez porque tras varios años ‘flacos’, despertamos a la gente y a los sponsors y ya en los cuartos con Regatas saturamos el Polideportivo Cerutti”, añadió el presidente de Atenas.
Por su parte, el titular de la Asociación de Clubes (AdC), Eduardo Bazzi, sostuvo que “toda la importancia que tienen Córdoba y Atenas en la Liga Nacional se ve engalanada con la obtención del estadio Orfeo como escenario para disputar esta final. Vamos a tener dos ciudades como Córdoba y Mar del Plata, con los dos mejores estadios que tiene el país, en un evento que va a tener todos los condimentos, justo en los 25 años de la Liga”.
También el entrenador de Atenas, Rubén Magnano, se refirió a la utilización del gran estadio como escenario de la final. “La valentía de la directiva de poner al equipo en el Orfeo te saca algo, pero te da mucho. Estamos muy contentos de jugar ahí, con ese marco”. “La posibilidad fehaciente de que 6.000 personas más puedan acompañar al equipo es bárbaro. Cuando surgió la chance, pedí cuatro o cinco entrenamientos y vamos a llegar con siete, lo que brinda más tranquilidad. Y nos sentimos como en casa”, agregó el DT.
Para Leo Gutiérrez, el jugador más representativo de la Liga Nacional, “saber que vamos a jugar ante tanta gente nos motiva mucho más”.