En el Ángel Sandrín, por la final de la Liga Sudamericana 2018 el conjunto cordobés buscará esta noche empatar la serie en 1 y forzar un tercer y definitorio juego. Mejorar la defensa como premisa ideal. Análisis previo.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
La página más importante del básquet de Instituto Atlético Central Córdoba se escribe en estos días de diciembre donde disputa la final de la Liga Sudamericana 2018. Hoy como local accede a un juego histórico, para buscar un triunfo que le de la chance de ir a un tercero y definitorio partido mañana en la misma cancha.
El de hoy será el partido de los “ajustes y los nervios”. Estas dos son las premisas fundamentales.
Empecemos por los “Ajustes”.
Franca hizo 54 puntos en el primer tiempo en Brasil con 11/18 en triples. Lo primero que debe identificar un entrenador es que grado de responsabilidad ha tenido su equipo en defensa para sufrir esos guarismos extraordinarios.
¿Instituto defendió mal el primer tiempo? o ¿defendió bien y puedo hacerlo mejor?. Quizás Franca sencillamente estuvo intratable. Vean ustedes cuántas posibilidades abre el abanico de investigación de “por qué pasó lo que pasó”.
A veces no alcanza con marcar bien, y me inclino a pensar que Instituto sufrió una tormenta perfecta en el primer tiempo, porque salió con el scouting listo, los jugadores libro en mano para ejecutarlo y la moral alta, pero Franca tuvo 20 minutos de ensueño. Lo mejor que hizo instituto en ese fatal primer tiempo fue defenderse con gol. Cuando no se puede parar al rival, por los motivos que sea, “hay que correrlo para el lado que dispara”.
Franca en el 2do tiempo lanzó 5/14 en triples. A medida que se sintió menos confiado bajó el nivel de lanzamiento (4 menos) y desde ya los porcentajes donde pasó de 61% en el primer tiempo a 35% en el segundo. El equipo Brasileño en el cierre del partido vivió de rentas, de lo que había sobre producido en el tramo inicial del partido.
La defensa del segundo tiempo del conjunto cordobés no cambió esencialmente mucho, ajustó con mejor ejecución del salto al balón y sobre todo contuvo a Alexey más de cerca ya que Whelan le pasaba por detrás de las cortinas y el base de Franca lo castigó con 3/3 en triples de manera consecutiva (luego terminaría el partido con 4/4). Increíble puntería y aprovechamiento de espacios.
Franca castiga el retroceso rival como ningún otro equipo porque posee tiradores en todas las manos y puede lanzar a la carrera, y en el paso de retroceso si no se regresa a defensa bien armado aparecen los espacios que Franca necesita para convertir. Por eso la defensa de Instituto comienza en el ataque. La propuesta del control de juego es esencial para obligarlo al conjunto brasileño a tener que pensar luego como desarmar el 5 vs 5 que le propone Instituto.
El problema ofensivo que se le genera a Müller lo tiene en la posición del 2-3-4. Instituto tiene los mejores dos jugadores ofensivos en la misma posición. Porque Luciano González y Leandro García Morales son garantía de gol. Si no funciona uno, sin dudas funciona el otro, el problema es cuando funcionan los dos, porque hay que correr a Piñero de 4 sacando de la cancha a Espinoza que es sin dudas el mejor valor defensivo junto a Clancy. O sacar a Piñero y perder altura para marcar y el rebote. Es un dilema que debe resolver el entrenador.
Un jugador a tener en cuenta hoy entre todos los detalles es Marcos Silva que aporta en un ritmo de 10 puntos de promedio pero en el juego 1 fue quien mejor aprovechó espacios abiertos y estuvo endiablado con 5/8 en triples perforando la defensa de Instituto hasta convertirse en el goleador del juego con 21 puntos. Es un jugador que sabe muy bien lanzar en movimiento y a pie firme pero no genera tiros libres con rompimientos, necesita de la dinámica para vivir.
Cuando hay un partido de altos porcentajes, como ocurrió el pasado viernes en Brasil, la lucha por los rebotes no parece un factor clave, pero con apenas 7 rebotes ofensivos, Franca encontró 12 puntos de segunda instancia. Eso es demasiado. Instituto logró un número similar también elevado consiguiendo 10 puntos con 8 rebotes ofensivos. La diferencia que se puede abrir esta noche y que le conviene al conjunto rojiblanco de la Gloria es aprovechar el campo abierto y buscar puntos de contraataque. En el juego 1 Franca apenas tuvo 2 puntos de contraataque (pero muchos de ataque rápido) mientras que Instituto consiguió 10 pts de contragolpe.
Momento de los “nervios”
Para pensar una final hay que imaginar los instantes finales. En el minuto final es donde la final toma el peso correspondiente, mientras tanto parece otro partido. Por eso se lleva de un modo y se termina de otro. ¿Quiénes son los jugadores correctos para cerrar en el campo un juego con presión? Es la pregunta que se responden inicialmente los entrenadores.
En este caso haber jugado un partido parejo y muy bueno de visitante ¿juega a favor o en contra de Instituto en la previa?. Mi idea es que juega a favor en el inicio, impulsando al jugador a llenarse de confianza que en casa todo será mejor, luego eso no afecta durante el desarrollo y juega en contra sobre el final del partido, sobre todo si el score es parejo. ¿Por qué? Porque se perdió en Brasil.
La victoria inicial está en manos de Franca y eso es incontrastable y por mucho que se quiera alimentar el espíritu pensando que “en casa es distinto” si el juego llega a un final cerrado, los nervios son para quien tiene todo por perder.
Hoy Franca puede arriesgar. Tiene una bala para gasta en su revólver y si quiere tirarla al aire lo puede hacer. Instituto puede esperar, por ejemplo, varios pases de apertura de un sistema rival que termine directo en tiro, porque pueden forzar esa situación. Si Franca convierte rápido lo pone al conjunto local dentro de una picadora de nervios. También puede aprovechar algunas exigencias defensivas diferentes, de doble marcar en algunos sectores, que prefieran tomar riesgos, para generar problemas. Situaciones que no mostraron de local. Y la sorpresa es una parte importante de esta historia. Instituto debe salir preparado a resolver problemas nuevos.
El factor cancha será seguramente un buen aliciente para el equipo, sobre todo si el equipo va parejo o ganando. Aunque el público debe estar consciente que irá al Sandrín a vivir una fiesta de básquet y no ser factor decisivo de un resultado. El primer partido de la serie fue uno de los mejores partidos que yo viví en todo el 2018, por nivel de ejecución y desarrollo táctico. Si nos regalan otro juego como ese, será un premio mayúsculo y si gana el equipo argentino, mucho mejor.