Instituto se recuperó en su casa tras la derrota frente a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia y lo hizo de manera contundente frente a un descolorido La Unión de Formosa. Tal vez La Gloria no demostró su supremacía en el resultado final (70-61), pero no tuvo demasiadas complicaciones para quedarse con el juego
Autor:Juan Pablo Casas (@JPabloCasas)
Y así fue desde el comienzo del partido, en el que los dirigidos por Sebastián Ginóbili ya comenzaron a marcar ventajas marcando un parcial de 14-2 en los primeros cinco minutos del encuentro, cerrando los caminos de la ofensiva visitante y buscando, en ataque, siempre llegar bien cerca del cesto rival, con penetraciones, pelotas en la zona interior y algunos lanzamientos externos. Esas variantes y la movilidad de pelota, le dieron al equipo local tranquilidad en ese comienzo para manejar sus ataques, pese a alguna leve remontada del equipo rival.
Con Martín Cuello y Germain Jordan como protagonistas iniciales (6 y 5 puntos, respectivamente en el primer cuarto) el conjunto local encontró soluciones en su juego de ataque y rotó su banco de suplentes (sin Reyes ni Romano, quienes presentaban molestias y dolores físicos. Aunque La Unión tuvo una leve reacción en ese período inicial, fue el bando cordobés el que selló ese segmento arriba 19-12.
En el segundo cuarto, Instituto no cambió su repertorio, jugando nuevamente con mucha rotación de pelota y buscando cerrarse bien en su sector defensivo, pero La Unión apretó un poco más en su defensa y le devolvió algo en ofensiva al local. De la mano de Anthony Young (6 puntos en dicho período) y con aportes reboteros, la visita se comenzó a acomodar y a aprovechar los momentos en los que el local entraba en baches basquetbolísticos.
Sin embargo, todo parecía controlado por Instituto, que regulaba y aceleraba nuevamante a gusto, sin brillar, pero siendo regular en el repertorio que presentó en cancha. Cuello siguió siendo fundamental en su juego, mientras Pablo Espinoza le daba resultados a los de Ginóbili en ataque, pero principalmente en la defensa de su propio cesto, con Santiago Scala como soporte continuo en ofensiva.
Con la ventaja obtenida en el primer tiempo (35-26) a Instituto no se le hizo difícil trabajar y mantener esa brecha para los veinte minutos restantes, sin pasar ningún sofocón y sin tener problemas para sostener su juego. Aunque La Unión, que también buscó muchas soluciones en su banco de suplentes, amagó varias veces con meterse en juego, pero todos fueron momentos individuales y muy poco de juego asociado, mientras Cuello y Jordan hicieron lo suyo para mantener al local al frente en el marcador.
Ambos jugadores siguieron siendo las armas principales del ataque cordobés, tanto cerca como lejos del canasto, desarmando cada intento defensivo propuesto por el equipo dirigido por Alberto Cano. En la otra vereda, Young siguió tratando de sobrevivir en el juego, lográndolo de la mano de Young, llegando a estar a cinco en los números (38-33), pero sin lograr torcer la historia.
Instituto se fue arriba nuevamente en el marcador del tercer cuarto (55-45) y en los diez minutos restantes su tarea sólo fue la de seguir por la misma senda, sin perder el control de lo generado hasta ese momento. Los dos equipos fueron recurrentes en las pérdidas durante todo el juego (12-11 en total) y bajo esa misma tónica se desarrolló el cuarto final, en el que La Gloria se vio superado levemente desde lo numérico (15-16).
Con ese bajo goleo, el equipo cordobés aprovechó para ir definiendo el pleito a su favor y no darle ningún tipo de oportunidades a La Unión, que batalló y batalló hasta donde pudo, pero que nunca impuso su juego. Instituto, por su parte, no fue brillante, pero sí inteligente para cerrar el partido, con una gran noche de Cuello (17 puntos) y la victoria para recuperarse tras la caída sufrida en casa días atrás.
Crónica: Juan Pablo Casas (@JPabloCasas) Foto: La Liga Contenidos