Todo para el uno

La noche comenzó mal para el local que debió transpirar para buscar un tablero sustituto ya que los principales ni se enteraron que había un partido. Las más de 1500 personas aguardaron impacientes, al igual que los jugadores, los 50 minutos que se demoró el comienzo. Finalmente siendo las 22.20 Alejandro Ramallo puso la bola en el aire. Casi dos horas después la historia terminaba mal para los locales. Atenas se llevaba de Once Unidos la victoria que vino a buscar, siendo superior casi todo el partido, recuperando el uno en la tabla de posiciones y dejando a Quilmes con la necesidad de otro milagro para el martes.

El partido se liquidó en un cuarto (el tercero) pero hubo mucha intensidad y paridad en el primer tiempo, luego Atenas tuvo un momento brillante en ofensiva (5/8 en triples) que se condijo con su mejor pasaje en defensa. Fueron 10 minutos donde el puntero de la liga hizo todo bien. Por el contrario Quilmes erró hasta los libres.

Quilmes planteó el partido del mismo modo que lo viene haciendo en los últimos partidos, con Nico Romano al lado de Cowan, sin pivote natural, y ante Atenas era una apuesta de riesgo. El conjunto cordobés tomó debida nota de esta situación. Hizo abuso de su juego interior, pero no del modo convencional de “pelotas a los internos para que jueguen” sino que puso el peso de sus ofensivas en los perimetrales que usaban el rompimiento y la descarga.

De los 8 puntos que Kanté hizo en el primer cuarto no tuvo ninguna situación de uno contra uno, ni siquiera de frente (menos de espaldas) fueron todos aprovechamientos de la rotación defensiva quilmeña sobre la penetración de un perimetral. El primer doble del partido (Figueroa) fue una mandada a bandeja siendo toda una muestra de lo que quería Atenas.

Quilmes tuvo bueno porcentajes iniciales. Tres triples (Salles, Gil y Dixon) y carencia absoluta de su juego interior, salvo por un doble con falta de Romano. Cuando restaban dos minutos ganaba el local 22-17, pero apareció Figueroa y metió dos triples seguidos para que Atenas tome la delantera (22-23) sobre el final del cuarto. En los últimos dos minutos Quilmes no pudo convertir teniendo a Cowan y Romano erráticos.

En el segundo segmento hubo de todo, pero tres situaciones fueron decisivas. El ingreso de López, el de Calderón y la salida de Figueroa. El primero en descasar fue Leo Gutiérrez, a los 4:30 del parcial cuando Atenas ganaba por dos 30-32, pero la estructura con Romero en cancha se mantuvo. El problema griego llegó cuando Magnano mandó a descansar a Figueroa (35-39 a falta de 3:20) y lo pasó a Laws de base. En el primer avance Salles le robó el balón y le debió cometer falta. Desde allí Quilmes metió un parcial 9-0 para dar vuelta el partido (44-39).

El equipo de De la Fuente disfrutó de un gran cuarto de Pedro Calderón (9 pts y 3 tapas) con 3 dobles jugando como pivote hundido en el corazón de la pintura rival. Esteban López le metió una gran intensidad a la defensa de la primera línea y como base se dio el tiempo de poder sacar a Maciel como tirador para un triple muy limpio que Maxi convirtió. El primer tiempo cerró 44-41 porque Figueroa entró en el final para comandar otra vez a los suyos y reducir dos puntos la ventaja.

Para el segundo tiempo, la apuesta máxima fue de Rubén Magnano. Contra todos los pronósticos, dejó a Kanté y Osella en el banco, y mandó a Leo Gutiérrez y Romero en el juego interior. Calderón cometió rápido su tercera falta y De la Fuente intuyó que tendría problemas en la marca con el pivote, por eso decidió sentarlo, para ponerle un equipo “espejo”. Otra vez saltó Cowan para hacer dupla con Romano.

Por hacerse fuerte en defensa, Quilmes se olvidó de lo que hasta allí fue su mejor arma para atacar. Aunque ahora es fácil decirlo con el resultado puesto. El local se quedó seco, con carencia de cortinas, de juego interior y apelando a resolver individualmente lo que le dejaba la defensa de Atenas, que se puso muy cabrona mientras los árbitros se olvidaron de cobrar (en los dos costados de la cancha).

El partido entró en mucho roce y salió ganando Atenas que fue mucho más claro en ofensiva. Quilmes no logró resolver la marca del pick and roll (antiguo problema) y los cordobeses jugando con 4 tiradores abiertos hicieron estragos. Se plantaron a pie firme, pasaron bien el balón y encontraron 5 triples devastadores. La diferencia empezó a abrirse y el parcial 26-9 casi cerró el partido en el tercer cuarto.

Apoyado por su gente, Quilmes dio el resto, pero había perdido la línea. Era un partido de muchos nervios, porque Atenas se jugaba el uno y Quilmes no podía perder, y cuando la distancia tomó los 17 puntos (53-70) ya era impensando que se descontaría la ventaja siendo “prolijos”. El cervecero apeló al famoso “al frente con lo que tenemos” y De la Fuente puso un equipo más bajo todavía porque Cowan tuvo el peor partido de la temporada. En su reemplazo lo metió a Maciel de 4 y Romano de 5.

El local extendió la defensa toda la cancha entregando el corazón pero este equipo de Magnano es maduro y tiene personalidad para ganar de visitante. Aunque Figueroa se equivocó en las decisiones finales (hasta allí había tenido un partido impecable) tomaron la posta Federico Ferrini, con un par de acciones individuales de notable factura y sobre todo Leo Gutiérrez, el “dueño” del equipo.

La defensa local provocó pérdidas, tiros forzados, en verdad hizo todo lo que tuvo a mano, solo el falta algo: un buen “box out” luego de cada tiro. Atenas tomó 8 rebotes ofensivos en momentos claves para seguir manteniendo la ventaja. Sin pivote en cancha y sin rebote defensivo, mucho de lo bueno que la defensa quilmeña construía se desbarataba en la segunda instancia que tenía Atenas.

Quilmes achicó a 11 (66-77 a falta de 5) y defendió su aro tres ataques consecutivos, pero no podía convertir y cuando tuvo un triple en soledad de Dixon para ponerse a 8, falló. Atenas ya no le dio más chances y fue cerrando el juego con precisión. Llegó a ponerse a 7 a falta de 1:20 (72-79) pero el único doble en el partido del inteligente Andre Laws en una bandeja rápida fue cerrando la cortina.

Sobre el final los jugadores quilmeños ya no tenían oxigeno. Fue mucho el desgaste corriendo 17 puntos abajo. No paró el partido con faltas (o lo hizo en destiempo) y tomó malas decisiones en el cierre.

Es bueno aclarar que Atenas no fue brillante y Quilmes no jugó bien, aunque el partido fue intenso, ganó el que mantuvo la línea de juego y libreto los 40 minutos. Sin mucho para destacar, pero ante un partido de máxima tensión acaso no sea poca cosa.

Síntesis

Quilmes (79): Hernando Salles 13, Pablo Gil 11, Carlos Dixon 15, Jaz Cowan 0, Nicolás Romano 12 (FI); Esteban López 6, Maximiliano Maciel 11 y Pedro Calderón 11. DT: Esteban De La Fuente.

Atenas (88): Juan Pablo Figueroa 14, Andre Laws 8, Federico Ferrini 16, Leonardo Gutiérrez 21, Djibril Kanté 11 (FI); Diego Osella 4, Cristian Romero 4, Juan Manuel Locatelli 10 y Juan Cognini 0. DT: Rubén Magnano.

Parciales: 22-24, 44-41 y 53-67.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Raúl Imosi.
Estadio: Once Unidos (1600 espectadores)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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Boca se sube a la ilusión

Boca Juniors trepó al 7mo lugar en la tabla con la victoria anoche sobre Quimsa 88-83. Ahora dependiendo de los resultados de la última fecha puede seguir subiendo. Entre Carl Edwards y Juan Espil liquidaron las aspiraciones santiagueñas. Quimsa se vio favorecido por las derrotas del Nacional y Quilmes y no jugará la permanencia.

En el primer cuarto, Boca empezó más sólido y obtuvo puntos de ataque rápido gracias al vértigo que impuso Aguirre (5) en la conducción. Quimsa no volvió bien y Edwards, con espacio, se hizo intratable y sumó 9 puntos. Mázzaro tuvo un primer tiempo errático con 2 de 7 de cancha y fue Treise (9) quien guió a los santiagueños para ganar el primer parcial 24-23.

En la primera mitad del segundo cuarto, ambos equipos jugaron muy mal porque Duró sentó a Aguirre y Boca perdió orden ofensivo, mientras que Quimsa sufrió la ajustada defensa que propuso el local, cayó en imprecisiones y regaló muchas pérdidas. Con el correr de los minutos, el desarrollo mejoró y el local pudo cerrar mejor el primer tiempo porque su presión siguió provocando errores en su rival y porque encontró en Alston (6) soluciones en el poste bajo. De esta manera, el xeneize se fue al vestuario con un poco más de aire y cinco puntos de ventaja (42-37).

En el tercero, Boca estiró con puntos desde los 6,25 (dos de Espil y uno de Fernández) para alejarse a diez a los cinco minutos (57-47). Pero a partir de allí, Mázzaro (8) apareció con ocho puntos al hilo y puso en partido otra vez a la visita (62-55). Sin embargo, el xeneize no perdió el control del juego y cerró 65-59 el parcial.

Con Mázzaro (8) como manija y ganando el duelo interno tras la salida de Alston por cinco faltas al minuto y medio del último cuarto, Quimsa emparejó el trámite y se puso uno abajo a los cuatro minutos (71-70). Pero la visita no aprovechó las oportunidades para pasar al frente y Boca, con oficio, volvió a estirar en dos minutos (79-70). Quimsa siguió eligiendo mal sus tiros y el local llegó a los dos minutos finales con diez puntos de diferencia que se hicieron irremontables para los santiagueños.

Síntesis

Boca Juniors(88): Nicolás Aguirre 10, Juan Espil 21, Alson Derrick 13, Carl Edwards 22, Gabriel Fernández 12 (FI); Juan P. Sánchez 2, Leandro Masieri 0, Fernando Calvi 8 y Juan Orellano 0. DT: Fernando Duró.


Quimsa (83): Jonatan Treise 14, Julio Mázzaro 20, Wanderson 6, Gabriel Mikulas 14, Ramel Allen 6 (FI); Jermaine Walter 18, Federico Mansilla 5, Juan M. Torres 0 y Víctor Cajal 0. DT: Carlos Romano.

Parciales: 23-24, 19-13, 23-22 y 23-24.
Árbitros: Rougier y Tarifeño.
Estadio: La Bombonerita.
Crónica: Télam