Diego participará en su 17° semifinal de Liga Nacional. Es el hombre récord del básquetbol argentino, pero no se conforma. A los 40 años, dice que se animaría a jugar un año más.
Por 17ª vez en su carrera, estará en una semifinal de Liga Nacional, un récord que desde la 2001/02 sólo ostentaba Marcelo Milanesio. Diego Osella, el “cuarentón” de nuestro básquetbol, sigue haciendo trizas las marcas tope de la competencia. Ya superó largamente el millar de partidos y parece que sus registros seguirán incrementándose.
“Osella sabe que tiene contrato hasta cuando él disponga”, asegura Felipe Lábaque, presidente de Atenas, que tuvo a “la Torre de Oncativo” en seis de sus nueve títulos.
“Ahora tengo que alimentar una boca más, por ahí me hace falta seguir jugando”, bromea en referencia a la llegada de su cuarto hijo (su mujer, Marisol, tiene 12 semanas de embarazo) y enseguida agrega, más serio: “Me pone contento que sigan confiando en mí”.
–El año pasado, llegar a los mil partidos fue una motivación. ¿Te animás un año más? –No lo descarto, pero tengo que ver qué pasa. Estoy igual que el año pasado a esta misma altura, pensando qué quiero hacer. Físicamente me siento muy bien y ese aspecto no es el que más me preocupe para poder decidirme. La cosa pasa por aguantar el sacrificio de una Liga tan larga como la nuestra. Hay cosas que a esta edad te pesan más que cuando sos chico.
–En esta serie jugaste poco, especialmente en Corrientes. ¿Cómo lo tomaste? –Hay momentos en que uno se siente mal por no jugar, pero te duele más si no ganás. No puedo decir nada, porque después de ver cómo se ganó el domingo y lo que jugó el equipo, es una alegría bárbara más allá de los minutos que me toquen. En una instancia como esta, uno no va tirar por la borda todo por el egoísmo de querer jugar más minutos. Aparte Djibril (Kanté) está jugando muy bien y en el quinto estuvo bárbaro. No hay forma de decir nada.
–Pero el “fuego sagrado” está... –Claro. Si no tuviera esas ganas de estar en cancha, si me diera lo mismo ganar o perder, no estaría en un equipo.
Por otra final Diego ya tomó parte de 10 finales de Liga (nueve con Atenas y una con Estudiantes de Olavarría), un récord que sólo supera Marcelo (12). Ahora, ante Sionista (desde el viernes en el Cerutti), buscará su 11ª serie final.
–Otra vez les toca Sionista en la semifinal. ¿Cómo lo ves? –Vamos por el mismo camino del año pasado. Sionista es un equipo importante, pero ahora con más experiencia, porque antes de la temporada pasada nunca se habían metido en la lucha. Será fundamental asegurar los partidos de local. Particularmente creo que va a ser más dura que la del año pasado.
–¿Qué fue lo mejor de la serie con Regatas? –Hicimos una defensa muy buena, pero estuvimos desbalanceados ofensivamente. Bajamos mucho nuestro promedio. Eso es lo que tenemos que recuperar y mejorar. Defensivamente sabemos lo que hacemos y ya desde el año pasado venimos con esa premisa. Tenemos que mejorar eso.