De cabeza a la ilusión

Un partidazo. Anoche había mucha gente en Once Unidos. Los hinchas de Quilmes se habían reservado una despedida de año muy colorida para su equipo, pero el partido no era la fiesta esperada. Libertad le dio toda clase de problemas y a razón de la verdad, jugó mejor que su oponente. De todos modos Quilmes le dio la alegría inmensa de dar vuelta un resultado sobre el final y quedarse con una victoria que levanta los corazones.

“En básquet el que juega mejor gana” es una frase que todavía no compré. He visto varias veces equipos que juegan mejor y pierden. Anoche fue el caso de Libertad. ¿Por qué ganó Quilmes? Cuando el control del juego lo tiene el oponente lo que único posible para ganar es apelar a los recursos. Eso hizo Quilmes, más allá de lo anímico (fundamental), a no entregarse y pelear, sacó de la galera los recursos individuales por arriba de cualquier sistema.

El partido fue un juego de rachas, dentro de ese vaivén el campeón de la Liga siempre dio la sensación de estar más armado, más dentro de lo que pretendía. Desde el arranque Jason Osborne brindó un cátedra de básquetbol aplicada a 20 minutos. Intratable.

El extranjero de Libertad a sabiendas que no tiene a su lugarteniente Andrés Pelussi al lado, con coraje y capacidad atacó el aro cervecero, marcando 8 puntos en el primer cuarto y 14 en el segundo. Osborne tiene la facultad de jugar en ofensiva sin que de la sensación que fuerce las acciones.

En principio con tres triples (Calderón, Dixon y Gil) Quilmes sacó una diferencia de 7 (17-10). Julio Lamas pidió minuto y sus dirigidos entendieron el mensaje. Por entonces, Libertad no había convertido ningún punto con asistencia. Recién a la vuelta del minuto Moldú le pasó la pelota a Zilli para que convierta. Estaba sobreviviendo en acciones individuales, quebrado sin juego, cuando se propuso unirse como equipo, los de Sunchales pasaron por arriba al cervecero.

Cerraron el cuarto con un parcial 0-10 (17-20) que extendieron 5 puntos más en el comienzo del segundo parcial (17-25). De la Fuente comenzó a mover el banco de suplentes buscando variantes. Había salido de movida con otra sorpresa usando a Facundo Piñero de 4 titular al lado de Calderón. Pero en la rotación cambió el base y el juego interior (Dentis y Romano).

Pero por más piezas que movía el local, Libertad era Osborne y su ballet, hacía todo más fácil y jugando con buenos pases encontró cuatro triples que ampliaron la brecha (24-32). Quilmes dependía de Gil (6) y Dixon (8) y se confundía ante la típica zona de que implementa el conjunto de Lamas detrás de cada conversión.

El primer tiempo se lo llevó la visita por 10 (39-49) con 34 de valoración (6/6 en libres, 5/6 en dobles y 2/2 en triples, 6 reb, 1 asis, 2 rec, 4 faltas recibidas) en solo 20 minutos del extranjero ala pivote de Libertad.

Para el segundo tiempo Quilmes salió con la premisa “todos contra Osborne” en defensa y en ofensiva ser más rápido en la ejecución para crear huecos en una defensa de Libertad que lucía muy sólida. Para ello dispuso a López de “2” al lado de Salles y Maciel de 4 para frenarlo a Osborne. La receta se completó con la puntería de López y Maciel con 4 triples entre ambos.

Primero un parcial 11-2 para acercarse a solo 3 (50-53) y descontar la ventaja de 12 puntos que disfrutaba Libertad. Enseguida llegó un golpe en la mano de Osborne que lo sacó de la cancha por todo el tercer cuarto y dos triples seguidos de Farley que abrieron otra vez la brecha (50-59)

Quilmes la remó de nuevo y con un triple inverosímil de Maciel (cuando le quería tirar un “alley oop” a Dixon y pelota entró “limpita” en el aro) se puso a uno 58-59. Pero no había caso, Libertad jugaba muy bien y encontraba soluciones en todos lados, incuso sin Osborne para llevarse el tercer cuarto 67-70, aunque el parcial fue para el cervecero 28-21.

En el segmento final volvió el extranjero determinante de Libertad mientras Farley iba creciendo en el partido tomando decisiones difíciles. Quilmes por el contrario lo sentó a Dixon y se quedó solo con los nacionales en cancha.

El segmento fue cervecero porque su defensa se puso “muy cabrona” y porque Libertad no supo cerrar el juego. Los árbitros fueron permisivos y el partido se puso caliente. Libertad entró a los últimos cuatro minutos manejando una distancia de 4 (73-77). Era lógico que si Quilmes lo había alcanzado a los “bombazos” lo termine ganando a los bombazos. Un triple de López le dio vida y Maciel en el acto de lanzar un triple recibió falta de Farley, convirtió los tres tiros libres (79-81) y luego otro triple de Maciel lo puso arriba por 82-81 a falta de 1:20 después que Sartorelli errara dos libres.

En la siguiente acción Moldú erró un doble, pero Quilmes no tomó una buena ofensiva y Nicolás Romano erró otro doble sobre la marca. Cuando restaban 26 segundos el chino Zilli fue la línea de libres y también erró los dos. En el rebote Osborne le cometió falta a Nicolás Romano y el pibe no se equivocó desde la línea. (84-81).

Quilmes tenía el partido en sus manos a falta de 23 segundos, dejaría correr un poco el tiempo antes de cortar con falta. Pero la jugada salió mal, se desprendió de una cortina Farley a falta de 8 segundos y clavó el triple que puso la igualdad en 84. El reloj siguió corriendo y Quilmes salió rápido de debajo de su aro. López se la dio a Hernando Salles que se puso detrás de la cortina de Maciel y lanzó un triple por necesidad y urgencia. La pelota ni tocó la red, entró perfecta mientras sonaba la chicharra del final.

Todos los jugadores hicieron una “montonera” arriba del base, eufóricos como la gente, sabiendo que a veces cuando no se juega bien y se gana, el valor de la victoria es doble. Un cierre de año a la medida de Quilmes, sufriendo y gozando por partes iguales.

Síntesis
Quilmes (87): Hernando Salles 11, Pablo Gil 13, Carlos Dixon 13, Facundo Piñero 2 y Pedro Calderón 7 (FI); Ezequiel Dentis 0, Esteban López 18, Maximiliano Maciel 14 y Nicolás Romano 9. DT: Esteban De la Fuente.

Libertad (84): Martín Müller 6, Pablo Moldú 18, William Farley 14, Alejandro Zilli 13 y Jason Osborne 22 (FI); Marcos Saglietti 0, Juan Pablo Sartorelli 4, Gustavo Oroná 3 y Andres Landoni 4. DT: Julio Lamas.

Parciales: 17-20, 39-49 y 67-70.
Árbitros: Diego Rougier-Fabricio Vito.
Estadio: Once Unidos (1500 personas)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
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