Mamita! Que partido!

Un partido de alto vuelo jugó la Argentina. No rozó lo perfecto porque todavía (por suerte) tiene cosas para corregir. Pero supo como desnudar las falencias de su oponente, aprovechar sus momentos y terminar dando una imagen tan positiva que mañana hablarán de ella el resto de los equipos.

Ante Croacia se jugaba una parada brava, pero la única realidad del básquetbol es que se juega como se entrena, y ayer la selección hizo un entrenamiento perfecto. Sin lesionados, con intensidad y el 100% de las energías puestas en su oponente. Se vio claramente reflejado en la cancha con una doble situación:

Un plan perfecto.
Una gran ejecución

Cuando las dos situaciones se dan la mano es muy difícil perder, potenciado esta vez por un flojo partido de los croatas, pero que se vieron superados (y frustrados) por la actuación argentina.

El primer tiempo fue una continuidad del buen partido que Argentina jugó con Australia. Salió todo redondo. Hubo una gran scouting previo sobre lo que disfruta Croacia y lo que padece. Los jugadores tuvieron la virtud de interpretar la partitura como grandes artistas que son.

Argentina salió con Prigioni sobre Marko Popovic (clave), Manu siguiendo a Ukic y Nocioni con Rozic. Muy rápido el entrenador croata se dio cuenta que no podía vulnerar a la defensa argentina y lo mandó a la cancha al talentoso Planinic junto con Tomas.

Mientras Tomas agarró la base y lo dejaron a Planinic de alero. Argentina no se confundió nunca con los cambios posicionales del oponente. Ya de movida mostró una gran defensa. Scola se hizo cargo del ataque mientras comenzaba el derrotero croata con el aro desde el perímetro. Al final del primer tiempo completarían 0/10 tirando abajo el 65% que traían en el torneo.

La diferencia siguió trepanado sin detenerse. El primer cuarto cerró 21-13 con Argentina tirando 8/13 de cancha y Croacia apenas 5/15. Ya en el segundo cuarto Planinic tomo la base pero su equipo seguía partido. Prigioni lo aisló a Popovic que casi no podía recibir la pelota hasta que se lesionó (no jugó el segundo tiempo)

El ingreso de Román González y Carlos Delfino mantuvo la estructura defensiva y con una buena secuencia de pases Argentina pudo lastimar adentro y afuera. Ganando por 17 (34-17) en un partido que de movida se había hecho raro salió Manu a descansar por primera vez. y Croacia pasó a una defensa zonal cuando caía por 15 (34-19).

Todo lo que intentó Croacia no salió. La defensa zonal, la carga del rebote ofensivo, la búsqueda de los internos, el tiro abierto. No hay otra forma de decirlo: Croacia se mostró impotente ante lo que Argentina le presentó.

La distancia de 18 (40-22) del primer tiempo siguió su curva ascendente en el tercer cuarto. Nocioni se hizo cargo de la ofensiva con un par de aciertos muy oportunos. La segunda gran noticia de esta victoria acaso sea justamente que el Chapu va encontrando su mejor performance ofensiva.

Todos en el banco croata vivía el partido de pie. Los asistentes, el entrenador, todos los que estaba afuera del campo buscaba lo que su equipo adentro no podía: torcer el rumbo de la historia.

La distancia se hizo de 20 (50-30) con una enorme defensa de conjunto y ocurrió alo que fue decisivo: Croacia dejo de creen en su tiro.

Solo tomaron un triple (lo convirtió Planinic) en el tercer cuarto. Tuvieron tiros para tomar desde el perímetro pero eligieron ir para adentro. Lo deben haber hablado en el entretiempo con su entrenador, pero también hubo una clara pérdida de la confianza al tiro de tres puntos. Y cuando un equipo pierde la confianza en su tiro pierde la confianza en sí mismo. Mérito de la Argentina que lo logró.

De todos modos no se rendían y con un parcial 1-8 achicaron la diferencia a 13 obligando al Oveja Hernández a pedir minuto. Allí se definió el juego. Cuando regresaron Croacia erró un par de penetraciones incluso con rebotes ofensivos de esas pelotas que indican que no es tu noche.

Argentina supo hacer uso de los errores del rival, la clase de situación que hace diferenciar a un equipo preparado y listo de uno que no está. El dato sirve para corroborar que creció como equipo. Croacia había nivelado el juego y bajó la diferencia, pero tres tiros que no entraron en la ofensiva y que lo tomaron bien, le dieron a la selección la chance de no equivocarse, elegir los caminos correctos y sacar 21 al termino del tercer cuarto.

En el último segmento nada cambió. Argentina se dio el lujo de rotar todo el banco y entonces ingresaron los que no juegan nunca dándole descanso a los de siempre. Un triple de Delfino llevó al distancia a 30 (74-44) en partido sin equivalencias. Croacia sacó el orgullo para reducir la diferencia al final, pero nada más. La historia la escribió Argentina que en Beijing se anota entre los candidatos por más que recién ahora esté encontrando su mejor forma. Justo cuando más se lo necesita. ¿Acaso el destino nos tiene reservado algo especial?.

Síntesis
Argentina (77): Pablo Prigioni 7, Emanuel Ginóbili 14, Andrés Nocioni 18, Luis Scola 12, Fabricio Oberto 4 (FI), Román González 2, Carlos Delfino 15, Paolo Quinteros 3, Antonio Porta 0, Leonardo Gutiérrez 0, Federico Kammerichs 0, Juan Gutiérrez 2. DT: Sergio Hernández.

Croacia(53): Marko Popovic 2, Roko Ukic 5, Marko Tomas 9, Marko Banic 9, Stanko Barac 5 (FI); Nikola Prakacin 4, Zoran Planinic 4, Sandro Nicevic 2, Kresimir Roncar 2, Davor Kus 5, Marin Rozic 6. DT: Jasmin Repesa.

Parciales: 21-13 / 19-9 / 19-16 / 18-15.
Árbitros: Juan Arteaga (ESP), Eddie Rush (USA), Cristiano Maranho (BRA).
Estadio: Olimpia Basketball Gymnasium Wakesung.

Fotos: www.fiba.com

Desde Beijing – Pablo Tosal
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