USA le ganó fácil a Australia

Siempre se está a la expectativa de saber cuando se abrirá el marcador y el partido perderá sentido. Esta vez la emoción duró un poco más de un cuarto. Casi 14 minutos de paridad (33-30) y luego un mundo de diferencias. Las previsibles. Las que separan al básquet oceánico y el mejor básquet del mundo.

Estados Unidos no jugó un gran partido. No hizo todo lo que puede. En defensa los jugadores salieron muchas veces a desgano de las cortinas, pero los australianos también fracasaron en sus propias impericias.

La selección yanqui cuenta con 10 jugadores del mismo (excelso) nivel que en la rotación no desvirtúa el equipo. Solo es cuestión de tiempo para que el rival claudique. Sin equivalencias.

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