Instituto cerró en una sorprendente posición en la etapa regular de la Liga. Apenas octavo luego de conformar un elenco para pelear de lleno el campeonato. Finalmente se pinchó, cambió de entrenador y movió mucho su roster hasta terminar con una llamativa cara.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Con ver el plantel con el cual inició la temporada Instituto, no había más que colocarlo mentalmente en las primeras colocaciones del torneo. Aún más luego de los cambios y remodelaciones de lujo con extranjeros que hizo. Bueno, ni una cosa ni otra. Instituto terminó una posición muy lejos de lo esperado y ahora luchando por la reclasificación sin ser un claro candidato inclusive en la llave.
La gloria comenzó la temporada con varios interesantes refuerzos. Las vueltas de Bertone y Alessio sumado a Torres y sobre todo el bombazo que fue la llegada de Chiarini al plantel desde Atenas. Además de un par de renovaciones e iniciar el torneo ganando el duelo ante el griego. Un arranque muy alentador con marca de 8-1 (cedió 77 - 47 ante San Martín), repartiendo bien el goleo, con claridad ofensiva. Sumó mucha jerarquía con Colmenares además de Figueredo como recambio desde la conducción (8.0 ppp, 3.0 rpp, 1.7 app en 13 PJ)
De a poco comenzó a tener ciertas desconexiones en su andar. Defensivamente empezó a tener grietas y fue variando la inicial buscando recursos en otros jugadores. Ganó 2 de 8 cediendo ante Obras y Boca sumado a su baja eficacia y entender quien o quienes llevaban las riendas adelante. Los cambios múltiples dentro del plantel continuaron sin parar. Se fueron Torres (sin pena ni gloria), Bertone y Figueredo además de sumar a Brussino más Lemon y Jackson como refuerzos de lujo por sus antecedentes.
El equipo comenzó la doble competencia. La Champions League por un lado con todos los problemas de los últimos juegos pero bien reforzado y una racha positiva que apareció en escena. Seis éxitos incluido San Lorenzo y una monumental goleada ante Bahía Basket también. Brussino (8.0 ppp, 2.9 rpp, 4.2 app) se hizo cargo de la conducción e intentar meter de lleno a los extranjeros, algo que resultó complejo para Ginobili y el equipo. Sumado a todo, su presencia anticipada en el Final Four del Super 20.
Tuvo diferentes bajones de los cuales les costó levantarse. Cayó claramente ante Boca y San Lorenzo, no pudo frente a Obras y la pasó mal en el Final Four. Cedió ambos compromisos mostrando una floja cara en general. Todo determinó la salida, ya anticipada, de Sebastián Ginobili del equipo. Comenzó a alejarse de las primeras posiciones, Lemon (10.9 ppp en 7PJ) rindió poco y sin el protagonismo esperado.
Comenzó a alternar victorias y derrotas, cedió claramente ante Gimnasia, fue sorprendido por Oberá y perdió ambos juegos como local por la Champions. Un panorama desolador. Dejó el equipo Colmenares por cuestiones personales, necesitó de Scala (9.1 ppp, 41% en triples) para levantar del perímetro junto a Cuello (14.0 ppp, 3.8 rpp, 2.6 app) y Espinoza abriendo como inicial sobre Jackson. Un mal cierre ante San Martín y octavo puesto. Los playoffs lo esperan pero deberá esmerarse para mostrar algo mas.