El Schiavi del básquet, el futuro Oberto… Es el pivote Marcos Delía, la máxima expectativa argentina en su puesto que ilusiona al básquet nacional. Y faltaba: es jugador de Boca Juniors. Tiene 21 años, unas ganas inmensas de crecer y un futuro prometedor. En la cancha es la columna vertebral del equipo. Es largo, atlético, tiene talla y talento. Está en pleno desarrollo y todos ven su proyección con optimismo.
Empezó su carrera profesional en Boca Juniors, llegó con 17 de Saladillo. “Yo hacía un poco de fútbol, un poco de tenis… no era muy cercano al básquet pero me veían alto, me fueron llevando y me enganché. Se empezaron a dar cosas que me gustaron, el deporte en sí es lindo y cuando se aprende a jugar es hermoso y me gustaba tanto que decidí hacerlo profesionalmente”, relató Delía y con su decisión de tomárselo en serio se le abrieron las puertas de la Bombonerita, jugó tan sólo un año con los juveniles y pasó a las planillas del plantel profesional. Su debut fue en 2010 frente a Peñarol de Mar del Plata y el 2013 llegó como un año fundamental para su carrera y lo viene aprovechando muy bien, ya que tuvo una gran presentación en el Premundial de la Selección Argentina que clasificó al equipo para jugar la máxima competencia en España 2014.
Ya tenía historial con la albiceleste: debutó en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y había tenido participación en las selecciones juveniles. En Caracas, por un lugar en el Mundial, fue titular del equipo de Julio Lamas, el técnico que lo tiene como el próximo Fabricio Oberto: “Se parece a Oberto cuando era jovencito”, expresó el DT de la albiceleste. Y Marcos suspira un “ojalá” y manda un buen rebote: “No voy a ser igual a ningún jugador pero siempre quiero aprender cosas de todos y que me comparen con un jugador como Fabricio me pone muy contento”. El jugador explica cómo le juega tamaña comparación: “Trato de tomarlo como algo positivo, como una motivación… Si se dice eso, que me motive en el día a día para poder cumplir expectativas y que la presión no me afecte”.
En Boca se prepara junto al resto del plantel para la Liga Sudamericana y la Nacional, los próximos compromisos de la temporada. El técnico que lo entrena día a día es Carlos Duro. “Me gusta este equipo y eso que todavía no llegaron los americanos que son jugadores de primer nivel y nos van a dar grandes cosas. Somos muchos juveniles, con ganas, jugamos bien, creo y espero que sea un gran año”. ¿El objetivo? “Vamos a tratar de estar bien arriba, todos los jugadores quieren ganar y los equipos se arman para eso”.
De brazos largos, que ocupan mucho lugar, y considerable altura (mide 2.06 metros), es un excelente jugador defensivo. Le falta anotar fuera del área pintada: “Este año tengo que trabajar un tiro lejos del aro, eso me va a ayudar mucho para mi juego”. Además, reconoce otra de sus debilidades: “Siempre trato de mejorar en lo físico”. Pesa 105 kilos, flaco y largo, da ventaja con los rivales que tienen más kilos y más experiencia pero él tiene un gran potencial físico por explotar. ¿Qué tenés de Boca cuándo jugás? “Lo que trasmite la gente, una garra muy grande y la lucha”, reflejó.
Todo el tiempo se interesa por aprender algo nuevo y demuestra capacidad de mejora. “Ese es el camino para tratar de mejorar, -reflejó-, mirando a los más grandes, a los que consiguieron muchas cosas a lo largo de sus carreras. Por algo lo consiguieron, no se logran cosas de la nada en el deporte y siempre trato de aprender de ellos”. Sumó minutos con Luis Scola en la Selección: “Para mí es un referente y poder haber compartido el premundial con él fue hermoso. Miré todos los hábitos que tiene y que lo ayudaron a tener una gran carrera… eso a mí me ayudó mucho”.
En abril de 2012 tuvo otra gran experiencia: fue citado para jugar el Nike Hoop Summit, junto a jóvenes promesas de todo el mundo. “Fue muy lindo… una semana en la que prácticamente sos un NBA, entrenás en las instalaciones de ellos, ves cómo trabajan y siempre está bueno para mostrarse y para saber cómo es ese mundo”.
Sus sueños en escala: “Estoy concentrado en Boca y creo que teniendo un gran año acá, mis chances van a ser más grandes. Tengo una ilusión muy grande de ir al Mundial y de poder estar en la Selección Argentina, ser el pivote y consagrarme, sería una felicidad inmensa”… Empieza a soñar y no lo para nadie: “Sería hermoso llegar a la NBA”.