Fue un festejo por tres

¡Que celebración del cumpleaños número 8 de Maia! La hija mayor de Javier Martínez fue la “estrella” de la foto final de La Unión en el Cincuentenario. Cuando todo el equipo estaba en el medio de la cancha celebrando, su papá la sumó a los festejos y así, con todo un estadio de pie, Maia se llevó un día de cumple inolvidable.

Después había que hablar y Javier Martínez dijo: “Lo vamos a disfrutar muchísimo, se viene San Martín que es un gran equipo y la verdad que para mí son muchas sensaciones encontradas, jugué seis temporadas y media en este club como Regatas y venir y eliminarlos ahora es una alegría por una parte y un sin sabor que no lo puedo digerir todavía, pero bueno contento por lo que conseguimos”.

Ya hablando del partido que se había ido marcó que “hoy nos dimos cuenta que si íbamos a un quinto partido ya íbamos muy jugados, ellos iban a tener la confianza muy en alta y por suerte jugamos bien defensivamente en el último cuarto y sacamos esta diferencia. En el tercer partido entramos apresurados, queriendo ganar en una pelota y eso le facilitó el trabajo a Regatas. Sabíamos que hoy era la noche para ganar. En el último cuarto creo que dimos una muestra de carácter. Hoy era el cumpleaños de mi hija y le quería dar esta alegría y el domingo es el mío, así que festejo por tres”.

Cuando salió de la cancha reemplazado, todos lo aplaudieron de pie y entonces habló de ese reconocimiento: “La Unión al no ser un club social, es muy difícil que el formoseño se identifique, porque no tiene un contacto diario, no va a una pileta o como un asado en el club. El que nos ovacionen a todos hace pensar que tal vez tocamos una fibra que por ahí antes no se tocó”.

Después sí ya no hubo manera de contener la emoción cuando habló de su familia: “es importantísima y más cuando uno no es de este país. Acá hay muchos paraguayos, se vive muy parecido a Asunción en cuanto a costumbres, pero no estás en tu casa, no tengo acá ningún tío, ninguna tía, entonces entre nosotros nos soportamos los buenos y los malos momentos. Por eso en noches como estas, uno quiere compartir todo lo lindo con ellos. Para mi familia fue durísimo dejar Corrientes después de cinco años consecutivos, la decisión fue mía porque necesitaba un cambio de aire. La gente por ahí no sabe lo que significa cambiar de un lugar donde uno estuvo tanto tiempo, donde se sentía identificado. Hubo cambio de casa, de colegio. Parecería que solo estamos detrás de una pelota, ganamos buena plata y listo. Por parte es cierto, tal vez vivimos en una burbuja de los que es la situación del país, pero hay un sacrificio diario muy grande y más cuando tiene la familia que está detrás de ti”.

Prensa La Unión