“Que Dios nos ayude”

“No hay ningún cambio. El equipo se queda como está. Había que tomar una determinación, y es ésta. Yo confío en mis jugadores, así que vamos a morir con lo que tenemos. Si nos va bien y la suerte nos acompaña, mejor; y sino que no se preocupen. Está decidido. Me hago responsable porque no quiero manosear a nadie. Confío en ellos. Que Dios nos ayude”, duro y frontal como siempre fue el presidente de Atenas, Felipe Lábaque, al comunicarle al resto del plantel la decisión a la que se había llegado tras una veloz reunión que mantuvo con el entrenador Oscar Sánchez tan sólo minutos antes de iniciarse el entrenamiento de ayer por la tarde.

Pero este fue el final. Para rearmar la escena que desencadenó en este final habría que remontarse a las últimas horas del lunes y las primeras de ayer, ocasión en la que se efectuaron los estudios en la rodilla derecha de Cristian Romero para conocer la gravedad de la lesión. En primer término había un clima pesimista, aunque con el paso de las horas llegó un manto de tranquilidad para unos (dirigentes) y no tanto para otros (cuerpo técnico).

En la siesta de ayer se conoció que la lesión del “Kily” demandará aproximadamente 22 días y no 60 como se creía, por lo cual Lábaque decidió no buscarle reemplazante, ya que en el transcurso de 10 y 20 días tanto Diego Lo Grippo como Romero se estarán reincorporando al plantel para ponerse a las órdenes del DT. Esta decisión no le cayó en gracia a Sánchez, quien se mostró molesto tras conocer el pensamiento y la idea del “Felo”.

La intención del “Huevo” era sumar un ala pivote, nacional o extranjeros, para hacerle frente a los próximos compromisos, ya que en el horizonte cercano aparecen dos huesos duro de roer, como los son Boca y Peñarol, el viernes y domingo respectivamente. Al caerse las posibilidades de Roberto Gabini (no tenía cláusula de salida de su equipo) y de Diego Guaita (su agente no lo quiso ceder por 15 días y era muy elevado el monto salarial pedido), el bahiense hasta habría conseguido un extranjero en condiciones de sumarse a las huestes verdes, aunque la intención fue trunca. Ahora habrá que ingeniárselas para contrarrestar el oficio y experiencia de Gabriel Mikulas, en el xeneize y de Leo Gutiérrez en el “Milrrayita”

Mientras tanto, a la hora de hacer saber cómo le había caído esto al entrenador, a quien se lo notó disconforme por sus gestos de de- sagrado mientras mantenía el diálogo con el presidente, el mandamás verde sentenció: “Definitivamente no fue del agrado de él, pero lo entendió. Humanamente no creo que sea lógico apartar del plantel a un jugador y sentarlo en la platea (por Andre Laws)... a dónde se ha visto. Pero bueno, no hay nada más por decir. No viene nadie y morimos con la nuestra”.

El clima en el polideportivo Carlos Cerutti terminó siendo tenso. Sánchez primero habló con Lo Grippo por el término de cinco minutos. Luego, el DT siguió sentado, pero de cerca los movimientos de sus jugadores junto a Alejandro Lotterio. Más tarde se hizo cargo de las acciones y debió poner manos a la obra. Ahora el “Huevo” tiene un gran desafío.

Por Javier Ciani - Diario La Mañana