Juan Pablo Cantero fue intervenido ayer por una doble fractura de tabique nasal. “Lo mejor fue operarme. Ahora tengo un yeso, pero no me impedirá entrenar”, contó el base.
Juan Pablo Cantero se operó ayer la nariz por la fractura en el tabique sufrido en el partido inaugural de la Liga Nacional, el pasado miércoles ante Quimsa de Santiago del Estero. El base de Atenas se golpeó en una jugada casual ante Jonathan Treise, salió momentáneamente y regresó al rectángulo del Orfeo (jugó 16 minutos). Tampoco tuvo dificultades de jugar el viernes ante Libertad de Sunchales (24 minutos).
Aprovechando los tres días de descanso que el técnico Rubén Magnano le dio al plantel, Cantero se fue a su ciudad natal, Paraná, y fue intervenido por su tío cirujano, en apenas 30 minutos. “Tenía fracturado en dos lugares la nariz, así que lo mejor fue operarme. Me lo hizo el hermano de mi vieja, hoy (por ayer). Ahora tengo un yeso, pero no me impedirá entrenar con normalidad y menos jugar”, contó Cantero a LA MAÑANA, ya de regreso a Córdoba. El domingo me había realizado una placa (radiográfica) y decidimos que lo mejor era operarme”, agregó el mejor base de la temporada de la Liga Nacional.
El jugador, tras el golpe con Treise, se acomodó la nariz solo. “La tenía como una ‘c’. Ahora puedo respirar bárbaro”, comentó también Cantero.
El entrerriano contó también como se produjo el golpe con el base de Quimsa, Treise, en la apertura de la Liga. “Le quise robar una pelota, me quedó atrás el cuerpo y por eso vino el golpe casual con Treise. Me lo acomodé, dolía, pero no me impidió jugar”, cerró Cantero, quien promedió 10 puntos en sus dos primeros cotejos oficiales con la camisera de Atenas, número 99.