Sufrió pero ganó

Sufrió pero ganó

Estudiantes tuvo un partido de trámite similar al que vivió el viernes ante Peñarol, pero en este casó se quedó con la victoria, por un cerrado 88 a 86, luego de que Obras no pueda concretar la última ofensiva del juego. Lázaro Borrell fue el goleador de la noche con 22 unidades.

El encuentro inició mejor para Obras, que aprovechó la tibieza que mostró en defensa el albo, y colocó el balón cerca del cilindro, donde Tyler Field, y sobre todo, Lázaro Borrell sacaron abundantes provechos.

Las mismas dudas que el dueño de casa tuvo en su cesto las trasladó al de enfrente. Se mostró demasiado quieto en el ataque fijo, y en muchos casos no tuvo paciencia para encontrar un buen lanzamiento. Ambos cristales se mostraron favorables al tachero, hasta que entrados en los últimos dos minutos despertó el bahiense.

Impulsado por Jamaal Levy, quien comenzó a tomar protagonismo en ambos costados de la cancha, el anfitrión descontó la brecha de 11, siendo más seguro en ataque y firme en defensa; y cerró el primer acto con solo cinco puntos de desventaja. Obras sintió esto, ya que no pudo hacer llegar el balón como antes al trapecio, y la solución que encontraron fue salir a buscarla.

Ya en el segundo cuarto la faz defensiva del local siguió en franca mejoría. Con esto, mejoró su semblante en ataque, el cual empezó a mostrar más variantes, en relación a las expuestas durante los primeros diez minutos.

Las acciones se terminaron de emparejar, y el partido rápidamente quedó igualado. Bernardo Murphy se encontró con dos problemas que terminaron de ver la luz: el balón no llegaba donde hizo daño (el poste bajo) y sus perimetrales no terminaban de afianzarse como para hacer un daño real.

Un buen cierre de Juan Manuel Torres, marcando presencia cerca de los cristales ayudó para que sea Estudiantes quien cierre arriba la primera mitad, por 43 a 40.

Luego del descanso largo el bahiense continúo con su pie firme. Llegó a alejarse por nueve, mostrando variados recursos en ataque, y manteniendo la defensa dura en el poste bajo, pero con una ayuda más marcada cada vez que el balón le llegó a Borrell.

Con la dupla que más réditos le dio cerca del canasto en cancha (Borrell - Field), el capitalino los pudo volver a encontrar, no tanto por sus méritos a la hora de desmarcarse, ya que ese no fue el problema de la primera mitad, sino porque los perimetrales encontraron las opciones de pase.

Así todo los puntos no llegaron tan fácil como en los primeros minutos, y promediando el cuarto el aurinegro se mostró desorientado. Por suerte para el cuadro de Av. Libertador, las cosas mejoraron en la recta final.

Su nacionalizado tuvo una buena racha, y luego de un par de buenas defensas lograron volverse a ubicar por delante del albo en el tanteador, entrando al segmento final con la mínima diferencia a su favor (68 a 67).

Una ráfaga del debutante Bryant, le dio, en ese arranque de cuarto periodo el liderazgo a Estudiantes, incluso alejándolo de manera interesante (77-71), pero la buena producción se vio superada, minuto mediante, por un 6-0 del tachero, que le dio la pelota en ataque a Bórrell y pudo con Calvi, ajustar la defensa al reemplazante de Wallace.

Cuando parecía que Obras se podría alejar, emergió la figura de Pablo Gil, para convertir seis puntos en fila y volver a poner arriba al albo. Ya en los últimos instantes, luego de ir doble a doble, José Muruaga fue a la línea, y convirtió uno de sus dos lanzamientos libres, dejando el resultado 88 a 86 a favor de su equipo.

Con 11.6 por jugarse, repuso de fondo el elenco de Capital Federal. El traslado estuvo a cargo de Titarelli, que no jugó cómodo por la presión de Paletta. Cruzó mitad de cancha y descargó con Borrell, que situado de frente al canasto y a siete metros de este, dudó y decidió devolverle el balón al base, con 5 segundos en el reloj, y estando este un metro por detrás de la posición en que se ubicaba el interno.

La americana le llegó sucia a Titarelli, que incómodo bosquejó un lanzamiento de tres puntos, que golpeó en el tablero, pero ni cerca estuvo de entrar. De esa forma el dueño de casa se quedó con una victoria por 88 a 86, tan sufrida como el cotejo del viernes, pero con final cambiado y feliz para ellos.

Síntesis
Estudiantes (88): Pedro Franco 11 (X), Pablo Gil 15, Mariano Franco 4, Jamaal Levy 15 y Andrew Bryant 12 (inicial); Javier Scheines 3, José Muruaga 11, Nicolás Paletta 5, Gerardo Barrera 0, Juan Manuel Torres 12 y Leandro Cecchi 0. DT: Guillermo López.

Obras (86): Fernando Titarelli 12, Gabriel Cocha 14, Christopher Jeffries 12, Lázaro Borrell 22 y Tyler Field 16 (inicial); Daniel Chaher 8, Fernando Calvi 2, Cristian Cortés 0 y Sergio Ravina 0. DT: Bernardo Murphy.

Parciales: 20 - 25 / 43 - 40 / 67 - 68.
Árbitros: Rougier - Aluz.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Crónica: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)


Johnson-Aubry, una dupla letal

Independiente necesitaba un triunfo para borrar la frustración de la derrota que sufrió el viernes ante Obras Sanitarias y Peñarol, un rival duro, fue el equipo indicado para demostrarse que cuando no pierde la línea de juego y mantiene la concentración, todo es más sencillo.

Con un juego colectivo sólido y una noche brillante de Jeffrion Aubry se impuso por 92 a 86. El americano, que jugó el mejor partido desde que llegó a Neuquén, cerró su planilla con 21 puntos, 13 rebotes, cuatro tapas y cuatro asistencias.

El partido arrancó muy parejo. Pero Independiente hizo bien las cosas en el tramo inicial y así empezó a sacar ventaja. La muy buena conducción de Leandro Lauro permitió que Jeffrion Aubry empezara a hacer sentir su peso bajo las tablas y facilitó las penetraciones de Martín Melo. Peñarol sólo oponía a Román González. En el primer cuarto el grandote convirtió 10 puntos con un cien por ciento de efectividad, aunque se cargó de faltas. El rojo mantuvo la diferencia y cerró el parcial con ventaja: 28-25.

En el segundo tramo del juego, el Rojo mantuvo la chispa y con mucho movimiento de balón metió un parcial de 14-3 en cinco minutos para seguir estirándose en las cifras (42-28).

Los marplatenses se quedaron sin gol: no tenían efectividad desde afuera del perímetro y sus internos se cargaron de faltas. El desconcierto de Peñarol fue bien aprovechado por el equipo de Santángelo que a 2m.35s. del final sacó una máxima de 16 puntos (46-30) y cerró el primer tiempo arriba por 13 (49-36). Byron Johnson y Martín Melo fueron los goleadores con 10 puntos.

El trámite del partido siguió igual en el tercer parcial. El Rojo siguió controlando las acciones y manejando una ventaja que iba de los 7 a los 10 puntos. Peñarol se acercó por un momento con la conducción de Rodríguez, los lanzamientos de Moodie y los puntos debajo del aro de Román González.

Pero Independiente se apoyó en sus americanos y cerro ganando por diez (70 a 60). En el último cuarto Peñarol ajustó la defensa y de la mano de Rodríguez logró ponerse a cuatro aprovechando algunos errores del local en los pases y el traslado de la bola.

Con el retorno de Lauro y un buen trabajo de Aubry, el local no pasó sobresaltos. En el epilogo fue importantísimo Byron Johnson que en los minutos finales le volcó dos veces la pelota en la cara a Román González y a un minuto del final, le puso una tapa. Buen triunfo del Rojo.

Síntesis
Independiente (92): Leandro Lauro 10, Juan Pablo Sánchez 6, Martín Melo 10, Byron Johnson 28, Jeffrion Aubry 21 (FI); Nicolás Romano 3, Leonardo La Bella 2, Esteban De La Fuente 3, Claudio Chiappero 0, Esteban López 9 y Juan Levrino 0. DT: Mauricio Santángelo.

Peñarol (86): Sebastián Rodríguez 18, Byron Wilson 0, Cedric Moodie 22 (x), Alejandro Diez 9, Román González 25 (FI); Juan Manuel Locatelli 4 (x), Jason Osborne 4, Jervaughn Scales 2, Lucas Picarelli 2 y Marcos Mata 0. DT: Sergio Hernández.

Parciales: 28-25, 49-36, 70-60
Árbitros: Roberto Settembrini y Fabricio Vito.
Estadio: Ruca Che - Neuquén.

Crónica Diario La Mañana