Locura de amor en Sunchales

La noche de Sunchales presentaba a dos equipos que venían necesitados: Libertad, el local, peleaba en la mitad de la tabla por dejar su récord en positivo. Por su parte, Bahía, pensaba en comenzar a levantar cabeza y salir de los últimos puestos. La imprecisión se adueñó de los primeros momentos del partido, con el conjunto local que, si bien defendió bien e incomodó a la visita, pudo anotar recién pasados los primeros tres minutos de juego gracias a dos tiros libres de Cuello, cuando estaban en 0/4 en tiros de campo. Los de Sepo Ginobili sólo habían anotado dos puntos, sumaron tres pérdidas y tomaron lanzamientos incómodos e incluso ahorcados por el reloj de posesión.

Los del sur de Buenos Aires sólo pudieron romper un parcial de 8-0 en contra gracias a algunos errores de Libertad, que tuvo 3 pérdidas en 4 ataques y permitió 4 puntos al contraataque que devolvieron al partido a la visita. Sin embargo, el primer triple del partido apareció en el momento justo, y Martín Cuello (9 puntos en el primer cuarto), sumado a un doble sobre la chicharra de Augusto Alonso, pusieron cifras definitivas para el parcial inicial, que finalizó 18-8 y que tuvo a Bahía con un flojo 4/14 en tiros de campo.

El goleo de los visitantes continuó siendo bajo en el segundo período, la efectividad no mejoró y los locales, sin demasiado brillo ofensivo y apoyados en una defensa sólida, tuvieron pequeños momentos que les alcanzaron para aumentar levemente la ventaja, algunos jugadores se sumaron al goleo: Caffaro con una volcada y Saglietti con un robo y una bandeja, protagonizaron con sus primeros puntos un quiebre en el cuarto que forzó a Ginobili a pedir tiempo muerto. El cierre del chico continuó siendo favorable al conjunto de Saborido, que se fue al descanso largo arriba por 34-19.

Otro arranque con el pie izquierdo sería para Bahía el de la segunda mitad: los primeros tres minutos sin anotar, con tres pérdidas y una floja efectividad tanto de dos como de tres puntos. Libertad superó el umbral de los 20 de ventaja, y fue recién ahí cuando, entre Levy y Corvalán, la visita pudo volver a anotar, aunque ya era un poco tarde. Un pequeño parcial de 2-12 le dio una luz de esperanza, pero una nueva sequía (sólo un punto en los últimos cuatro minutos) hizo que los locales puedan volver a relajarse y ganen el parcial por 16-13 (50-32 en el electrónico).

El último período no tuvo mucho que agregarle al partido: si bien fue, en cuanto a la ofensiva, el mejor cuarto del equipo de Sebastián Ginobili, cada canasta fue respondida por una de los locales que, a pesar de estar quizás un tanto más relajados en defensa, no permitieron que la visita insinúe siquiera una remontada, apoyados en un gran inicio de cuarto de Alonso (7 puntos consecutivos) y en la efectividad de Cuello, que convirtió 11 en el cuarto final, y que cerró su planilla con 29 tantos para ser el goleador del partido. Fue victoria para los de Saborido, 73-51.

De esta manera, Bahía, que se llevó un preocupante 23/61 en tiros de campo, deberá seguir luchando para escaparle a los últimos puestos, y Libertad podrá empezar a dibujar una sonrisa con un récord positivo que tendrá trabajar duro por mantener en su temporada de regreso a la máxima categoría del básquet nacional.

Lucas Flossi
Pick&Roll