Zona, Alston y paciencia

La paciencia es una virtud, es sabido. Boca ayer hizo uso y abuso de este don. Sabiendo que Quilmes es un manojo de nervios el partido siempre le daría a Boca la chance de sacar ventajas si mantenía la cabeza cuando su rival no puede siquiera consigo mismo.

Y el origen del resultado pasa por ahí. Quilmes, antes que nada, se tiene como principal enemigo. Es un equipo que ahora esta consumido por sus nervios y quebrado mentalmente. Boca en cambio, viene sumando pasos positivos, uno tras otro. Encadenó su sexta victoria y ve un futuro de color. Quilmes ni se anima a mirar para adelante.

La estrategia de Boca era esperar el momento para ir dañando de a poco. Por eso jugó todo el primer cuarto con defensa individual y cuando fue necesario le implantó la zona.

El partido comenzó horrible. Hubo 7 pérdidas de balón en los primeros tres minutos y medio. Los dos jugaban a los autitos chocadores.

El primero en calmarse fue Boca que sacó ventajas con el tandem Moodie-Alston (8-13) y De la Fuente debió pedir minuto a falta de 3:50. Una gran aparición ofensiva de Assie (8) levantó a Quilmes para cerrar el primer segmento solo a dos (14-16).

El inicio de segundo cuarto fue todo de Boca que con un parcial 1-9 se alejó a 15-25 en apenas 3 minutos. Dragan Capitanich reemplazó a un desacertado Müller y se ocupó además de Moodie en defensa, siendo López la marca del base rival. Quilmes fue mejorando lentamente otra vez con Assie (única arma) en ofensiva y con un parcial 8-0 se metió otra vez en el juego (23-25).

La fuerte presión defensiva de Quilmes (lo mejor que tiene) siguió provocando que Boca pierda pelotas (6 en cada cuarto), de tal modo, el equipo de D´Angelo, alternaba buenas y malas. Alston fue al banco junto a Míkulas (mal partido) y Fierro (5) dio una buena mano junto a Martina.

De la Fuente ensayó todo tipo de variantes a ver que salía. Utilizó los primeros 16 minutos del primer tiempo la receta del alapivote (Assie) y el pivote (Keep o Peralta). Sobre el final cambió por el doble Ala pivote con el marfileño al lado de Nicolás Romano.

El problema Quilmes lo tenía en el perímetro. Sus tiradores lanzaron 0/7 en triples en el primer tiempo. Nadie fue capaz de darle gol. Con todos sus problemas a cuesta se fue al entretiempo apenas uno abajo (32-33).

El partido se abrió a favor de Boca en el tercer cuarto. La zona 2-3 que impuso D´Angelo en el segundo cuarto salió de movida. Hubo un triple de Nicolás Romano, que se animó a tirar por el eje (algo que se le reclama) pero luego no volvió a intentarlo. De la Fuente probó con Assie y Romano juntos, pero Alston se divirtió con ellos.

El veterano pivote xeneize dio un recital de puntos, asistencias y básquetbol aplicado al equipo. Convirtió 12 puntos en el segmento sin errar tiros de cancha. La enorme superioridad de Alston sobre los internos quilmeños derivó en una bochornosa recriminación de Assie a Romano que se dijeron de todo. El técnico decidió sentarlos a los dos para que se enfríen y debió recurrir al doble pivote (Keep y Peralta).

El remedio fue peor que la enfermedad. La solidez defensiva de Quilmes se hizo añicos. Con Woodward y Moodie atacando el aro, generando espacios, Boca no necesito probar con tiros perimetrales (apenas 1/1 en triples en el cuarto). En ataque, el local fue un barco a la deriva. Edwards no aporta ninguna solución, ni de equipo ni individual (Y Assie se enoja con Romano).

Todos los problemas de Quilmes iban saliendo como el agua debajo de la baldosa. La Zona defensiva de Boca parecía Alcatraz. Impenetrable. El recital de Alston terminó en 11 puntos de diferencia al ingreso del último cuarto (49-60).

Con el regreso de Romano y Assie al campo otra vez Quilmes fue para adelante con lo que tiene. Pero tiene poco. En total fueron 2/18 en triples condicionando cualquier chance de victoria. Aunque el ataque a zona no signifique el festival del triple, Esteban De la Fuente y Eduardo Dominé, el cuerpo técnico de Quilmes, con toda lógica no pueden entender como un jugador profesional a pie firme y con espacios no puede convertir. La única respuesta posible sería que la precisión del tiro se ve afectada por los nervios del momento.

Y Boca sabía de estos nervios. Se hace foco en los problemas de Quilmes porque fue el eje del partido, que determinó el xeneize, sin su base titular (Nicolás Aguirre) siempre supiera que hacer en la cancha. Jugando mal, regular o bien. Pero solamente solidificar el rebote defensivo, una zona 2-3 y la visión de juego de Alston hizo de una conducta un triunfo. Woodward no es una maravilla pero es un jugador valiente, que aparece cuando se lo llama, fue clave en el cierre para solidificar el triunfo.

Quilmes terminó abochornado por sus pobres porcentajes, con Edwards saliendo por un tirón (como siempre) en el momento que el barco se hundía, y con algunos nacionales más Assie poniendo la cara ante un momento donde la mente esta quebrada. Quilmes hace 3 partidos que no supera los 64 puntos. Boca no fue una maravilla, hizo lo necesario para ganar, sabiendo que solamente con esperar, el rival se devora a si mismo.

Síntesis
Quilmes (62): Martín Müller 2, Carl Edwards 9, Facundo Piñero 2, Brice Assie 25, Jason Keep 3 (FI); Nicolás Romano 9, Esteban López 6, Dragan Capitanich 4, Juan Cangelosi 0 y Leonardo Peralta 2. DT: Esteban De La Fuente.

Boca Juniors (75): Nelson Ingles 7, Cedric Moodie 12, Brian Woodward 17, Gabriel Mikulas 6, Derrick Alston 24 (FI); Mariano Fierro 5, Fernando Martina 4 y Juan M. Orellano 0. DT: Pablo D’Angelo.

Parciales: 14-16, 32-33 y 49-60.
Árbitros: Pablo Estévez y Mario Aluz.
Estadio: Once Unidos

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal - ptosal@pickandroll.net


Obras venció sobre el final a Regatas

En un partido que dio vuelta en el último minuto, Obras Sanitarias superó como local por 82 a 80 a Regatas Corrientes, en cotejo válido por la tercera fecha de la segunda fase de la Liga Nacional. Luego de un primer tiempo en que los correntinos dominaron con amplitud, el Tachero mejoró progresivamente en el complemento, sobre todo en defensa, para pasar al frente por primera vez a falta de 44 segundos y llevarse la victoria.

En el ganador fue clave la tarea de Bruno Lábaque con 23 puntos (6/9 en dobles) y el segundo tiempo de Espil (17 puntos, 11/11 en libres). Alejandro Alloatti salió lesionado en su rodilla izquierda –posible esguince- al promediar el tercer cuarto. En el local, Ed Nelson sumó 20 anotaciones y Kammerich 19 y 11 rebotes.

Regatas empezó con un 10 a 4 en dos minutos, sacando provecho del dominio de Nelson (12) y Kammerich (12) en la llave. Obras comenzó a trabajar mejor las ofensivas con Espil (6) en cancha y se arrimó 15-16 al promediar el segmento. Regatas reaccionó rápido, pudo correr y en un minuto volvió a estirar a 9 (15-24), para terminar ganando el cuarto 28 a 21.

En el segundo parcial, Regatas siguió corriendo y llegó a sacar once de diferencia en dos minutos (22-33). Con ese aire, se permitió mover el banco y aunque perdió profundidad, no sufrió demasiado ante una defensa local que no ofreció resistencia.

Recién con el reingreso de Lábaque (9), Obras recuperó ritmo en ataque, pero los correntinos, sostenidos desde los 6.25m. (5/8 de equipo), nunca perdieron el control del desarrollo y se fueron al vestuario arriba por diez (50 a 40).

En el tercer cuarto, Obras trabajó mejor las ofensivas y con el ímpetu de Lábaque consiguió tomar buenos tiros para acercarse a cuatro (55-59), en cinco minutos. Regatas nunca consiguió desarrollar el juego del primer tiempo porque no pudo correr y Nelson y Kammerich estuvieron bien controlados por una defensa local que a esa altura, nada tenía que ver con la del primer tiempo. De esa manera, los porteños entraban al último segmento apenas dos abajo (63-65).

En tres minutos del período final, con libres de Lábaque, Obras empató por primera vez en 69. Mucho mérito defensivo de los porteños y del ritmo que el base cordobés, devenido en escolta, imprimía al ataque. Con el partido emparejado al promediar el cuarto, Regatas mejoró un poco con algo de López (4) en la pintura, pero a esa altura no se parecía en nada al equipo del primer tiempo, porque no podía correr, ni generar esa sociedad fructífera de Kammerich y Nelson.

Emparejados hasta el final, con poco más de un minuto, Espil generó dos faltas que lo llevaron a la línea y con esos cuatro libres dejó las cosas 82-80 y 44 segundos de tiempo. Los correntinos resolvieron mal sus posesiones y Obras festejó su segunda victoria en la fase.

Síntesis
Obras Sanitarias (82): Bruno Lábaque 23, Gustavo Oroná 5, Maurice Spillers 14, Gabriel Fernández 9, Alejandro Alloati 2 (FI); Fernando Titarelli 2, Charles Kornegay 2, Juan Espil 17, Cristian Cortés 0 y Federico Glinberg 6. DT: Carlos Duro.

Regatas (80): Lucas Picarelli 10, Juan Manuel Rivero 3, Ramzee Stanton 7, Federico Kammerichs 19, Edward Nelson 20 (FI); Bruno Zanotti 3, Maximiliano Maciel 6, Roberto López 7 y Alejo Montes 6. DT: Fabio Demti.

Parciales: 21-28, 40-50 y 63-65.
Árbitros: Roberto Settembrini y Gabriel Tarifeño.
Estadio: Obras Sanitarias.

Foto: Marcelo Figueras
Crónica: TELAM