Estudiantes se recuperó de tres derrotas consecutivas al superar al puntero del Grupo A, La Unión, por 81 a 75. En un juego marcado por la acumulación de infracciones y la paridad en el tanteador, el local se apoyó en el goleo de su dupla foránea (44 puntos combinados) para festejar ante su gente.
Autor:Fernando Brovelli (especial para www.pickandroll.com.ar)
En el Gigante Verde, se encontraban dos equipos con presentes contrapuestos. Por un lado, el local comenzó con una racha de cuatro triunfos consecutivos pero después no pudo ganar en sus siguientes tres presentaciones. La Unión, por su parte, llegaba como líder del Grupo A al vencer en sus últimos cuatro juegos después de iniciar con dos derrotas seguidas. El elenco formoseño no contaría con el pivot Chaz Crawford, luego de que se confirmara la rescisión de su contrato por inconvenientes económicos.
Después de que Estudiantes tomó la primera ventaja de la noche, la puntería de Flowers y Maldonado le permitieron a la visita establecer un pasaje 6-0 y ponerse al frente. Sin embargo, apareció la mano de Pedro Chourio, quien con tres triples consecutivos abrió el perímetro y volvió a mover el marcador del Verde.
El equipo concordiense ajustó las marcas para incomodar los lanzamientos de su rival, al que también le cortó las vías de contragolpe. De todas formas, en un juego marcado por la fricción desde el arranque, se puso en penalización en tan sólo cuatro minutos y La Unión aprovechó para sumar desde la línea de libres permanentemente. El equipo formoseño no pudo volver a anotar de campo en la segunda mitad del cuarto y un triple más del venezolano Chourio estableció el 18-17 parcial a favor del local.
Ambos técnicos buscaron variantes desde el banco de suplentes y encontraron soluciones ofensivas en el poste bajo por parte de sus relevos. Gonzalo Torres, para Estudiantes, y Sebastián Acevedo, para la visita, fueron efectivos cada vez que recibieron después de un corte hacia el aro y mantuvieron la paridad en un juego que con el paso de los minutos contaba con posesiones más cortas y un ritmo más frenético.
En el medio de un pasaje de pérdidas repartidas de los dos quintetos, a La Unión le costaba encontrar tiros abiertos en el cinco contra cinco. El local imprimió aún más intensidad defensiva, ya que recuperaba bien las marcas después de las cortinas y se cerraba dentro de su perímetro. Además, el elenco de Concordia se apoyó en los recursos ofensivos de Daviyon Dreper, quien no falló ningún lanzamiento y sumó 11 puntos en el capítulo para ayudar a que su equipo vaya al entretiempo 42 a 35 arriba.
A la vuelta del descanso largo, las pérdidas visitantes y cinco puntos seguidos de Eduardo Gamboa establecieron una diferencia de doble dígito en el tanteador. Para más, Gabriel Piccato fue sancionado con una falta técnica, que sin embargo el elenco rival no supo aprovechar. A partir de allí, un parcial 7-0 de La Unión, que seguía tomando respiro en sus pasos por la línea de libres, le devolvió la paridad al juego.
Ya sea con el desequilibrio de Dreper o la puntería de Chourio, los foráneos continuaban empujando el goleo de Estudiantes. Cuando parecía que Martín Leiva se adueñaba de la pintura con su diferencia de centímetros, la potencia de Ignacio Alessio comenzó a pesar en el goleo formoseño (8 tantos) y dos apariciones de Coron Williams le permitieron a la visita mantenerse 58 a 66 abajo al finalizar el tercer período.
La Unión entró al último capítulo decidido a cortar líneas de pase y a congestionar la zona pintada: aprovechó la ineficacia desde 6,75 del local, quien no anotó durante tres minutos, y cinco puntos seguidos de Jonathan Flowers para ponerse a un doble de distancia. El trámite se tornó trabado por la sucesión de infracciones de parte de los dos elencos, que entraron en penalización antes de la mitad del cuarto.
Las pérdidas comenzaron a jugarle una mala pasada a la visita, que concentró su goleo en Flowers debido a que sus habituales laderos (Maldonado, Elsener, Marín) no se amigaban con el aro. Estudiantes recobró la confianza y, aunque continuaba sin puntería desde el perímetro, pudo volver a convertir dentro de la llave para alejarse en el marcador.
Después de un intercambio de aciertos en la línea de libres de cada lado, Gabriel Piccato solicitó tiempo muerto cuando restaba poco más de un minuto de juego y la diferencia era de cinco puntos. A partir de allí, una pérdida y un libre marrado de la visita fueron demasiadas concesiones para Estudiantes que, con dos dobles consecutivos de sus foráneos, liquidaron el encuentro 81 a 75.