El infierno del gol

Que cambiante esta el torneo, sin candidatos, con sorpresas, sin regularidad en los equipos. Acceder a un partido tan anormal como el de anoche en el Polideportivo, más bien parece ser el común denominador.

Hace 8 días atrás Boca superó a Peñarol en la Bombonerita 74-64. Fue el “famoso” partido de los 40 triples lanzado del conjunto de Mar del Plata. Era un momento muy bajo y delicado del equipo. Luego de ganar el clásico, llegó este triunfo reparador.

No se curan los males en 40 minutos, eso no existe, pero para la gente de Peñarol es una invitación a la esperanza suponer que lo de anoche está más cerca de la realidad que la pobre performance de la semana pasada.

En virtud que Peñarol había errado todo desde afuera en la bombonerita, Pablo D´Angelo decidió que una zona 2-3 sería una buena receta en el Polideportivo. Fue dicho en el comentario del clásico, los problemas de porcentajes de triples de Peñarol son en su mayoría ante defensas individuales. Contra zona el equipo toma el triple como caramelos.

El partido estaba 11-8 cuando por primera Boca abandona la defensa individual porque Leiva y Gutiérrez marcaban diferencias en la zona pintada y Tato lastimaba también cerca del canasto. La idea fue construir una defensa abierta, de frente par, que no regale el tiro pero aleje a los jugadores de Peñarol de la pintura. Entonces llegaron 3 triples consecutivos de Tato Rodríguez ante la zona que fueron demoledores (24-18).

Boca resistía en ofensiva con un buen pasaje de Míkulas (8 pts) y el gol de Moodie (7), pero la catarata de triples de Tato Rodríguez lo obligó al xeneize a cambiar nuevamente su defensa. La buena distancia que tomó el local en del primer cuarto (26-18) no fue más porque Míkulas coronó el segmento con un triple para achicar a cinco la diferencia.

De todos modos el segundo parcial del partido fue lapidario para Boca y ratificó que era la gran noche de Peñarol. Boca salió con una defensa cajón y uno sobre Tato Rodríguez, que de todos modos abrió el cuarto con otro triple (4/4). Vega, Campazzo y Diez saltaron a la cancha y nada cambió, Peñarol era un violín en ofensiva con su tremenda puntería.

En el segundo cuarto erró un solo tiro de cancha. Lanzó 8/9 en dobles y 5/5 en triples. Increíble. Boca no podía parar ese vendaval ofensivo con ninguna receta. Martina, Fierro y Castiñeira en los reemplazos tampoco pudieron ayudar. Vega le sacó dos faltas a Nicolás Aguirre y Moodie tuvo que tomar la base por ausencia de Nelson Ingles.

La presión que ejerció Boca en todo el campo, subiendo su defensa, tampoco dio frutos y sirvió para que en una salida a toda velocidad, Campazzo le colgara una pelota a Jones para que el americano se luciera y entierre el balón hasta los codos, literalmente ya que se lastimó en esa volcada y debió salir. El primer tiempo terminó con una sorprendente ventaja de 22 puntos de diferencia (58-36). Casi un resultado puesto.

En el tercer cuarto se terminó el partido o mejor dicho, las ambiciones de Boca por ganar. Peñarol fue una maquina de meter triples. Mata erró uno pero hubo tres triples seguidos de Campazzo y otro de Vega. Por entonces Peñarol llevaba 13/18 (72%!). La distancia se abrió a 29 puntos (78-49). Para Boca era asunto terminado, pero para Peñarol no, que siguió con la misma intensidad, sin desperdiciar un minuto, ni un tiro, ni una defensa.

Había en la cara de los jugadores de Peñarol el reflejo de la necesidad de un triunfo así. Un triunfo que borre mucho de los problemas en una sola noche.

Después de tomarse un descanso (erraron los últimos cuatro triples del tercer cuarto), en el último siguieron con todo. Boca siguió con la zona y Peñarol metió 6/7 para ponerle un broche de oro al juego. Con Leiva los minutos que le toco estar o el propio Reinick jugando en el poste bajo, el juego interior también sacó ventajas. Alston pasó desapercibido, siendo siempre contenido, Martina tuvo un mal partido y Míkulas desde el tercer cuarto ya no vio acción. D´Angelo modificó las alineaciones, pero no hubo forma que su rival baje la intensidad y sobre todo al efectividad.

Para el final los dos pusieron los juveniles y el milrayitas tomó la diferencia histórica a favor, una deuda que tenía consigo mismo. Una revancha que se prolonga en el tiempo ante un rival muy especial.

Síntesis
Peñarol (111): Sebastián Rodríguez 21, Marcos Mata 13, Michael Jones 14, Leonardo Gutiérrez 13, Martín Leiva 12 (FI); Sebastián Vega 10, Alejandro Diez 8, Facundo Campazzo 12, Alejandro Reinick 5, Leonardo Cañete 1 y Alejo Sánchez 2. DT: Sergio Hernández.

Boca (65): Nicolás Aguirre 6, Cedric Moodie 18, Brian Woodward 2, Gabriel Mikulas 14, Derrick Alston 2 (FI); Fernando Martina 5, Mariano Fierro 8, Sebastián Castiñeira 6, Juan Orellano 2 y Rodrigo Sánchez 2. DT: Pablo D’Angelo.

Arbitros: Juan Fernández y Javier Mendoza.
Parciales: 26-21, 58-36 y 80-52.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)