Instituto mostró en el partido del domingo una cara más cercana a su realidad. Recuperó su rendimiento, derrotó al siempre difícil Estudiantes de Concordia y recobró la confianza. La palabra del entrenador de la Gloria, Ariel Rearte, tras el juego
“El equipo necesita recuperar la memoria. Sabemos que eso es lo que debe pasar. Nadie se olvida de cómo hacer las cosas; sino que no están saliendo. Es el momento de volver a las fuentes y responder en la cancha”, dijo el entrenador Ariel Rearte antes del compromiso con Estudiantes de Concordia en el Ángel Sandrín; y se cumplió al pie de la letra.
El Albirrojo volvió a las fuentes: defendió a la altura de sus posibilidades (volvió a dejar al rival en menos de 70 puntos), movió el balón hasta que llegara a las manos más indicadas en cada momento del juego, rotó la banca de manera certera, pudo explotar a la máxima potencia su principal arma que es correr el rectángulo y sus hombres clave dijeron presente en el momento justo. Claro, no todo brilló como oro. Le costó 20 minutos aceitar su engranaje, pero lo logró.
La Gloria pudo derrotar a un rival duro como lo es Estudiantes de Concordia (76-69) y supo aprovechar la derrota de Quimsa a manos de Boca, también de Libertad frente al equipo de Concordia, dos rivales directos a la hora de pensar en lo que viene y en el mejor posicionamiento de la Conferencia Norte.
Ahora el equipo dirigido por Rearte muestra un registro de 24-18 (57.1%) en 42 partidos jugados y será clave su salida a la ruta para enfrentar a Quimsa y Olímpico, equipos que tienen la misma cantidad de compromisos disputados y números de triunfos y derrotas similares: 23-19 y 22-20, respectivamente.
La importancia de lograr resultados en Santiago del Estero radica en que luego tendrá cinco partidos seguidos en Córdoba (Boca, Libertad, La Unión, Ferro y Quilmes), condición en la que Instituto en esta temporada 2016/17 ganó 14 y tropezó en 6 oportunidades.