La Unión de Formosa afrontará un importante desafío a comienzos del 2017 ya que participará de la Liga de las Américas. El base Alejandro Konsztadt ya empezó a palpitar lo que será la participación formoseña en el certamen continental más importante.
Se trata de un reencuentro, el de La Unión de Formosa con la Liga de las Américas. Será el volver a cruzarse, luego de una primera experiencia, en 2012, en la que al último subcampeón argentino no le quedó un mal sabor de boca, ya que terminó segundo, siendo anfitrión de la Final Four.
La excelente campaña en la última Liga Nacional de Argentina, donde cayó en la final ante San Lorenzo, le permitirá a La Unión regresar al ámbito internacional.
Mientras luchan con su irregularidad en la LNB, los formoseños brindarán en estas Fiestas para que el nuevo año les depare una destacada actuación, también, en la Liga de las Américas.
Uno de los referentes del equipo, el armador Alejandro Konsztadt, reconoce la importancia del torneo y, por eso, aconseja ir partido a partido, sin apuros.
-¿Cómo viven en La Unión de Formosa este volver al terreno internacional?
-Desde que este club llegó a la Liga Nacional hace 12 años ha dado muestras de querer ser un equipo importante y protagonista. El poder haber clasificado al torneo más importante del continente a nivel clubes FIBA es un motivo de orgullo y un incentivo para seguir apostando y creciendo. El equipo lo tiene muy presente por la magnitud del torneo. Sin embargo no nos desviamos del foco de la Liga Nacional, donde también intentamos ser protagonista. Ya se acerca la fecha de preparar los partidos y empezar a hablar del torneo. La ciudad de Formosa tiene una expectativa grande y está ilusionada con hacer un buen papel. Ojala sigamos avanzando y se pueda organizar algún cuadrangular en nuestro estadio, así la gente tiene la oportunidad de ver un torneo tan importante.
-¿Qué objetivo se fijaron para la DIRECTV Liga de las Américas?
-La expectativa siempre es que las cosas salgan bien, poder dar nuestra mejor versión individual y colectiva. Somos un equipo con poca experiencia internacional. Por eso, no deberíamos ponernos un objetivo a largo plazo. El objetivo hoy es poner toda la energía y el foco en el primer partido del cuadrangular y ganarlo. Luego de cumplir, iremos planteándonos los siguientes.
-¿Qué opinas del grupo que les tocó, con Soles de Mexicali (MEX), Aguada (URU) y Correcaminos de Colón (PAN)?
-A un mes de la competencia no tenemos mucha información de los equipos, pero es evidente que será un grupo muy exigente. Soles, por su condición de local y por tener jugadores con experiencia en el plano internacional, será el favorito. Los equipos uruguayos siempre son ordenados y muy intensos y sabemos que las ligas de Centroamérica son muy atléticas, algo de lo que deberemos cuidarnos.
-¿Cómo analizas la tarea de La Unión en la Liga Nacional?
-Al repetir algunos nombres de la temporada anterior, en la que fuimos subcampeones, hizo pensar que se continuaría con el mismo alto rendimiento. Pero no es así. Este nuevo equipo todavía está en proceso de armado, de encontrar la identidad, en crecimiento. Eso nos lleva a tener partidos muy buenos y otros no tanto. La regularidad depende mucho de nuestra capacidad de enfocarnos. Nos pasa no solo de un partido a otro, sino dentro de un mismo partido. Hacemos las cosas muy bien durante 20 minutos y después, por 10 minutos, perdemos el foco y nos vamos totalmente de partido. Hay una madurez a la que el equipo debe llegar para disimular esos baches. Y esa madurez la vamos a lograr con la suma de partidos y experiencias. Cuanto más rápido lo hagamos, antes se verán los resultados e iremos subiendo nuestro techo.
-¿Por qué crees que los equipos argentinos hace cuatro años que no logran el título continental?
-El baloncesto a nivel mundial está en permanente crecimiento. Las ligas cada vez son más competitivas, profesionales y cada vez se trabaja mejor. También influye el poderío económico de los clubes. Hay muchos que son poderosos, por lo que las posibilidades están abiertas para varios. Estoy convencido de que los equipos argentinos están a la altura de los mejores del continente.