Cuando en la delegación peñarolense muchos aseguraban que Fernando Malara podría jugar el cuarto partido de la serie ante Boca, el propio alero puso paños fríos al optimismo generalizado.
Cuando en la delegación peñarolense muchos aseguraban que Fernando Malara podría jugar el cuarto partido de la serie ante Boca, el propio alero puso paños fríos al optimismo generalizado. “Ah, ¿el médico dijo que podía jugar?...Bueno, ojalá. Pero no creo. Dos meses de inmovilización no es nada para un oficinista, sí para un deportista de alto rendimiento. Yo no siento la comodidad en la pierna necesaria para jugar. Tengo que pensar en mí, no es mi último partido, ni mi última temporada”, manifestó en diálogo con LU6 y este medio.
“Pero que se queden todos tranquilos. Yo tengo más ganas de jugar que todos los que están en la cancha. Por más que digan algunas cosas, yo estoy tranquilo con el trabajo que estoy haciendo con el kinesiólogo y el preparador físico”, finalizó.