“Es el mayor orgullo que he tenido en mi carrera deportiva”

“Fue una experiencia por demás positiva, desde todo aspecto. Primero por lo colectivo, porque se consiguió el objetivo que buscábamos, que era un objetivo muy difícil de cumplir por como venía la preparación del equipo y las dificultades que estábamos atravesando, y el hecho de que hayamos logrado la meta de clasificar a la Argentina al próximo mundial, me satisface y me enorgullece de haber sido parte de ese torneo”.

Pensante, medido y equilibrado a la hora de contestar. Siempre tomándose su tiempo para dar la respuesta, sin dejar cabos sueltos ni ideas en el aire. Hoy por hoy Nicolás Casalánguida se ubica en la nueva camada de entrenadores que tiene nuestro básquetbol, y su buena temporada junto con Gimnasia y Esgrima Comodoro Rivadavia le abrió las puertas del seleccionado nacional masculino. Después de analizar el plano deportivo, el coach del elenco patagónico le dio lugar al aspecto humano:

“En lo personal, un crecimiento que seguramente no lo podré asimilar o capitalizar en este momento, seguramente con el tiempo podré ir tomando conciencia y plasmando, la madurez y las experiencias que ido asumiendo. Muy contento de haber formado parte, al menos por un torneo, del equipo, de compartir con el cuerpo técnico, que me ha ayudado y me ha dado la posibilidad, porque Sergio Hernández me ha dado la posibilidad junto a la Confederación de estar con ellos, así que he tratado de cumplirles con trabajo”.

“Contento también de haber estado junto a un equipo de grandes estrellas, que han hecho historia en nuestro básquetbol argentino, y haber formado parte, al menos por ese torneo, me ha sido un orgullo grandísimo; el mayor orgullo que he tenido en mi carrera deportiva”.

Toda historia tiene su comienzo, y el que vinculó a Casalánguida junto con la selección mayor fue inesperado, al menos para él.

“No lo esperaba sinceramente. El momento que llegó lo asumí con el mayor de los respetos y la mayor de las responsabilidades hacia el trabajo para que salga todo bien, sabiendo que era mi primera experiencia en la Confederación, que nunca había estado antes, y que sabía que era un lugar importante el que yo tenía. Si bien no lo esperaba, intenté dar en todo momento algo por el bien del equipo”.

Por último, al momento de repasar las vivencias que lo fueron sorprendiendo en el certamen internacional, el actual entrenador del cuadro de Comodoro Rivadavia, fue hilvanando los ítems:

“Todos los días creo, en algún punto, me despertaba en mí una sorpresa; no solamente por lo deportivo, por lo basquetbolístico del nivel que tienen los jugadores que integran un equipo; sino por el nivel de un torneo internacional, que si bien alguna vez he visto algunos desde afuera, no es lo mismo para nada estar adentro, en el equipo, y ver como se manejan ciertos aspectos. Más que nada, en síntesis, lo que más me llamó la atención fue el respeto, el profesionalismo, la mentalidad de los jugadores y del cuerpo técnico, con la que se manejan en un torneo de esa envergadura”.

“Si bien uno sabe que las cosas se hacen bien, porque Argentina es el Nº1 en FIBA; cuando se vive desde adentro del equipo, la sensación es distinta y creo que fue uno de los puntos que más tomé de la experiencia”.

Emanuel Niel

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