Quilmes dio el golpe en Chaco

RESISTENCIA (E).- Quilmes consiguió anoche un triunfo de oro en calidad de visitante sobre Boca Juniors, en tiempo suplementario, por 89 a 82, tras igualar en 73 en el período reglamentario, por la decimonovena fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol.

El triunfo quilmeño tuvo más valor todavía porque anoche cayeron sus directos adversarios en la pelea por el descenso: Estudiantes, Olímpico y Central Entrerriano.

El conjunto marplatense sólo sufrió unos minutos “bobos” en el arranque del segundo cuarto y después tuvo una buena actuación. Sin embargo, ese bajón casi le cuesta el partido.

Con goleo repartido y buena defensa el equipo marplatense llegó a sacar una máxima de 24-17 en el comienzo del segundo cuarto, pero Boca de la mano de Jeremis Smith metió un parcial de 15-2 y tomó el control de la situación.

La reacción quilmeña recién llegó en el segundo tiempo. Respondieron los relevos -muy buenas tareas de Esteban López y Juan Cangelosi- y levantaron mucho su nivel los nuevos, Titarelli y Stukes, que poco pesaron en la segunda parte.

Paulatinamente, los de Esteban De la Fuente limaron la desventaja y forzaron el suplementario. En la prórroga, Quilmes fue más sereno, tuvo facilidades varias para anotar en la primera mitad del alargue (en la que hizo la diferencia) y después la manejó con autoridad. Para ganar y recibir una inyección de optimismo.

Síntesis
Boca Juniors (82): Nicolás Aguirre (x) 4, Cedric Moodie 22, Brian Woodward 4, Gabriel Mikulas 7, Fernando Martina (x) 12 (FI); Jeremis Smith 10, Nelson Ingles 15 y Mariano Fierro 8. DT: Pablo D’Angelo.

Quilmes (89): Fernando Titarelli 12, Levi Stukes 11, Cornelius McFadgon 9, Facundo Piñero 8, Edward Nelson 13 (FI); Juan Cangelosi 17, Leonardo Peralta 2, Esteban López 17 y Dragan Capitanich 0. DT: Esteban De La Fuente.

Parciales: 17-19, 42-33 y 52-51.
Árbitros: Fernando Sampietro y Raúl Imosi.
Estadio: Sarmiento.

Foto: Gentileza Tribuna Diez (www.tribunadiez.com.ar)
Crónica: Diario La Capital


A Lanús lo barrió una aplanadora

El momento de Peñarol es altísimo. Tiene en su defensa una gran capacidad de gestión para destruir el juego rival, pero asesina adelante. Es paciente y espera sus momentos. Los jugadores están fino con el aro y cuando lo necesitan lo destraban a puro talento. Lanús se vio desbordado, incluso anímicamente y se entregó mucho antes del 87-56.

Hay que contener los dedos para que no pongan en el teclado una montaña de adjetivaciones, aunque es difícil ahora no dar un sentencia firme de Peñarol después de dejar en ridículo a un gran equipo como Lanús. El equipo marplatense maniató a su rival sin dejarlo mover, Lanús se sintió todo el tiempo muy incómodo y eso que cuenta con tres talentosos para generar juego.

Trabado, falto de confianza y de gol, Lanús se entregó mansito y dio por finalizado el partido en el tercer cuarto. Acaso admitiendo que no podía hacer nada por mucho que juegue.

Tardaron casi tres minutos en abrir el score. Los dos equipos salieron con el freno de mano puesto y el partido se parecía a un interminable round de estudio. Por eso aunque suene extraño, el técnico de Peñarol paró el partido con un minuto cuando estaban 3-0 arriba. Increíble pero así de mal estaba todo.

Detrás del minuto pareció despertar Peñarol ante los reproches de su técnico. Le metieron 3 pelotas seguidas a Leiva en el poste bajo que hasta allí no había podido superar la frágil marca de Levi que otorgaba varios centímetros y kilos en la pintura. De todos modos los tres dobles de Leiva fueron ante Eslava que entró a buscar gol en el equipo de Santander.

Con poco el local se fue 14-6 hasta que el técnico de Lanús paró el partido con un tiempo muerto. De todos modos a pesar del ingreso de Laprovíttola, Eslava y Prego el granate no encontró gol. Lanzó 0/8 en triples y 3/7 en dobles. El milrayitas abusó del tiro de tres puntos (3/8) pero encontró uno de Tato Rodríguez en buena secuencia ofensiva de contraataque y otro de Leo ante la zona 2-3 que le dieron una distancia de 21-8 del final primer cuarto.

Los primeros cambios del banco de suplente de Peñarol llegaron recién en el segundo cuarto (26-10) con el ingreso de Campazzo y Legaria al mismo tiempo. El “Oveja” decidió mover la media cancha para darle intensidad a su defensa. La rotación se hizo larga con Diez y Reinick y el partido entró en un terreno de paridad por obra y gracia de Dillon Sneed que fue una tortura para la defensa local.

El portentoso pivote granate sacó puntos (12) posteado primero ante Leiva y luego ante Reinick, para luego ser buscado casi obsesivamente por sus compañeros. Sucede que era el único que podía sacar diferencias a la defensa rival. La media cancha de Peñarol estuvo muy dinámica, bien las ayudas, y casi siempre Prego, Malara, Acosta, Victoriano no encontraron forma de tomar tiros claros. Cuando los tuvieron sus porcentajes fueron horribles (0/11 en triples).

Lanús probó varios minutos con una zona 2-3 (ante la ausencia de Tato, Leo y Mata) y con Prego de alapivote para poder correr la cancha. Pero los intentos no le dieron superioridad. Acaso le sirvió para emparejar el partido y cerrar el segundo cuarto 18-15 abajo y 39-23 el primer tiempo.

En el inicio del tercer cuarto Peñarol tomó la distancia decisiva que le dio el partido. Una ráfaga de puntos consecutivos merced a su devastador contraataque fue suficiente para sacar diferencia que en 4 minutos y medio dobló a su rival (52-26). La defensa de Peñarol, que fue la estrella de la noche, le dio de comer a su ofensiva rápida pero también contó con la complicidad de una noche fatal del granate en el campo contrario. No le salió nada ni cuando tuvo el tiro fácil y metió el primer triple (Prego) después de haber errado 14.

Cuando cerró el tercer cuarto (58-36) el ganador estaba puesto, solo faltaba saber el resultado. Santander probó con Catalano y Manzanarez para darle minutos a los pibes y buscar soluciones que nunca llegaron de la mano de los mayores.

Para el segmento final, Peñarol puso los cinco suplentes en cancha (Legaria, Campazzo, Vega, Diez y Reinick) que llegaron a sacar 28 puntos de diferencia (66-38) a falta de 6:30. Las caras de decepción y desconcierto de los jugadores de Lanús lo decían todo. Santander paró el partido para el intento de terminar el partido con el mayor decoro ya que los contraataques Peñarol lo corrían 4 vs 1. Lanús ni siquiera bajaba.

Con el reingreso de Tato Rodríguez, la máxima se hizo de 30 (74-44) y de allí hasta el final con el desfile de los juveniles el partido resultó solo un reloj que corría para abajo. El trabajo estaba hecho. Peñarol fue una aplanadora y lo sufrió Lanús.

Síntesis
Peñarol (87): Sebastián Rodríguez 15, Kyle Lamonte 10, Marcos Mata 9, Leonardo Gutiérrez 9, Martín Leiva 11 (FI); Sebastián Vega 4, Alejandro Diez 6, Alejandro Reinick 5, Facundo Campazzo 7, Raymundo Legaria 9 y Leonardo Cañete 2. DT: Sergio Hernández.

Lanús (56): Lucas Victoriano 2, Sebastián Acosta 7, Fernando Malara 2, Fernando Calvi 10, Jamaal Levy 5 (FI); Nicolás Laprovittola 3, Dillon Sneed 14, Diego Prego (x) 9, Ariel Eslava 0, Juan Catalano 4 y Ezequiel Manzanares 0. DT: Silvio Santander.

Parciales: 21-8, 39-23 y 58-36.
Árbitros: Pablo Estévez y Silvio Guzmán.
Estadio: Islas Malvinas

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)