Triunfo vital en la presentación Argentina

Era un partido muy duro para Argentina, tanto en lo anímico como en lo deportivo. El debut, su carga emotiva, la presentación ante su gente, las prácticas previas que siempre parecen pocas eran la cadena de argumentos que mantenían la incertidumbre.

En la parte deportiva Israel, un equipo ordenado, sin grandes destellos individuales pero con un inclaudicable espíritu de lucha, era el rival. Y Argentina sorteó los dos obstáculos, la del oponente y el de sí mismo.

Después de un primer cuarto que se dio vuelta como la taba, Argentina miró dos veces el marcador y en un abrir y cerrar de ojos paso de ganar 7-1 a perder 15-11 el primer cuarto.

Desde el minuto cero al cuarenta Israel se plantó en zona. Primero 2-3 y después un cajón con persecución individual sobre Schattmann. El equipo de Gonzalo García y Guillermo Narvarte (una verdadera dupla técnica), atacó la zona con pases, sin poder poner la bola en el juego interior, con 1/7 en triples y ni un solo tiro libre. Mucho hándicap para ganar un partido.

El segundo cuarto tuvo dos variantes: en la faz individual saltaron tren nombres a al cancha que dieron vuelta el partido en ofensiva: Juan Manuel Rivero, Jonatan Treise y Diego Brezzo. En la faz colectiva Argentina se cerró sobre su canasto, desafió el tiro exterior del rival pero prohibió el rompimiento al canasto de los perimetrales.

Por un lado, fue un león defendiendo (9 puntos de Israel en el cuarto) y después despertó en ofensiva. El juego de pases sintonizó otros intérpretes y el local recuperó el gol (22 pts). Así de perder por cuatro pasó a ganar por nueve (33-24).

El segundo tiempo se enroló en a diferencia que Argentina sacó y la impotencia que
Israel mostró para vulnerar la defensa Argentina. Mientras de un lado se despertó Eliyahu con 9 puntos seguidos, del otro lado Matías Sandes dio un recital y metió 11 puntos en el cuarto. Siempre tuvo Argentina una respuesta a mano, para lastimar cerca del canasto.

Los técnicos argentinos, a pesar de la diferencia (56-40) nunca dieron el partido por cerrado. Tal vez lo jugadores si. La rotación desde el banco fue constante para sacar lo mejor de cada uno. Argentina necesita minutos de rodajes y no desperdiciar nada. En el tramo final una tibia reacción israelita los acercó a 9: 65-56 con un parcial de 16-9. Pero fue el último suspiro de un partido que ya se había terminado.

Síntesis:
Argentina (71): Juan Pablo Figueroa 4, Lionel Schattmann 9, Matías Sandes 19, Alejandro Alloati 0, Leonardo Mainoldi 4 (FI), Juan Manuel Rivero 7, Joantan Treise 5, Fabricio Vay 6, Diego Brezzo 6, Axel Weingand 11, Bruno Oprandi 0 y Juan Manuel Torres 0. DT Gonzalo García.

Isarel (58): Yotam Halperin 12, Raviv Limond 11, Erez Kohansky 2, Lior Eliyahu 15, Anton Kazarnovski 9 (FI) Lior Lipshitz 3, Joantan Nir 4, Eilon Zagury 0 y Vladi Ermichin 2. DT Arie Shivek.

Parciales: 11-15, 33-24, 56-40
Árbitros: Moore (USA), Dovidavicilis (Lituania), Pukl (Eslovenia)
Estadio: Orfeo (6000 personas aprox.)

Pablo Tosal (enviado especial)
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