Diferentes momentos viven uno y otro equipo. Mientras que los bahienses presentarán este viernes, a Gustavo De Benedetti como entrenador, los cordobeses se quedaron sin el pan y sin la torta y deberán volver...
Autor:Pablo Tosal
Los cordobeses no entienden nada. Cuando empezaron a buscar entrenador, se chocaron con los no de Enrique Tolcachier, Flor Meléndez, Oscar Sánchez y, ahora, de Fernando Duró. ¿Nadie quiere dirigir al equipo más importante de la historia de la Liga?
No es tan así. Lo que ocurre es que la mayoría ve dos puntos negativos. Uno, que no ofrecen más de un año de contrato. El segundo, el más importante, que se van a encontrar con un equipo mal armado (varios jugadores ya tienen su lugar, incluyendo a Eubanks) y con mucho más por perder que por ganar. No sería extraño que, tras esta negativa de Duró, vuelvan a la carga por Flor Meléndez.
En Bahía, en cambio, los dirigentes se la jugaron con una apuesta que nadie sabe cómo resultará. Se quedaron con Gustavo De Benedetti (de reconocida trayectoria en las selecciones argentinas menores) y llevaron como asistente al ex Olavarría, Alejandro Pepiche, quien consideraba cumplido su ciclo en el otro Estudiantes.
El contrato es por tres años con la intención de hacer un trabajo a largo plazo. De Benedetti, Pepiche y Pablo Nole (dirigente), se conocen de hace años del club Gimnasia de Villa del Parque y saben qué pueden conseguir. Es obvio que la idea es formar un equipo joven y que los resultados no se verán inmediatamente.
Todavía no tienen jugadores, pero, si Sebastián Ginóbili va a Olavarría, es muy probable que Gustavo Fernández arribe a Bahía. También están en carpeta Martín Leiva y Matías Pellettieri (dos de los jóvenes más altos del país), y una apuesta arriesgada que, si les sale bien (lo mantienen en secreto), puede cambiar el futuro de la franquicia.