“La dirigencia tiene que ser profesional”

Uno podría creer que las estrellas sólo tienen energías para mirar su carrera. Error. Al menos en el caso de Luis Scola. El capitán del seleccionado ya ha dado muestras de que le queda tiempo para preocuparse por el prójimo. Luifa, por ejemplo, siempre está pensando en cómo ayudar para el crecimiento del básquet argentino.

Hace diez meses protagonizó el TAP, programa de Transición al Profesionalismo, con el objetivo de que jóvenes jugadores supieran qué es lo que se van a encontrar cuando lleguen a la Liga. Y no es lo único que tiene el ala pivote para aportar.

Desde este lunes 11, Scola será el padrino de lujo de un curso en la Universidad de Palermo sobre management deportivo (Programa Ejecutivo en Marketing Deportivo) y ese tema fue el disparador para hablar del interés de la figura de los Rockets sobre una debilidad del deporte argentino y el básquet en particular: la falta de capacitación dirigencial. “Este tema siempre me gustó, pero la iniciativa nació del periodista Alejandro Pérez y Santiago Bloise, jefe de marketing de la AdC. Me lo presentaron para ver si quería ser parte como orador y figura convocante. Todo el mérito es de ellos, yo sólo trato de colaborar. Me pareció interesante porque es algo necesario. Uno de los grandes problemas que tuvimos en el básquet es la falta de dirigentes profesionales. No hay una carrera. Son hombres que tienen otro tipo de actividades y que a la noche van al club a ver qué pueden hacer. Esa idea ya es inadmisible porque los clubes manejan presupuestos con seis o siete ceros y no pueden ser guiados por gente que no está capacitada para realizarlo. La dirigencia tiene que ser profesional y esta es una forma de capacitación”, analiza para Olé desde Houston.

-Hay un vacío a nivel clubes sobre gestión. Se necesita formación, especializarse, no sólo buena voluntad, ¿no?
-Es fundamental que su profesión sea ser dirigentes, no que sean allegados o hinchas del club sólo con buenas intenciones. Nadie puede negar el sentimiento o el compromiso, pero una vez que uno debe manejar una institución con los contratos y responsabilidades que existen tienen que tener las herramientas de un profesional. Yo puedo quererlo mucho, pero si no estoy preparado, lo haré mal. Ojalá que esto sirva y se siga la línea. Sé que es difícil por nuestra cultura, pero hay que empezar por algo.

-Pepe Sánchez empezó hace un año. Formó un grupo de trabajo profesional en el proyecto que tiene en Bahía y los resultados están a la vista, no sólo en la cancha... ¿Qué opinás de esa iniciativa?
-Lo que está haciendo Pepe es fantástico. Me lo mandó por mail y lo felicité. Ahora lo hago públicamente. Igual que a la gente de Weber porque la mayoría de las empresas sólo aporta dinero para un auspicio, pero ellos han otorgado herramientas de gestión. Para Pepe habría sido más difícil sin ese apoyo. Necesitás alguien que capte la idea, la desarrolle y la apoye.

-Y de la otra forma, también, ¿no? Convencer a la empresa, atraerla, no sólo tenerla y si luego se va, se va y vendrá otra...
-Se debe incorporar ese concepto de seducir a la empresa, que se sienta feliz de apoyar ese proyecto más allá del auspicio. Para eso hay que hacer las cosas bien. Yo noto que Weber está orgulloso de cómo hacen las cosas Pepe y su gente. Y ese ida y vuelta es lo que hay que buscar, no como sucede en clubes que se busca una empresa para sacarle lo más posible, con la idea de que “después va a venir otra”. El negocio es hacer feliz a la gente que te apoya hoy.

-Pepe ya hizo algo, ¿y ahora cómo sigue?
-Ese es el tema, ¿quién va a seguirlo? Algún día se va a ir y ojalá que esto sirva para que otros sigan una línea y se arme un sistema y ya no se entienda la Liga sin trabajar de esa forma. Es un problema si se acaba con la idea de Pepe. El demuestra que es posible hacer las cosas así y bien. Ya hizo lo más difícil, que era comenzar, ojalá que no sea en vano. A eso apuntamos nosotros subiéndonos a ese tren con este curso.

-Vos tenés el ejemplo de la NBA.
-Yo siempre hablo de lo terriblemente educativa que es la NBA y la cantidad de cosas que hace para educar a jugadores, árbitros, etc... Invierte mucho en cursos y charlas, y eso suma muchísimo en el producto final. En cambio, en el país la Asociación de Clubes trató de hacer una charla de capacitación y leí que fueron dos o tres dirigentes... Esa es la idiosincracia que se debe cambiar. Es necesario ver la importancia de capacitarse y luego exigirla, desde la AdC o la CABB.

Clarito. El aporte de Luis.

Fuente: Julián Mozo – Diario Olé