San Martín sacó adelante un duro compromiso ante Atenas 95 - 86. Un tercer cuarto demoledor del prócer de la mano de diferentes jugadores para tomar la ventaja. Ramírez Barrios fue el goleador.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
¡Qué difícil es ganarle a este San Martín en su juego! Cuando los correntinos pueden llevar a sus rivales a su ritmo, a ese juego inteligente, siempre es un rival muy incómodo. Ya es un sello que tiene desde la temporada pasada, con posesiones al límite, eligiendo bien los tiros y con un muy correcto manejo de balón.
Y si a esto le agregamos una alta efectividad, la historia se inclinará más hacia el costado Rojinegro. Y hoy no quedaron dudas de eso, con un Santo que la tenía muy difícil pero necesitó de tan sólo un tercer cuarto brillante para darlo vuelta y ganarle a Atenas por 95-86.
Llegó a perder por 12, pero en ese tercer episodio plasmó una carrera de 30 a 13 y cambió drásticamente el partido. Los de Vadell pudieron secar a su rival con una defensa ejemplar y una lluvia de puntos, en la que se destacaron por tener a 5 jugadores en doble dígito del goleo: Basabe (14, más 6 rebotes y 7 asistencias, siendo la figura del partido), Ramírez Barrios (17), Saiz (14), Gastón García (14) y Santi Ferreyra (12).
Todo fue a pedir de boca para un San Martín que despertó, que se acomodó en su juego, tuvo altos porcentajes (lanzó 16/29 en triples y un 56% de cancha) y que además contó con cierta cuota de fortuna, como por ejemplo en uno de los bombazos de Basabe que sirvió para sentenciar el triunfo. Juego fluido, buenas decisiones ofensivas y un equipo que cierra esta primera etapa con 3-2 de récord. Atenas finalizó también con el mismo registro y ambos ya piensan en la nueva fase, desde el 9.
Un tercer cuarto clave fue lo que desencadenó el resultado final del compromiso. Colectivamente los correntinos crecieron en defensa, encontraron las vías de gol, se adueñaron del período por 30-13 y luego soportaron los intentos de reacción del elenco cordobés, que si bien amagó en los minutos finales, no fue lo suficientemente punzante como para lograr el cometido.
La primera mitad de la mañana le perteneció a Atenas, que funcionó como un relojito con sus iniciales y también con cada relevo que decidió el entrenador Sebastián Saborido. La ofensiva fue fluida en base al tiro de tres puntos (44% - 10 conversiones para 30 de los 46 puntos del equipo en el primer tiempo -) y a la velocidad que le imprimió cada vez que pudo correr el rectángulo tras la defensa para tomar máxima de 14 (46-32).
¿Qué pasó con San Martín? Opuso resistencia con, el en ese momento, principal exponente: Fabián Ramírez Barrios (13 unidades - 3/4 en triples -), pero sólo con eso no le alcanzó para evitar el 46-37 con que se fue el Verde al descanso.
El segundo tiempo fue completamente diferente y sucedió lo mencionado en los terceros diez minutos. Colectivamente San Martín fue arrasador en los dos costados y no le permitió al Griego sacar la cabeza del agua. Crecieron los rendimientos de Gastón García, Emiliano Basabe y Javier Saiz para ganar 30-13 (con 6 triples en ese pasaje) y, por el semblante de lo que sucedía sobre la madera, todo indicaba que las persianas se bajaban antes de tiempo. Y así fue.
Los últimos diez fueron muy hablados por intereses diferenciados. Los de Vadell por la necesidad de volver a la victoria; los de Saborido por mantenerse en la senda de la victoria. Hasta que todo decantó tras los esfuerzos de ambos cuando Eduardo Gamboa entregó a los jueces la bola del juego a 7 segundos del final.
Fue tropiezo Griego por 95-86 y ahora todo continuará en Santiago del Estero, a partir del 9 de octubre cuando se dispute la Conferencia Norte 1 del Súper 20. San Martín, por otro lado, se va con una sonrisa, sabiendo que aun con irregularidades, cuando hace su juego, hay pocos que pueden ganarle.