Bahía Basket demostró que con su receta puede competir de igual a igual contra presupuestos mayores. Sin embargo, en todos los campeonatos que jugó le falta un poquito más para poder consagrarse. Lo que sí ganó fue su torneo favorito, la Liga de Desarrollo.
Autor:Leonardo Chianese (@leodeflores)
La previa: Una apuesta segura
El proyecto de Bahía nunca va a pasar desapercibido. Se sabe que el trabajo que viene realizando Pepe Sánchez hace varias temporadas divide las opiniones entre los que lo defienden y los que lo atacan, pero lo cierto es que Bahía siempre suena. Claramente, la temporada 2016/2017 no iba a ser la excepción a la regla para el conjunto de la Capital del Básquet en ninguno de los muchos torneos que debía jugar.
Para los torneos que se venía, la receta era conocido. Extranjeros con paso por la ciudad (Johnson, Levy), un piberío cada vez más consolidado (Redivo, Vaulet, Corvalán, Whelan) y la experiencia en los hombros de Pancho Jasen. Todos bajo la batuta de un Sepo Ginóbili que sabía darle una cara a Bahía Basket desde hace varias temporadas. Era hora de salir a la cancha y demostrar que la 2015/2016 no fue casualidad.
El panorama no pintaba sencillo en la previa. Teniendo que jugar la Liga Nacional y además los dos torneos internacionales (Liga Sudamericana y Liga de las Américas, uno por mérito propio y otro por el problema en Brasil), más la posibilidad latente de entrar a un Súper 4, a los chicos del Sepo les esperaba un año tremendamente exigente. Para suerte de ellos, la primera fase la jugarían en la Conferencia Sur.
La primera fase: Luz amarilla en el semáforo
El comienzo fue sencillamente excepcional. Gozando de la ventaja de tener una base formada, ante rivales que aún buscaban su mejor cara, Bahía Basket ganó los siete primeros partidos de la temporada en la Liga Nacional. Las expectativas crecían, la posición en la tabla también, y la clasificación al Súper 4 ya pasaba a ser algo bastante más que palpable. Pero las primeras dificultades no tardarían en aparecer.
Se sabía que el calendario sería demasiado exigente, por eso era lógico que el ritmo caiga. La goleada sufrida en Junín a manos de Argentino fue la primera derrota de una serie de tres al hilo (7-3) y de cuatro en seis juegos (9-4). Dos triunfos en el Casanova renovaron el aire (11-4), pero dos caídas en casa (11-6) complicaron de manera impensada un pase al Súper 4 que parecía abrochado de antemano para Bahía.
La Liga Sudamericana obligó a diversas reprogramaciones y el duelo Gimnasia - Bahía se jugó luego del comienzo de la segunda fase. Ambos ya tenían otra tabla en mente, pero el ganador iría al Súper 4, cosas de nuestro básquet. Lo cierto es que se jugó a cara de perro, prácticamente sin defensas y a puro gol. Schattmann y Rivero lideraron la noche soñada del Verde, "terminando" la primera fase bahiense sin Súper 4.
La segunda fase: Exceso de partidos
Tras el 11-6 inicial, Bahía hizo la lógica en el comienzo de la segunda fase, ganó los dos en casa y perdió los tres en la gira por el Litoral. A eso le agregó la derrota ya mencionada en Comodoro Rivadavia, cerrando el 2016 con un 13-10 que ya empezaba a denotar cierto cansancio en las filas del Sepo. Además, luego del receso, se venía la Liga de las Américas y el cierre de la temporada de la Liga Nacional.
Enero fue soñado. Bahía ganó los cuatro en casa y dos afuera, perdiendo apenas en Boedo (19-11). Con mucho desgaste internacional, el equipo del Sepo en febrero solamente jugó cuatro partidos del torneo local, ganando dos de ellos y cerrando el mes 21-13. A esa altura la doble competencia ya pegaba duro, más sin Whelan, pero el equipo bahiense se las arreglaba para estar bien arriba en todos los torneos que jugaba.
Marzo fue difícil, con apenas dos victorias en escasos cinco juegos, quedando 23-16 y cada vez más lejos de San Lorenzo y Ferro. Abril fue difícil, demasiado cargado de encuentros para un equipo que a esa altura pagaba un alto precio a todos los torneos disputados, sin un plantel demasiado largo ni refuerzos puntuales para campeonatos internacionales. Cinco victorias en once partidos dejaron a Bahía en 28-22.
En mayo la suerte ya era difícil de modificar. Con los de arriba muy lejos, y los de abajo también, el equipo del Sepo Ginóbili jugó sus seis últimos partidos sabiendo que era casi imposible no salir tercero. Ganó tres, perdió otros tantos, y cerró la serie regular con un interesante 31-25, pero con la sensación que sin competencia internacional (o con un plantel más largo) podría haber dado mucho más en la LNB.
Los playoffs: Una derrota impensada
Durante toda la temporada, Quilmes había sido un duro rival para Bahía Basket, especialmente en Bahía Blanca. Sin embargo, la amplitud con la que los bahienses ganaron el primer partido hizo que casi nadie pensara que la serie sería cerrada. El 2-0 fue más complicado, pero sirvió para agrandar una distancia que a esa altura ya sonaba a indescontable. Igual, había que liquidar la serie en el Islas Malvinas.
Y allí, Bahía se nubló. Fue flojo en defensa en ambos encuentros, no supo encontrar la receta para frenar a Flor en el tercer juego y a Vildoza en el cuarto, y sufrió más de 90 puntos en los dos encuentros. Del otro lado, no atacó mal, pero eso no alcanzó. Además, sufrió baches enormes, como el del final del tercer juego, y el del tercer cuarto del choque dejó las cosas 2-2. Sin embargo, tenía la chance de cerrarlo en casa.
Y en ese quinto punto sufrió la que, quizás, fue la derrota más dolorosa de toda la temporada. Es cierto que perdió dos finales internacionales o que la caída en Comodoro Rivadavia lo dejó sin Súper 4, pero fueron partidos con otros atenuantes. Recibiendo a Quilmes, el equipo del Sepo no podía fallar. Y falló. De la mano de Vildoza y Flor, el Cervecero lo ganó con una facilidad que parecía impensada antes del juego.
La Liga Sudamericana: Finalista pese a todo
La dilatada participación de Bahía Basket en la 2016/2017 empezó con la Liga Sudamericana. Y la primera fase no sería tan difícil para los bahienses, ya que tras la derrota inaugural ante Hebraica y Macabi (Uruguay), se rehabilitaron ganándole sin problemas a San Simón (Bolivia) y el anfitrión Valdivia. Pese a jugar en Chile, el primer paso estaba dado, y los del Sepo estaban entre los ocho mejor del campeonato continental.
El segundo paso ya asomaba como mucho más complicado. En La Banda, lo esperaban Olímpico, Guaros de Lara y UniCEUB en un cuadrangular tremendo, al que se le agregó el conocido suceso con la comida de Bahía Basket. Los dirigidos por el Sepo mostraron un nivel altísimo, derrotaron casi sin problemas a dos tremendos colosos del continente y al fuerte Negro bandeño para meterse en la gran final de la Liga Sudamericana. Enorme.
Sin embargo, si hubo algo que le faltó a Bahía Basket fue liquidar de buena manera lo mucho que insinuó. Ganó, ganó, pero no campeonó. Y la Liga Sudamericana no fue la excepción. El fuerte Mogi das Cruzes lo derrotó 3-0 en tres partidos en los que Bahía siempre estuvo a tiro, pero en los que nunca pudo cerrarlo bien. Más allá de eso, gran participación continental para un equipo con muchísima juventud en sus filas.
La Liga de las Américas: Enorme torneo
El torneo más importante a nivel continental esperaba a Bahía a partir de febrero. En un duro cuadrnagular, el equipo del Sepo debía medirse en Ponce con el anfitrión Leones, Cocodrilos de Caracas y Academia de la Montaña (Colombia). Una vez más, Bahía Basket dejó con la boca abierta al continente, ganó los tres partidos y se quedó con el grupo de forma invicta. Un fin de semana para guardar en la memoria por largo tiempo.
Una vez más sería Ponce la sede de los sueños bahienses, en este caso en la segunda etapa del torneo. La cosa pintaba mucho más dura y se puso luego de perder ante Leones. Sin embargo, y casi sin tiempo para lamentos, el conjunto de Ginóbili aplastó a San Lorenzo, y superó a Hebraica y Macabi en un partido inolvidable. Nueva gesta de un equipo que no tenía techo y que se metía de esa forma sin escalas entre los semifinalistas.
El Final Four ofreció un cruce medianamente accesible ante Fuerza Regia en la semifinal, y Bahía lo sorteó de la mejor manera posible. Sin embargo, tras hacer un buen primer tiempo, el anfitrión Guaros de Lara apretó el acelerador en los veinte minutos finales y se quedó con el título más codiciado del básquet a nivel continental. Una vez más, Bahía Basket quedaba en las puertas de un logro importante para sus pibes.
La Liga de Desarrollo: Amo y señor
Si usted, amigo lector, vino siguiendo los balances de Pick and Roll sobre los 20 clubes de la Liga Nacional, sabrá muy bien que a ninguno se le dedicó una sección aparte en lo que se refiere a la Liga de Desarrollo. Pero en el caso de Bahía Basket es prácticamente ineludible tener que mencionar el poderío que tienen los bahienses en el torneo equivalente a la Reserva del fútbol. Y lo demostraron nuevamente en el 2017.
El paso bahiense por la primera fase fue aplastante. Con 18 victorias en sus 20 juegos reglamentarios, el equipo de Mauro Polla dejó muy en claro que iba por todo. Solamente San Lorenzo en Boedo, y Boca en Bahía Blanca derrotaron al bicampeón reinante. Semejante campaña le aseguró el 1 de la Sur de cara a los playoffs donde, justamente, Boca era el escollo que lo separaba del Final Four. Contundente 96-63 mediante, Bahía clasificó.
Ferro organizó el Final Four, pero la fiesta fue toda bahiense. Los pibes de Polla golearon al cuco La Unión y se metieron en la gran final, donde esperaba el anfitrión. En un duelo con muchas caras conocidas, Bahía ganó 64-61 a cara de perro y levantó el trofeo de la Liga de Desarrollo por tercera vez. De yapa, los bahienses ganaron el nuevo 3x3 superando a Quimsa en el partido definitorio. Enorme lo de los bahienses.
Balance final: Pecados de juventud
El primer punto positivo a tener en cuenta a la hora de hacer un balance sobre la temporada 2016/2017 de Bahía Basket es que está claramente comprobado de que los bahienses pueden competir y ganar partidos (muchos) con esta fórmula institucional. En todos los torneos que jugó, tuvo participaciones destacadas y eso no es fruto de la casualidad. Una buena para Pepe Sánchez, Sepo Ginóbili y el resto de la gente que compone Bahía Basket.
Una vez más, Bahía Basket arrasó en la Liga de Desarrollo. Además, a su tercer título en tres participaciones en la historia de la LDD, los bahienses también se quedaron con la primera edición del 3x3, una innovación reglamentaria que comenzó en el 2017. Más allá de si colocar o no a ciertos jugadores con más rodaje está bien o no, lo cierto es que los bahienses son la potencia indiscutible de este tipo de campeonatos.
Al igual que en temporadas anteriores, Bahía Basket se destacó por las cosas que no tienen que ver con el partido en sí. Quizás le faltó un poquito en sus partidos internacionales (San Lorenzo, por ejemplo, lo superó en Ponce en ese rubro), pero claramente la muy buena labor del equipo dentro de la cancha tuvo su continuidad afuera. Pepe siempre lo tuvo como una cosa a tener en cuenta, y lo demuestra en los hechos día a día.
Todos, Pepe, Sepo, jugadores y el resto de la organización, deben saber que al equipo le faltó algo en el momento más importante de cada campeonato. No es casualidad que se haya quedado en las puertas del Súper 4, que Quilmes le haya remontado un 0-2, y que haya perdido dos finales. Se sabe que busca competir con otra idea, pero no es agradable flaquar siempre en las instancias decisivas. Aspecto a tener muy en cuenta para el futuro.
Quizás no tenga que ver con la temporada que pasó, pero a esta altura del año es ineludible empezar a pensar en lo que vendrá. Bahía Basket perdió a Lucio Redivo, su as de espadas, en lo que será una baja determinante de cara a las futuras competencias. Habrá que ver que tienen planeado Pepe y el Sepo para suplir una baja que seguramente será muy sentida, no solo por Bahía Basket, sino también por toda la Liga Nacional.
Increible como los dirigentes de los clubes acaudalados sangran por la herida. Tristisimo, aunque ninguna novedad, que el periodismo se prenda a ser "la voz" de las organizaciones ($). Si ganó su torneo favorito la LDD, y llegó a dos finales continentales. Cuantos equipos argentinos o de latinoamérica pueden contar con esos logros.
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»Rolo03/07/2017 22:37
De pie, señores! Aplausos para este proyecto. El Alemania campeon del mundo en futbol tiene una escuela equivalente (salvando las distancias) a lo que es Bahía al básquet argentino. Demosle tiempo...
Y el resto de los clubes, copien algo bueno, una vez...
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»leo04/07/2017 02:33
Cuanta Pavada hay que leer ....
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»hay que ponerle ESP04/07/2017 10:36
rolo, te fuiste a la banquina
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»Rolo (Orishinal)04/07/2017 13:44
Aclaro que no somos el mismo Rolo, yo soy el picante jaja, coincido en que banco el proyecto de Bahía de todos modos.
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»Fernando04/07/2017 01:24
Impresionante lo de Bahía, hasta ahora no hay un solo club que se anime a hacer algo parecido, se ve que a los dirigentes argentinos la ansiedad les gana y solo piensan en fundirlos pagando sumas tremendas a jugadores con sobrepeso.
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»Kobe04/07/2017 11:23
Soy Quilmeño y lógicamente me gustó haber ganado la serie contra Bahía. Pero lo que juegan estos chicos es maravilloso.
Tienen talento, tienen físico, son jóvenes...
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»PARA FERNANDO!!!!04/07/2017 12:00
de que CLUBES HABLAS??, SI USTEDES SON UNA EMPRESA,con logros economicos particulares .pensa un poquito..pavotin
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»Fernando04/07/2017 23:13
Primero: te aclaro que no soy hincha de Bahía Basket. Segundo: en ningún momento dije que Bahía fuese un club, la referencia justamente es hacia el resto de los participantes de la Liga que sí son clubes (se nota que no logras comprender bien un texto). Tercero: tu insulto habla por vos y tu nivel intelectual.
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»MUMO02/08/2017 22:39
jamas desde q entro a esta pagina estuve tan de acuerdo con comentarios como este. Bien Fernando!!! comparto todo lo que decis de la organizacion. El punto negro son sus seguidores. Una pena tanto esfuerzo para que el bahiense le de la espalda. un parrafo aparte para pavotin que no da nombre debería recursar comprensión de texto.