En lo que fue la antesala del clásico y mientras piensa en la gran despedida de Leo, Peñarol logró un buen triunfo ante Libertad por 70-67. Con defensa y poste bajo. Leo Gutiérrez dio un aporte vital con 15 puntos.
Luego de la victoria ante Obras Básket, que le proporcionó la salvación, Peñarol se propuso ganar los dos partidos que le quedaban antes de completar su participación en la Liga Nacional de Básquetbol 2016/17. El primer paso lo dio anoche, con la victoria como local sobre Libertad, por 70 a 67, en el penúltimo partido como profesional de Leonardo Gutiérrez.
De entrada dio la sensación de que ambos afrontaban el encuentro sin demasiadas presiones. Defensivamente no forzaron demasiado (casi no se cometieron faltas en el segmento de apertura), aunque el tándem Gutiérrez-Juan Manuel Torres fue inclinando la balanza para el lado “milrayitas”.
El local logró tomar una leve ventaja que llegó justificadamente hasta 19-12. Sin embargo, luego del tiempo muerto solicitado por Facundo Muller, Peñarol no volvió a anotar hasta el descanso corto, y Libertad cerró mejor, luego de capitalizar en su favor las posesiones que Peñarol no pudo concretar.
El “milrayitas” logró algo más de frescura ofensiva con Franco Giorgetti, aunque algunos cambios defensivos del visitante lograron otra vez su cometido. La presencia del venezolano Miguel Ruiz le permitió asegurar el rebote en el cristal propio y ambos esbozaron un mayor empeño atrás, aunque no demasiado. Casi no pudieron sacarse ventajas, hasta que una vez más apareció enchufado Gutiérrez (12 puntos y 3 asistencias en los primeros 20 minutos). Con sus conversiones y el admirable dominio de situaciones de pick and roll trabajadas con Roberto Acuña, el local se distanció 38-30 en el tramo final del primer tiempo.
Pero tal como había sucedido en el epílogo del primer cuarto, fue una vez más Libertad el que estuvo más claro y más certero, y tras un triple de Pablo Barrios, se acercó a resultado de una sola posesión antes de irse a los vestuarios.
En una de las últimas jugadas del primer tiempo, Alejandro Diez recuperó un rebote ofensivo titánico, tal sus características, pero el precio que pagó fue resentirse de un lesión en la cadera que tiene destino quirúrgico. El interrogante pasa por saber si podrá estar presente en el superclásico del sábado ante Quilmes.
Si bien el reinicio de las acciones resultó errático para el local, que sumó algunas pérdidas de balón y le permitió a Libertad pasar fugazmente al frente. Sin embargo, Steffphon Pettigrew se involucró más en los dos extremos de la cancha, Gutiérrez acertó otro envió a distancia y de pronto el resultado se abrió hasta una máxima de 10 puntos (49-39 y 51-41).
Claro que, una vez más, el “Tigre” encontró mejores respuestas en el tramo final del capítulo y volvió a acortar distancias.
Aún con sus intermitencias, con un rendimiento discontinuo, Louis Dabney terminó siendo muy valioso en el epílogo. Acertó el triple que le dio al local una ventaja de 69-62 con apenas 1m13s por jugar. Sin embargo, el local se complicó solo, le dio aire a Libertad y Juan Brussino aceptó la invitación. Puso a su equipo en partido y hasta tuvo la pelota para ir al suplementario. Pero eligió arriesgar e intentó ganar con un triple. Pero falló. Y luego Pettigrew encestó uno de sus dos libres para estampar las cifras finales.
Síntesis Peñarol (70): J.P. Figueroa 0, S. Pettigrew 9, A. Diez 2 (lesionado), L. Gutiérrez 15 y J.M. Torres 8 (FI). F. Giorgetti 6, L. Dabney 16, R. Acuña 14, T. Monacchi 0, J. Valinotti 0. DT: Marcelo Richotti.
Libertad (67): J. Brussino 13, M. Saglietti 5, S. Vega 12, J. Massey 8 y A. Alloatti 8 (FI). J. Vildoza 9, M. Ruiz 3, P. Barrios 6, L. Goldenberg 3. DT: Facundo Muller.
Parciales: 19-17, 38-35 y 53-49. Árbitros: Daniel Rodrigo y Sergio Tarifeño. Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”. Crónica: Marcelo Solari – Diario La Capital
