El AEC derrotó en tiempo adicionado 76 a 73 a Monte Hermoso, en el punto que necesitaba para llegar al quinto partido. Fue abajo en gran parte del encuentro, y en el último chico, remontó una diferencia de 12 puntos para que mañana a las 21.30 se defina en la capital entrerriana esta llave.
Hay que verlo para vivirlo y contarlo para hacer un cuento. Este cuento que arrancó siendo pálido, pero que sobre el final, tiene su parte más emocionante. Porque como una historia de terror, Echagüe se pospuso a todo, incluyendo árbitros que lo privaron de festejar en tiempo. Y en el salto final el AEC fue quien se robó lo que necesitaba, en un partido con todos los condimentos. Tras verse abajo en gran parte del encuentro, hizo un último parcial brillante, en el momento que aparecen los hombres. Porque con amor, experiencia y guapeza, logró espantar los fantasmas y a Paraná, trasladará el quinto partido tras esta victoria en suplementarios (66-66) 76 a 73.
DE MAYOR A MENOR. Defender para empezar a construir. Así arrancó Echagüe, quien luego de arrancar abajo, puso un parcial de 7-0 para comandar. Pero sin tiempo que perder, el local clavó dos bombas con Carnovale y Castets, para equiparar las acciones. Luego de algunos minutos el dueño d ecasa pasó nuevamente a comandar. Si bien no predominó en la pintura, los posteos de Lewis y Cabello le sirvieron para anotar.
En ataque le costó ser eficaz al equipo paranaense (4/7 en dobles y 3/9 en triples) y así, sin mucho Monte Hermoso cerró el primer chico arriba (20-17).
En el arranque del segundo chico Echagüe pudo reacomodar las cosas en su lugar. Apostando a la defensa en zona, pudo neutralizar a su rival, forzando tiros que no tuvieron réditos en el aro del Negro (0/3). Claro que lo bueno fue la eficacia que consiguió el visitante en ataque, siendo determinante en la pintura y en el tiro externo (2/2). Así los de Uranga volvieron a sonreír con un parcial de 5-0 (24-22 arriba).
Promediando el segundo cuarto Echagüe se equivocó en el camino. Cajal no fue preciso en sus decisiones, Monte Hermoso pobló su pintura y la visita perdió en tres ataques seguidos (0/3), lo que le permitió a Carnovale desde los 6.75 poner al frente al Rojo (27-24).
Sobre el cierre de la primera mitad Cabello y Lewis predominaron en dos ataques para el local, y Monte Hermoso estiró ventajas (33-29) a falta de 33 segundos. Echagüe tratando de achicar buscó la zona pintada con Cantón, pero el rosarino no estuvo fino y sumado a la férrea marca que le impusieron, no pudo con los internos de Monte (0/2 en dobles y 0/3 en triples).
Sobre la chicharra final el americano Lewis se posteó, giro y cerró la primera mitad ante la algarabía del público local (35/29).
SU PEOR MOMENTO. En el arranque del complemento las cosas se movieron rápidamente. Tras una pérdida de Dodson en la primera ofensiva (13 en el equipo), Castets se plantó para estirar diferencias (38-29). Pero Echagüe volvió a la carga en su defensa y Elías Saad y Dodson acortaron distancias (38-32). Aunque aquello parcial fue solo una ilusión, y Monte Hermoso aprovechó la endeble resistencia defensiva de la visita para tomar una luz de ventaja (44-34).
El juego se volvió luchado y friccionado, siendo Monte Hermoso quien sacó provecho por las desatenciones de Echagüe, quien durmió una siesta en el promedio del tercer parcial. Es que los rebotes fueron propiedad del Rojo (4 en total) y la noche se hizo cada vez más negra (46-36), volviendo a la máxima de ventaja para el dueño de casa.
Y para males, tratando de descontar Echagüe apostó a los tiros externos, pero la puntería no estuvo del lado del AEC (5/18).
Uranga rotó el equipo, cambió la pintura, pero Centeno y Franco no fueron soluciones para los inspirados Cabello y Mansilla. Claro que para la suerte del Negro no fueron muy efectivos los locales a la línea (2/6), para no sacar mayor ventaja.
Monte Hermoso se fue al último descanso con una distancia tranquilizadora, no solo en lo numérico, sino también por la contención sobre su adversario (55-45).
NO APTO PARA CARDÍACOS. El inicio del último chico no tuvo mayores cambios. Si bien se pudo contener al ataque local, no se siguió siendo efectivo en ofensiva (13/46), ni en la pintura ni por parte de los perimetrales (5-22), para que a falta de poco más de cinco minutos, el tiempo y los nervios se apoderen de las ideas de Echagüe. Esto claro siempre fue aliado del dueño de casa, quien mantuvo su ventaja de 10 puntos (57-47).
Pero siempre hay una luz de ilusión. A poco más de 4 minutos, aparecieron dos bombas de Fernández y Cantón para meter un parcial de 8-1 y soñar (58-56). La defensa siguió siendo férrea para anular el ataque local y en ofensiva se fue efectivo (3/3), para pasar al frente nuevamente en el marcador (62-61), a falta de 2´ 27´´.
Y si algo le faltaba a este emotivo encuentro, fue una falta técnica inexistente a Cajal y un doble sobre la chicharra para igualar el tanteador el local y llevarlo a suplementario en 66. El juego siguió siendo friccionado y el AEC aprovechó su momento defensivo, cuestión que le costó y mucho vulnerar al ataque local.
A poco más de 1´ apareció una bomba de Fernández (2/5) para callar el estadio (74-70) y soñar. El golpe a golpe en la línea más efectivo para la visita que celebró ante todos (incluyendo los jueces), para trasladar la serie a Paraná.
Fuente y foto: Nicolás Furlán - El Diario.
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»MARIANO06/04/2014 12:36
Con mucho dolor quiero decir que Monte merece quedarse afuera. Son un grupo de jugadores SIN SANGRE. En toda la temporada nunca pusieron lo que se debe poner para sacar adelante los partidos, mas aun cuando son juegos claves como el de anoche. Felicito a Echague que, en carácter, fue la contracara del local.