Uno de los grandes hitos del 2024 fue la vuelta de Atenas a la Liga Nacional. Luego de su descenso, logró regresar a la máxima categoría en solo una temporada. Le costó acomodarse, estuvo al límite por momentos pero terminó haciendo valer su historia.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Uno de los grandes hitos del 2024 fue la vuelta de Atenas a la Liga Nacional. Luego de su descenso, logró regresar a la máxima categoría en solo una temporada. Le costó acomodarse, estuvo al límite por momentos pero terminó haciendo valer su historia. Cambió su entrenador, modificó el equipo, y apareció cuando más lo necesitaba. Lo contamos.
El descenso de Atenas caló hondo dentro de la historia de la Liga Nacional. El griego venía a los tumbos en las últimas temporadas, padeciendo sus problemas institucionales, dirigenciales, como equipo y teniendo pobres actuaciones deportivas. Todo eso desembocó en un descenso anunciado. Sin dudas que necesitaba un cambio de raíz para intentar volver lo antes posible, y lo logró.
El primer movimiento fue el entrenador. Gustavo Peirone, con un largo recorrido en la Liga Argentina y la propia Córdoba, llegó a Atenas para tomar las riendas. Volvió Nicolás Zurschmitten más las presencias de Lucas Arn, los perimetrales José Montero y Carlos Buemo más el mendocino Lucas Reyes y sobre todo la presencia de Juan Cruz Oberto como uno de los pilares.
La Conferencia Norte fue todo un desafío para Atenas. Perdió el invicto de local en la tercera jornada ante Deportivo Norte, aunque inicialmente ganó partidos de relieve ante Sportivo Suardi, GEPU y sobre todo San Isidro para ir picando en punta. Fue el segundo mejor elenco defensivo (67.5 ppp) pero con ciertos vaivenes de visitante (10 - 5). Si bien cierre con cuatro victorias seguidas, finalizó por debajo de San Isidro en la segunda colocación.
A esa altura, Atenas había metido cambios en su equipo. Máximo Araujo se había lesionado de gravedad, sumado a la baja inesperada del base Manuel Alonso por motivos personales y ya sin Roquez Johnson, quien no rindió al nivel esperado. Chris Ware (7.7 ppp, 4.6 rpp en 32 partidos) dio una mano, además de tenes a Stanic con mayor volumen de minutos.
La etapa de playoffs fueron más complejos de lo esperado para Atenas. Se enfrentó a Salta Basket, ganó con mucha dificultad 94 - 91 el primer partido y perdió la localía en el siguiente match. De hecho, el salteño celebró 92 - 90 de local quedando 2-1 y match point. Atenas sacó lo mejor de sí para recuperarse, celebró 86 - 74 y en el quinto de local ganó 84 - 76 con 13-26 en triples.
Ante Rivadavia tuvo un cierto respiro. Ganó 83 - 73 el primer partido, levantó su nivel ofensivo con Buemo (10.6 ppp, 39% en triples) y Montero (12.8 ppp, 5.0 rpp, 3.4 app) como grandes abanderados dentro de su rol en el equipo. Atenas sonrió 72 - 61 y finalmente 78 - 72 en un partido muy duro en Mendoza.
Chocó en semis ante Sportivo Suardi donde volvió a sufrir de la misma manera. Si bien en el primer encuentro ganó claramente 89 - 63, las cosas comenzaron a cambiar. El santafesino robó la ventaja de campo tras el 67 - 64 y Atenas volvió a quedar en la cornisa luego de ceder en el Juego 3 de visitante. Nuevamente sacó su mística adelante, celebró 75 - 71 y como local se impuso 70 - 62 para coronarse campeón del Norte.
¿La final? Ante el otro favorito: Racing de Chivilcoy. El griego comenzó ganando 80 - 72, volvió a perder en casa, aunque a diferencia de las instancias anteriores, ganó el Juego 3 y quedó 2-1 al frente. Racing pudo ante la presión, ganó 84 - 70 y todo se definió en Córdoba. Atenas, y ante su gente se impuso con contundencia 80 - 57 con Arn (17.9 ppp, 6.3 rpp) como súper figura más Oberto (12.2 ppp, 8.9 rpp) y celebrando su ansiado regreso a la Liga Nacional. Costó pero pudo.