Todavía pelea

Crucial para ambos, más para Quilmes que para Obras. Porque el cervecero tiene un solo tiro para gastar en las matemáticas que lo dejen todavía con chances de pelear en los play off por el campeonato. Obras aún mantiene una mínima ventaja y se aferra a ella.

En virtud del punto límite donde había llegado el cervecero, el juego fue brillante. Salió desde el minuto cero jugando como una final, impuso su mejor defensa en los últimos tiempos y en ataque fue otra vez un equipo solidario, liderados por un gran Jaz Cowan (12 pts en el primer cuarto).

La ausencia de Fernando Titarelli fue clave, porque el pibe Cristian Cortés condujo tratando de no cometer errores, pero no pudo darle juego a su equipo, que forzó casi todos los ataque iniciales y sobrevivió en el talento individual de Lázaro Borrel (9 pts). El primer relevo que metió Carlos Duro desde el banco fue justamente Gaby Cocha por Cortés pensando en rotar la base entre ellos siendo Sergio Ravina el escolta y el ex NBA, Luis Felipe López, el alero.

Pero la media cancha de Obras estuvo tan errática (sobre todo López) que enseguida comenzaron las variantes. Reingresó Cortés y Cocha pasó a jugar de escolta. Luego ante el goleo incesante de Cowan, dipuso jugar con doble pivote para contener a dos ala pivotes (Cowan y Romano). Otra vez, Quilmes lució mejor armado en la defensa y fue mucho más eficaz para aprovechar los espacios, los errores de Obras (5 pérdidas) y el contraataque.

Con una ventaja de 9 (19-28) en el primer cuarto, la historia se agudizaría en el segundo a límites “no esperables” para un partido de esta envergadura. Quilmes careciendo de tiro exterior (1/4 en triples) profundizó casi todos los ataques (6/10 en dobles) pero fue muy oportuno para cargar la tabla ofensiva. Borrel se lesionó en el hombro izquierdo y ya no volvería jugando solo 14 minutos. Sin Titarelli y sin Borrel Obras se cayó a pedazos sin respuestas en ataque y con un notable déficit en defensa.

A falta de dos minutos para que cierre el primer tiempo, Quilmes tomó los 20 puntos de ventaja (23-43) que ya no abandonaría. Cerró la primera mitad con esa diferencia (27-47) siendo superior en todos los rubros.

El loca intentó su reacción en el tercer cuarto. Salió mucho mas dispuesto a ofrecer una defensa con más energías. Carlos Duro se la jugó con Canton y Tyler Field de movida cuando Fernando Martina (7 pts en el segundo cuarto) había sido su mejor pivote en el primer tiempo. Pero quiso jugar con Cantón más abierto y Field más hundido. Luego que Quilmes sacará la máxima (27-52 a falta de 8-30) con un triple de López y un doble de Pablo Gil la receta empezó a dar efecto.

Obras se puso bravo en defensa y fue construyendo una reacción lentamente. De la Fuente no esperó más y mandó a Cowan y Salles a la cancha.

Con un parcial 14-2 Obras bajó los 25 de diferencia a 13 puntos (41-54) cuando restaban 4 minutos. Allí llegó una jugada clave. Un doble más adicional por falta de Nicolás Romano que le dio a Quilmes aire en el momento justo, luego triple de salles y un doble en rebote ofensivo de Cowan. Quilmes recuperó en un minuto lo que a Obras le llevó 6 descontar. Tomó 21 puntos (44-65) con un parcial 3-11 casi al cierre del tercer cuarto.

En el segmento final, Luis Felipe López trató de empujar a su equipo pero su noche con el aro fue fatal (0/6 de campo), el turco Chaher que entró recién en el segundo tiempo tampoco tuvo gol (1/5) y Obras veía como el reloj era otro enemigo en una noche donde nada salía bien. Con una acertada conducción de Salles y la oportuna aparición de Carlos Dixon (que fue construyendo una gran planilla en los minutos que le tocó jugar), Quilmes redondeó el mejor partido de los últimos dos meses. Justo a tiempo, para seguir vivo, para volver a creer, para saber que de este modo, todo es posible. En Obras, las lesiones se sumaron a las dudas.

Síntesis
Obras (61): Cristian Cortés 2, Sergio Ravina 9, Luis Felipe López 5, Lázaro Borrell 9, Tyler Field (x) 13 (FI); Gabriel Cocha 4, Fernando Martina 11, Daniel Chaher 3, Omar Cantón 2 y Alan Omar 3. DT: Carlos Duro.

Quilmes (79): Hernando Salles 12, Pablo Gil 8, Jazzmin Cowan 20, Carlos Dixon 20, Nicolás Romano 11 (FI); Maximiliano Maciel 0, Esteban López 5, Pedro Calderón 3 y Dragan Capitanich 0. DT: Esteban De La Fuente.

Parciales: 19-28, 27-47 y 47-65.
Árbitros: Roberto Settembrini y Mario Aluz.
Estadio: Obras Sanitarias.

Foto: Gentileza www.LNB.com.ar

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar

Así no hay lugar a la ilusión de salvarse

El 89 a 62 ante Boca fue lapidario para Ben Hur. No hay una línea definida de juego y por momentos se ve falta de compromiso para con el equipo en muchos de sus jugadores.

Fue más de lo mismo, o peor aún. Así ha sido el calvario de Ben Hur en esta Liga Nacional. Un partido parece que quiere reaccionar y al siguiente tira todo por la borda. Un partido juega 25 minutos un base, y al siguiente 5. Lo mismo en las otras posiciones. Es un equipo que nunca ha podido encontrar el rumbo más allá del entrenador que haya tenido en el banco. Es más, hoy no quedan dudas que los tres mejores partidos que jugó en este año fueron los que dirigió Javier Ielmini, con Regatas Corrientes, Libertad y Ciclista Olímpico, donde inclusive tenía un plantel mucho más corto que el actual.

Lo más preocupante, cuando falta cada vez menos para que llegue ese esperado play off, es que el equipo todavía no se armó totalmente. Y que anoche quedaron evidenciadas en muchos momentos del juego, actitudes que no ayudan en determinados jugadores. Cada vez menos se encuentran valores para rescatar y se repiten: la entrega de Storani, algo de Calvelli en el último cuarto y las ganas de los pibes (de paso, Antonino Forte -cedido a Alma Juniors- podía aportar cosas en este Ben Hur). Como siempre, los extranjeros muy lejos de lo que se necesita, incluido Peralta. En el caso de Eneas los 4 minutos en cancha y la cara que tenía en el banco determinan que su estadía en Rafaela ya no tenga sentido.

Boca se empleó a fondo hasta promediando el segundo cuarto. Después, manejó la diferencia a voluntad.

No necesitó apelar al protagonismo del interminable Juan Espil, que clavó 3-4 en triples con su sello característico. Le alcanzó con una defensa aceptable, que desnudó las dificultades del dueño de casa en el ataque estacionado si no convertía del perímetro.

El buen ingreso de Juan Pablo Sánchez (goleador del encuentro) y el oficio de Fernández, con algún tiro a distancia o en la pintura, fueron suficientes para el equipo de Fernando Duró.

Tibios aplausos en la retirada de los estoicos seguidores fueron demasiado premio para el equipo rafaelino. Mañana ante Quilmes, que anoche salió de perdedor, tendrá al menos que recomponer su imagen desde la entrega.

Síntesis
Ben Hur (62): Jonatan Machuca 3, Ariel Hillebrand 12, Eduardo Calvelli 10, Sebastián Cabello 8, Walter Storani 9 (FI); Tiago De Souza 9, Jair Peralta 2, Aaron Eneas 0, Fernando Cavagna 9 Lucas Ortíz 0 y Sebastián Uranga 0. DT: Horacio Seguí.

Boca (89): Nicolás Aguirre 6, Juan Espil 10, Carl Edwards 12, Gabriel Fernández 13, Derrick Alston 4 (FI); Juan Pablo Sánchez 19, Leandro Masieri 12, Fernando Calvi 12, Juan Orellano 1 y Leandro Podestá 0. DT: Fernando Duró.

Árbitros: Roberto Smith y Javier Mendoza.
Parciales: 18-24, 26-49 y 45-71.
Estadio: Coliseo del Sur- Ben Hur.

Foto: Gentileza Diario La Opinión
Crónica: Darío Gutiérrez Diario La Opinión