¡¡Chi Chi Chi!!

Es como la película “retroceder nunca, rendirse jamás” porque está bien que su entrenador Marcelo Richotti declare “la actitud y la entregan no se negocian” pero habrá que recordar que con él como jugador podías jugar contra Vietnam de visitante. El tema es que de la mera declaración del técnico a la ejecución de los jugadores hay un largo trecho que los entrenadores suelen padecer.

En Peñarol juega Leonardo Martín Gutiérrez. El jugador más destacado de la historia completa de la Liga Nacional cuyas virtudes (como saben) no son solo deportivas. Es una locomotora tirando de un tren incluso desde el banco de suplentes. Anoche a riesgo de romperse decidió jugar el segundo tiempo en “una pierna” porque fue expulsado Ale Diez y había que dar una mano. Su actuación con 6/10 en triples y su aparición en el último fueron claves. La participación para la construcción del triple final de Suárez fue decisiva.

Y finalmente para esta introducción, si hay que sacar a relucir dos o tres conceptos que avalen como fundamentos la victoria de Peñarol sobre Ferro la verdad se hace muy difícil. Eso de que en el básquet gana el que mejor juega, esta recontra comprobado que no es así. Por eso hay que buscar los argumentos en los intangibles: la entrega permanente, el deseo de ganar, la lucha, no darse por perdido nunca y la valentía del Chileno Sebastián Suárez que tuvo un partido con altibajos, errores, aciertos y su tozudez de intentar siempre le dio la victoria a su equipo.

La crónica debe decir que: El primer cuarto fue de Peñarol sin merecer ventaja. Y la sacó porque en el marco de un partido pobre, más peleado que luchado, dos triples de Leo Gutiérrez fue toda la diferencia que hubo entre los dos. De hecho se vio que Ferro tenía hasta un camino más natural para intentar llegar al aro.

Los equipos con planteos similares, de cuidar las posesiones, bajar el ritmo, jugar a 70 puntos, endurecer el bloque defensivo. Peñarol jugaba 2 y 3 x 1 al psote bajo para bloquear los caminos de los internos de Ferro, mientras que el verde (carente de gol exterior) solo tuvo fuerza para atacar vía Clemente y Alessio.

Para el segundo cuarto Ferro confirmó con puntos el dominio táctico y pasó al frente recién sobre el cierre del cuarto. Es que Peñarol aguantó con triples en las manos de Leo Gutiérrez, Jerónimo Barón y Ale Diez. Pero no mucho más. Ni Zurschmitten ni Valinoti pudieron crear juego. El equipo marplatense estaba en un permanente plan “B” donde trataba de llegar al gol con la vía de tres puntos forzando mucho las acciones individuales.

Franco Balbi mostraba una constante que fue un karma para él en toda la noche. A cada asistencia del talentoso base le correspondía una pérdida por exceso de confianza y fantasía. De todos modos entre Martín Cuello y Kevin Hernández arrimaron a Ferro con parcial 15-20 para cerrar arriba el primer tiempo para la visita 31-32.

Hay una situación que merece un párrafo aparte. A falta de 32 segundos para que termine el primer tiempo, el árbitro Rodrigo Castillo decide bajarle a Alejandro Diez y Ramón Clemente la segunda sanción técnica a ambos jugadores (la primera había sido de Juan Fernández) generando de este modo la obligación que los jugadores tengan que dejar la cancha. Diez y Clemente tuvieron varios cruces durante el juego y luego de advertirlos los árbitros decidieron intervenir. En el último Clemente (que luego lo publicó en su cuenta de Twitter) sostiene que reaccionó a un codazo al cuello de Diez. Lo cierto es que cuando el olavarriense se retiraba al vestuario, el puertorriqueño lo fue a buscar para pelearse. Por suerte no sucedió nada y todo quedó en una escaramuza que mantuvo el partido detenido unos momentos.

Para el tercer cuarto las ausencias de Figueroa, Reed y Diez de Peñarol y Maldonado, Calvo y Clemente de Ferro generaron un partido raro, muy atípico donde ambos entrenadores tuvieron que apelar a formaciones tentativas, testando la mano y las condiciones de cada jugador.

En ese subibaja de emociones, de pelea y de lucha Ferro encontró a Nacho Alessio que lució pleno en el parcial para anotar 10 pts con 5/6 en dobles. Llegaron dos triples de Ferro y la visita tomó el liderazgo 43-46.

Pero llegó la reacción de Peñarol con dos triples (cuando no) de Leo Gutiérrez, más una andanada de puntos del Chileno Suárez quien anotó 11 en el segmento. Acuña dio una mano importante en el poste bajo con lucha, rebotes, tapas y 5 puntos ante una mala perfomance de Vuk Ivanovic que sigue sin hacer pie en la liga. El local pasó al frente por la máxima 56-48 con parcial 13-2. Pero como se sabe todo sería parejo hasta el final y Ferro cerró abajo solo por tres el tercer cuarto: 59-56.

Para el tramo final Suárez llegó a la cuarta falta por lo que tuvo que descansar un rato y aunque a veces chocaba sin pensar contra la defensa su búsqueda permanente y sus ganas contagiaron al resto. Habrá que valorar mucho también la valentía de Nicolás Zurschmitten quien sin tener un buen partido ofensivo no dejó de intentar nunca y tuvo premio con un triple clave sobre el cierre (1/8 en triples).

Peñarol pasó de dominar 63-56 a perder 63-65 con parcial 0-9 en contra. Richotti pidió minuto y mandó de nuevo a la cancha a Leo Gutiérrez. El parcial se hizo aún más grande con dos libres de Kevin Hernández (63-67) a falta de 3:40. Pero Leo en la primera que tocó, con la yema de los dedos sin siquiera acomodarse transformó ese tiro en triple y cerró nuevamente el resultado (66-67) y desde allí la incertidumbre fue total.

En la siguiente jugada Leo le recupera una pelota en el mano a mano con Alessio para que Giorgetti-Zurschmitten en contraataque lo conviertan en doble (68-67 y al frente Peñarol). La crisis al equipo marplatense le duró 30 segundos.

La combinación posterior de Valinotti para el triple de Zurschmitten y el base juvenil con asistencia para Acuña derivaron en ventaja para Peñarol 73-69 devolviendo el impacto con parcial 10-2 en menos de dos minutos. El minuto de Álvaro Castiñeira llegó como un ruego.

El final no tiene desperdicio. Dobles consecutivos de Kevin Hernández y Balbi empataron en 73 el juego. Luego de una serie de errores de Peñarol en ataque, Ferro jugó un pick and roll por el eje y fue el propio pivote, Kevin Hernández quien casi se queda con toda gloria. Tiro, tapa de Acuña, rebote ofensivo y doble (73-75). A falta de solo 2.5 segundos.

El triple de la victoria es para verlo:

De tal modo Peñarol se quedó con un partidazo. Con mucho para corregir pero también con sensaciones muy fuertes, sabiendo que un equipo que a falta de juego impone su corazón, la situación se compensa bien. Ferro hizo un juego desprolijo de su base (8 pérdidas) más allá de las 9 asistencias que fueron una más linda que la otra. A pesar de estar impecable en libres (17/17) la visita pecó de su falta de puntería perimetral (4/18 en triples) y en definitiva las ausencias le cayeron peor al verde al “milrayitas”.

Pablo Tosal
@pablosal