El experimentado y reconocido Mario Di Santo buscará potenciar las capacidades del plantel y elevará la vara en el cuerpo técnico. “Es un honor corresponder a ese bagaje histórico”, dijo el nuevo profesional de Atenas de Córdoba
Los resultados no llegan por arte de magia. Son la consecuencia de una planificación y trabajo. A eso le apunta Atenas con un proyecto ambicioso desde un punto de vista global. Para esta temporada el Verde sumó a su staff nada menos que al reconocido Mario Di Santo, quien será el coordinador general en el área física y primer eslabón en la preparación de los deportistas que representarán al Griego en la próxima temporada de Liga Nacional de básquetbol.
Di Santo es nada menos que el profesional más reconocido de habla hispana en Neurociencia y precursor de una puesta a punto física y coordinación diferente que con el paso del tiempo se va potenciando y sumando adeptos.
Su presencia, sin dudas, eleva el nivel del cuerpo técnico. Tiene una significación muy grande en el deporte cordobés y nacional, por lo que su inclusión se trata de un “fichaje” por demás importante en vista al gran desafío que el club tiene por delante.
“¡Es un honor tremendo! Se trata de una institución con una trayectoria enorme y mucha historia. Repito: ‘Es un honor corresponder a ese bagaje histórico”, explicó Di Santo sobre las sensaciones generadas al llegar a la institución.
“Una de las mayores motivaciones se generan al trabajar con gente con la que se ha formado. No es llegar y empezar a interactuar con desconocidos, sino con personas que lo hacés hace tiempo. Particularmente con Leandro, que trabajamos en fútbol y voleibol, lugares en los que me hizo quedar de parabienes; y claro, con Nicolás”, afirmó. Al tiempo que agregó: “El placer es poder integrar conocimientos, formar un equipo en el que se armen granolas de saberes ordenados en los que podamos estar al tanto de los detalles”.
- Todos apuntan a la profesionalización del cuerpo técnico con su presencia. ¿Lo siente así?
- Para mí es una responsabilidad de muy grande. Un compromiso. Creo que para cualquier ser humano el premio más grande es el reconocimiento. Sobre todo, los que apostamos tanto. Es la prolongación del placer que llamamos trabajo. Es un estímulo. Estoy muy contento, con ganas y fuerza.
- ¿Cuál será su función particular dentro del plantel?
- Colaborar en lo que es prevención y readaptación funcional, tratando en la medida de lo posible mantener a los jugadores más sanos y acelerar el proceso de recuperación de las lesiones; y complementariamente aportar estudios en relación de procesos cognitivos motores desarrollando con el cuerpo técnico estrategias para alcanzar esa potenciación.
Sin dejar pasar un detalle por alto, el licenciado se refirió a lo siguiente: “Trabajaremos complementariamente. En entrenamientos y partido recogeremos información de manera objetiva que trataremos de brindarle al técnico para articular actividades específicas”.
- Esta es una práctica que cada vez toma más adeptos. ¿En el básquetbol cuál sería la relación e importancia?
- El objetivo tiene que ver con acelerar los tiempos de movimiento y, por otro lado, en la medida de lo posible, trabajar sobre el componente que se llama taza de errores. Es hacer un estudio profundo en la toma de decisiones, ver si tiene correlación con el dominio del cuerpo, habilidades visuales y trabajar para reducir esa taza de error.
- ¿Hay ansiedad por comenzar?
- Mi ansiedad tiene mucho que ver con recoger información, procesarla, descubrir irregularidad y al corto plazo haber elaborado programas para contrarrestar puntos débiles. Quiero evaluar jugadores y encontrar soluciones. Tengo un gran deseo de estudiarlos”.