El Toro por las astas

Después de 55 fechas en la Liga Nacional a veces es difícil demostrar algo que ya no seas, mucho menos engañarse a sí mismo. Peñarol tuvo muy claro que no es y que tiene para dar batalla ante un encumbrado como Gimnasia. Y cuando más lo necesitaba sacó de su repertorio una actuación brillante. Posiblemente entre las tres mejores de la temporada, no solo por la categoría del rival, sino por haber llevado a la acción un plan de juego consciente de esas limitaciones.

Hace tres apenas cuatro partidos sumó 6:41 minutos y 2 puntos frente a Olímpico y hace tres partidos jugó 4:52 minutos, cero puntos y -5 de valoración ante Quimsa. Se trata de Roberto Acuña, un jugador que tuvo un crecimiento enorme esta temporada, que alternó buenas con malas, que sufre con su propia actuación la irregularidad propia del equipo, y que anoche en el Polideportivo fue el factor X para superar a Gimnasia. Este año había tenido cuatro actuaciones de 17 puntos, una de 18 y la mayor de 19, pero con sus 27 puntos ante Gimnasia Acuña se anota la puntuación más alta en su carrera.

Peñarol hizo del rompimiento al canasto un dogma y de meter la bola interior una virtud. Así el “Milrayitas”, el equipo que por promedio más lanzamientos toma de tres puntos al canasto en toda la liga (28.4) tiró apenas 14 en todo el partido (y metió 8, 57%). Jugó completamente distinto a lo que habitualmente hace. Fue más pragmático, hizo lo que le convenía. Jugó con inteligencia y el sacrificio defensivo hizo el resto.

A pesar que ambos equipos salieron a marcar territorio con su defensa, sobre todo Peñarol que elevó la marca personal en presión permanente hasta 9 metros de su propio canasto, los dos encontraron en las virtudes ofensivas las formas de destrabarse y anotar.

Peñarol lo hizo vía Brussino, Sahdi y Acuña. La visita lo logró con Mainoldi, y un poco en cada mano. En el básquetbol cuando un resultado se da en tanteador alto de 22-21 en el cuarto a veces no significa que no estén defendiendo bien. Como ocurrió en el Poli, las ofensivas eran puro talento.

En el segundo curto Peñarol abrió una ventaja de 7 (30-23) que marcó el ritmo de todo el segmento. La mantuvo promediando el parcial (41-34) pero no la pudo mantener hacia el cierre porque apreció Leonel Schattmann que se animó a penetrar y dejó de tirar de lejos. Tal como lo hizo todo su equipo.

Gimnasia lanzó 10 triples en el primer cuarto y solo dos en el segundo. Por el contrario buscó el aro más de cerca para lograr el 8/13 en dobles con que se mantuvo en juego en el segundo cuarto. Esa situación de ir para adentro y no tirar tampoco es propia de un equipo como Gimnasia, cuarto equipo en la liga con más intentos de tres puntos (24) pero el juego se dio así y el patagónico busco siempre a la dupla Sandes - Clancy para producir desde el poste bajo.

En la última jugada del primer tiempo, Nico Brussino fue a buscar una tapa de Aguerre, llegó tarde y sin que medie ningún roce cuando cayó se dobló el tobillo. Los estudios médicos determinaron un esguince severo grado tres y 30 días de recuperación.

Las primeras noticias en el poli daban cuenta de una posible fractura de Nico y dio toda la impresión que Peñarol salió a jugar el segundo tiempo con la lesión de Brussino en la cabeza. El ambiente en el poli había sido invadido por una sensación de desolación.

El tercer cuarto tardó al menos cinco minutos en armarse. El juego cayó en un pozo y no se parecía en nada al entretenido primer tiempo. Sergio Hernández sabiendo que solo tenía a Sahdi en la base por el edema en el sóleo (contractura) de Figueroa, más la salida de Brussino movió el banco de manera inesperada.

Muchas veces se bancó las paradas más difíciles con un doble 4 (Leo y Ale Diez) esta vez puso un doble pivote (Acuña y Moss). Además lo llevó a Winston de escolta con Giorgetti de alero. Una formación excesivamente alta para complicarle la vida a Gimnasia.

Jugando de manera inteligente, sin tirar triples, llevando peligro con Winston en 5 metros, Acuña en las caídas del pick, Sahdi atacando vertical, Peñarol encontró una rica variedad de maneras de convertir. La defensa de Gimnasia tenía varios frentes abiertos de preocupación. De todos modos el equipo de Gonzalo García encontró un buen pasaje de Sandes para recuperar la confianza y arrimar 19 puntos en total en el cuarto que lo perdieron 26-19 para una diferencia total de 10 al cierre del tercer parcial (69-59) favorable a Peñarol.

En el último cuarto el local manejó ventajas nunca menores a 8 puntos salvo promediando el segmento que remando con la dupla Sandes – Clancy Gimnasia logró ponerse a 4 (80-76). Pero lo dicho: era la noche del Toro Acuña.

En un par de jugadas consecutivas liquidó el juego. Lo hizo con puntos de posteo, con puntos de pick and roll, con defensa, recupero y contraataques de Acuña acompañado por un Fabián Sahdi sublime. El natural base suplente del equipo se bancó la parada de jugar 38 minutos, correr a los bases rivales, recuperar balones (4) pasarla (6 asistencias) rebotear (8) y además anotarse con 19 puntos. Una actuación estupenda la que brindó Sahdi anoche en el poli.

Hernández insistió con formaciones alternativas para sobrellevar el momento pero le salió muy bien. Gimnasia no pudo descifrar nunca lo que Peñarol proponía y se encerró en su propio desconcierto. De los Santos apagado físicamente no tuvo resto para ayudar al equipo. Machuca hizo un muy buen partido pero desde el perímetro solo lo acompañó Aguerre (2/3) con los triples.

Tanto insistió Peñarol en el poste bajo que duplicó en libres a su rival (28/35 contra 15/17) sabiendo que su negocio anoche era poner la bola cercana al canasto y abandonar ese formato de bombardero que habitualmente presenta.

Fue una tarea por demás alentadora para Peñarol que ganó por 11 y no alcanzó la línea de 17 puntos que lo pondría en ocasión de discutir el primer puesto. Aseguró el numero dos que lo deposita en semifinales de conferencia de manera directa, se ganó 20 días de descanso, cortó una racha de 6 victorias en fila de Gimnasia y lo hizo con un equipo disminuido y golpeado. Todo eso se llevó Peñarol anoche del poli. El equipo visitante con la derrota se llevó el uno de la regular, pero quedó en deuda. Y lo sabe.

Síntesis

Peñarol (100): Fabián Sahdi 19, Kennedy Winston 15, Nicolás Brussino 5, Leonardo Gutiérrez 9 y Roberto Acuña 27 (FI). Alejandro Diez 5, Luciano Massarelli 11, Chris Moss 6 y Franco Giorgetti 3. DT: Sergio Hernández.

Gimnasia Indalo (89): Nicolás De los Santos (x) 4, Leonel Schattmann 19, Leonardo Mainoldi 13, Federico Aguerre (x) 12 y Sam Clancy 12(FI). Jonatan Machuca 13, Diego Cavaco 3, Matías Sandes 13 y Aaron Brown 0. DT: Gonzalo García.

Parciales: 22-21; 43-40 y 69-59.
Árbitros: Pablo Estévez y Javier Mendoza.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata)
Foto: Laliganacional.com.ar