Bienvenidas las derrotas

La reflexión es larga y no por alaraca sino porque es momento de hacerla.

Los que están hacen muchos años en el básquet me dicen que siempre es mejor apoyar y esperar. El básquetbol ha mirado las altas esferas internacionales básicamente por televisión toda su vida. De repente cuando se encuentra en la cima, no lo puede creer.

Clasificar para los Juegos Olímpicos siempre fue difícil, cuando no imposible. El mayor premio no era una medalla sino participar.

Pero según pasan los años la historia del básquetbol argentino cambia. Como cambia todo. Ahora se puede decir que Argentina está entre las tres potencias del mundo (junto con España y USA). En ese podio no está Serbia, no está Lituania, no está Rusia, no está Grecia. Todas selecciones que pueden ganar los juegos Olímpicos.

Si costó mucho llegar, si es más difícil mantenerse ¿Cuál es el problema de cargarse el rótulo de candidato?. Acaso Rusia con Kirilenko y Holden ¿Es más que Argentina?, o Lituania con Jasikevivius ¿Lo es?. Australia con la presencia de Bogut es más que los nuestros. O Grecia con sus cinco torres. Argentina es sub campeona del 2002, oro olímpico del 2004 y cuarta en el 2006 perdiendo en semis.

Las preparaciones maravillosas que han tenido los españoles derivaron en ser campeones del mundo en el 2006, en el torneo con menos candidatos en los últimos 20 años (Y sigo pensando en el tiro de Nocioni). Luego, hicieron sapo en todos los otros torneos, incluidos los europeos. ¿De que sirve ganar por 20 de promedio todos los juegos preliminares cuando los logros en los torneos por los porotos son menores a otras selecciones (como la Argentina) que generalmente transcurre el paso previo a los tropezones.

Es una verdad infantil (y no admite discusiones) que lo que importa son los Juegos Olímpicos, pero todos aquellos que criticamos el “mientras tanto”, que nos entristecemos con las actuaciones de “nuestra selección” somos los mismos que lloramos con las victorias.

La selección argentina no es el nicho privado de nadie.

Y retomando las líneas primeras volvemos a la carga con el concepto: Ser candidatos en el mundo, (en un torneo parejo, lleno de candidatos) significa asumir un rol que no tuvimos nunca. El tango que tanto amamos es el del tipo que fue abandonado por la mina. Los argentinos somos especialistas en quitarnos la presión de encima y llegar siempre como puntos. Alguna vez hay que asumir que somos banca. Y estar a la altura de las consecuencias

Estamos trabados en una discusión bizantina. ¿Apoyamos o criticamos?.

No creo, ni por un segundo que todos los que están enojados con el accionar de la selección deseen que pierda en Beijing. Piensa mal solo aquel que obra mal.

En cambio considero que la gente (y los periodistas) aman a su selección y que cuando pierde jugando mal tres partidos seguidos, se pone triste, putea, se enoja, siente que el sueño se aleja. Son los mismos (somos los mismos) que lloran cuando gana, que saltan y se abrazan con el vecino cuando hay una victoria.

Prender las alarmas cuando las cosas salen mal es un acto necesario. Es un acto imprescindible. Los grandes son los que saben asumir su liderazgo y soportan las presiones. Que platense pierda 2-0 en cancha de River yendo al frente todo el partido esta bien. Que Boca pierda en cancha de River yendo al frente NO está bien. Boca sale a ganar en cancha de River. Y viceversa, porque así son los grandes (espero nulos comentarios al respecto porque el fútbol no me interesa, solo su analogía).

Argentina en básquet hoy es River o Boca. Dejó de ser Platense. Deben entenderlo todos. Hay que estar encima de las presiones de los equipos grandes. Hay que jugar bien, hay que ganar y cuando no se logran ambas cosas, al menos una, y cuando ninguna de las dos cosas salen (jugar bien y ganar) entonces hay que preguntarse bien fuerte ¿Por qué?.

Al arribar a China, Manu Ginóbili que elige sus palabras para decir en público, y que es el campeón mundial de la formalidad a la hora de declarar, dijo: “Hoy estamos bastante lejos de una medalla olímpica”. ¿Acaso alguien puede pensar que Manu no sabe lo que dijo?.

El grupo asume su falta de juego. Otros que dicen públicamente soportar críticas, no lo hacen. Y corren despavoridos y ofendidos como nenes de 8 años diciendo: “señorita, señorita, el nene de al lado me dijo gordo!”. Quién no pueda soportar la responsabilidad no está a la altura de la selección. ¡De una de las tres mejores selecciones del mundo!.

Cuando lleguen los Juegos Olímpicos de Beijing no caben dudas que la selección dará su salto de calidad, armonizará los desacoples y tendrá los problemas que puede tener cualquier equipo. Lo mejor será que todo lo que se tenía para decir en la previa, fue dicho. Así ayudamos. Así alentamos. Así confiamos en que las derrotas previas acaso son la mejor noticia.

Pablo Tosal
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