La cercanía a los playoffs se empieza a sentir. Para Pablo Bruna el “break” que le da el fixture es importante. El base también habla de su “nueva” función y la particular identificación con el club en el que ya suma 101 partidos.
Por lo que hoy genera y exige el deporte profesional, encontrar jugadores que se identifiquen con un color de camiseta no es sencillo. Es algo para pocos. Instituto tiene uno de ellos: Pablo Bruna. El base rompió la barrera de los 100 partidos en la Liga Nacional de básquetbol (tiene 101) con la casaca albirroja y lo disfruta. El momento por el que atraviesa el equipo, también ayuda; y para él es justamente el rendimiento el foco principal en este momento.
La Gloria es en este momento de la temporada uno de los mayor cantidad de juegos ha sumado y, por eso, llegó el momento de poner un pie en el freno y aprovechar el respiro que brinda el fixture. Al respecto, Bruna dijo: “La verdad que viene bien. Nos permite tomar un poco de aire después de un mes de marzo muy agitado. Ahora tendremos tres juegos en tres semanas, lo que nos ayudará a recuperarnos y ponernos bien para el posible ingreso a los playoffs”.
- ¿El momento del equipo también lo necesitaba?
- Sí. Fuimos un tanto irregulares, pero dentro de eso lo bueno es que no caímos en una pendiente. Seguimos con el debe de ganar de local; estamos jugando mejor afuera. Nos están costando los arranques. Es ansiedad y a eso hay que manejarlo en los últimos partidos.
- ¿Ansiedad?
- Pasa por lo larga que se está haciendo la Liga. Llevamos 47 partidos, nos faltan 10 más y es un mes y medio de competencia. Ya querés empezar los playoffs. Hay que saber llevar el momento, sino después te puede salir caro.
- ¿Se mira lo que pasa arriba y debajo de Instituto en las posiciones?
- Ahora sí. Es tiempo de definiciones y uno sigue atentamente a los equipos que pelan con nosotros. No se puede no hacerlo. Indudablemente hay que fijarse porque se empieza a definir todo.
Su presente y el nuevo rol en el equipo
“Cada vez que me toca entrar aporto lo que sé hacer. Hablé con Ariel (Rearte) a principio de temporada y sabía a qué me quedaba. Conocía que no me iba a tocar jugar tanto porque soy un hombre de rotación. Es un rol completamente nuevo en mi carrera. No voy a mentir, me costó mucho asimilarlo”, afirmó.
- Pero ahora has vuelto a demostrar una buena versión de Pablo Bruna.
- Estoy contento por eso. Gracias a Dios están saliendo bien las cosas. También se da esto porque son 47 partidos que comen piernas. Hay varios jugadores con carga de minutos y decisiones. Cualquier equipo que tenga 8 o 9 posibilidades de rotación va a tener ventaja sobre el resto.
- ¿Costó asimilar más la falta de minutos o la nueva función dentro de la cancha?
- … Fue un cambio rotundo. Tengo entre 10 y 15 minutos de promedio y eso jugaba en mi cabeza. Sé que no tomo tantas decisiones como antes; pero cuando lo haga tienen que ser acertadas. Hay jugadores con mayor poder de decisión porque así fue planteado el equipo. Pero… Costó, costó. No fue fácil.
- Pocos equipos tienen un jugador que se identifique con el club. Instituto, con vos, sí lo tiene.
- Eso me pone feliz. Es cierto que hoy en día no hay muchos jugadores que se identifiquen con un club y a mí eso me da orgullo. Te da la pauta de que hacés bien las cosas en el lugar que estás. Mi carrera fue así: siete años en Marcos Juárez, uno solo en Trelew y cinco aquí. Estoy muy cómodo y trato de transmitir lo que todos quieren del equipo. Me siento un poco el nexo entre la gente y nosotros. Trato de usarlo para aportar energía extra en los momentos difíciles. Contar con la gente siempre es un plus.
- Más de 100 partidos no es poco.
- No tengo ni dos años en la Liga y ya llegué a 100. Ves jugadores que hace muchísimo que están y cumplen 600, 800… ¡Yo, ya 100! Me perdí sólo dos partidos (fue operado de apendicitis días antes del debut en esta temporada). Por suerte el físico acompaña y uno trata de hacer bien las cosas para estar sano. Sigo tratando de aprender y disfrutar porque todavía soy nuevo en la Liga.