Un paso adelante

La selección fue otra. El rival también. Hubo una notable mejoría ofensiva en el juego con Australia, al punto de vivir los mejores 6 minutos en ataque de todo este proceso que se inició en la ciudad de Rosario en Julio pasado.

El Oveja Hernández dijo que “el tiempo diría contra quién perdimos en el debut”, del mismo modo se puede inferir para “A quien le ganamos en la segunda fecha”. Es decir no hay que dramatizar la derrota ni exaltar la victoria. No fue un papelón lo de Lituania, ni el rival de hoy nos opuso eficaz resistencia, se le ganó a Australia jugando bien, pero hay que tener en cuenta que el rival no esta dando nada.

Aunque la necesidad por ganar era mucha lo bueno del partido fue que se mostraron cosas que la selección no tenía. El equipo salió decidido a respetar su libreto de hacer jugar a los pivotes, a Scola de espaldas al canasto y no solo con el Pick and Roll, a mostrar que Oberto también es un jugador con gol, y a permitirse lanzar todos los triples que se quieran siempre y cuando estén bien tomados.

Tuvieron juego de pases, hundieron la pelota en la pintura, desequilibraron por talento. Sobre todo en el comienzo que fue donde se mostró el eje del partido. Australia lució impotente desde el minuto cero. No estuvo nunca a la altura de nuestra selección.

Es verdad que los primeros seis minutos fueron lo mejor que se le vio a esta selección en mucho tiempo, pero también que el rival estaba muy perdido, entro blando al campo. Cuando quiso reaccionar estaba perdiendo por 15 (18-3). Si se quiere desde allí el resto del partido terminó 68-66. Por eso es tan importante empezar bien y no tener que remar siempre al final.

La selección supo como manejar los tiempos del juego una vez que se vio arriba en el marcador. Pablo Prigioni pensó por todos y cada uno fue acomodándose en su rol. Cuando el tablero marcaba 23-5, el técnico dispuso un doble cambio de nombres y otro posicional. Sacó a su dupla de internos y mando a Delfino con Román González a la cancha pasando Nocioni a jugar de cuatro.

Doce segundos después hizo su debut Antonio Porta, situación que el Coach anticipó no le agrada mucho que coincidan tres suplentes al mismo tiempo. Un minuto y medio después el parcial era 0-4 (23-9) y Hernández paró el partido con un minuto. Al regresar ya no estaba Porta que no volvería más al juego.

De todos modos, por más que la rotación Argentina no entró bien el gran movimiento lo produjo el técnico australiano, desesperado por encontrar respuestas movió todo el banco y encontró lo mejor con Patrick Mills, el base suplente, menos pensante y mucho más explosivo que el insípido CJ Bruton.

Mills no convirtió tiros de cancha en ese lapso pero frenó el juego de los bases argentinos. Le puso vértigo a su ataque que estaba maniatado por la defensa argentina. Australia cerró mejor el primer cuarto con un parcial 0-6 (23-11)

Un doble con falta de Oberto y un triple de Delfino disparan la diferencia a 18 al minuto del segundo cuarto (29–11). La selección tenía todos los recursos a manos para atacar y se mostró muy dura en defensa. Bogut chocó con Nocioni y empezaron las chispas.

Los Australianos quisieron llevar el partido al plano del roce físico. Se pegaron de lo lindo. Andrew Bogut ayudó a que no se hundiera su equipo del todo pero Argentina (muy sólida) sacó 15 (39-24) a falta de 1:20 para el cierre del primer tiempo. Pero 5 puntos seguidos de Brad Newley acercó el marcador a un resultado irreal. Argentina en la cancha era más que los diez puntos que marcaba la diferencia (39-29)

Para el segundo tiempo el juego no cambió. Australia no encontró con que lastimarnos, pudo forzar con sus defensas que se bajara el goleo del partido, pero no brilló nunca en ataque. La defensa Argentina está muy bien.

Perdiendo por 13 el técnico australiano se dio cuenta que con el base Bruton no podía dañar a la Argentina, lo corrió de escolta y formó una doble base con Mills. Bogut clausuró su canasto un ratito y el partido cayó en un pozo.

Tan lento era el juego que por primera vez en las dos jornadas la gente se entusiasmó haciendo la ola comandado por un por un loco australiano en las tribunas.

El reingreso de Román González le dio la solidez que Juan Gutiérrez no pudo darle al descanso de Oberto. A falta de 2.20 la luz se amplió a la máxima de 21 puntos (57-38) mientras Delfino llevaba la base por el descanso de Prigioni.

Después, cuando retornó el base cordobés, Hernández lo mandó a subir el balón a Delfino mientras Prigioni esperaba la apertura de la ofensiva para tomar la base.

En ningún momento Australia hizo peligrar la victoria. Tuvo un arrebato al final del partido que se puso a diez pero Manu con un triple lo sentenció. La puntería de los “boomers” está apagada en el torneo (2/13 en triples).

Los jugadores NBA de la selección de los Estados Unidos vieron el partido y se fueron justo cuando un triple de Delfino llevó la distancia a 20 puntos (70-50). Allí Argentina pareció que bajó la persiana y permitió un esbozo de reacción que fue sofocada rápidamente. Por suerte una victoria para seguir creyendo que todo es posible.

Síntesis
Argentina (85): Pablo Prigioni 8, Emanuel Ginóbili 21, Andrés Nocioni 6, Luis Scola 17, Fabricio Oberto 12 (FI), Román González 4, Carlos Delfino 14, Paolo Quinteros 0, Antonio Porta 0, Leonardo Gutiérrez 3, Federico Kammerichs 0, Juan Gutiérrez 0. DT: Sergio Hernández.

Australia (68): Brad Newley 11, CJ Bruton 2, David Barlow 6, Andrew Bogut 7, Matt Nielsen 3 (FI); Patrick Mills 22, Saville Glen 3, Chris Anstey 0, Mark Worthington 2, David Andersen 10, Joseph Ingles 2 y Shawn Redhage 0. DT: Brian Goordjan.

Parciales: 23-11 / 16-18 / 24-17 / 22-22.

Fotos: www.fiba.com

Desde Beijing - Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar