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08/05/2010 11:23 | Euroliga

Barcelona y Olympiacos a la final en Paris

El Final Four de la Euroliga, en París, abrió con la victoria del favorito Regal Barcelona 64 a 54 ante el CSKA ruso. En el conjunto azul grana Ricky Rubio (19 años), ya drafteado (Minesota) para la NBA, fue el mejor comandando a su equipo y aportando 10 puntos y 8 asistencias. En la otra semifinal, el segundo cabeza de serie la tuvo complicada. El Olympiacos debió recurrir a un tiempo suplementario para superar 83 a 80 al Partizan de Belgrado. La final se disputará el domingo.
Autor:Martín Candalaft (Especial para Pick and Roll)
Barcelona y Olympiacos a la final en Paris

Barcelona 64 – CSKA 54

El Regal FC Barcelona consiguió el preciado pase a la final de esta Final Fourgracias a su victoria sobre el CSKA de Moscú (64-54), al que noqueó en un partido malo para el espectador, aunque muy intenso, y con el que se sacó la espinita clavada de las ediciones de 2006 y 2009, cuando los rusos les privaron de la final.

A la tercera va la vencida, dicen, y por lo menos en lo que respecta a ganar al CSKA el Barça lo cumplió en la tarde de este viernes, en un Palais Omnisports de Paris-Bercy que se fue llenando con el paso de los minutos. Gran partido el de Ricky Rubio, que anotó y regaló puntos por doquier en un buen encuentro general, en el que cada blaugrana aportó su granito de arena.

Empezó arriba el Regal FC Barcelona, con los dos primeros tiros libres para Mickeal, pero elpescador se quedó muy solo en un primer cuarto en el que el CSKA consiguió irse por dos veces de 7 puntos (2-9 y 4-11). Los blaugrana no cogieron rebotes hasta bien entrado el cuarto, no encontraron acierto en sus tiros y el CSKA, sin hacer tampoco un gran partido, fue ampliando la diferencia.

Pero la persistencia de Mickeal, autor de los 8 primeros puntos, encontró en Ricky Rubio y sus asistencias para Vázquez el complemento perfecto. Con paciencia, y una mayor agresividad bajo las dos canastas, Pascual consiguió cambiar el primer guión de la semifinal. Al final del primer cuarto la ventaja fue para los blaugrana (12-11).

El segundo empezó con las tornas cambiadas para que los blaugrana obtuvieran su primera ventaja cómoda (15-11), pero este CSKA sabe jugar por debajo en el marcador. Así, pronto se llegó al partido esperado, con una igualdad máxima en pista. La fuerza e intimidación de Kaun (8 puntos y 6 rebotes al descanso) fueron un obstáculo que los blaugrana, finalmente, consiguieron saltar.

Los de Xavi Pascual consiguieron cerrar el rebote y, con la esperada y deseada llegada del acierto exterior, volvieron a abrir brecha hasta conseguir un 29-21 con el que se fueron al descanso. Lakovic y Navarro, en una ocasión para cada uno, fueron los únicos que se estrenaron desde más allá de los 6,25 metros, pero es que en los rusos tan sólo lo hizo, también una única vez, Khryapa.

Además, el ruso se cargó de faltas personales y jugó con menos intensidad en defensa, riesgo que el técnico Pashutin decidió correr por la ausencia de un reserva de calidad. El joven Vorontsevich no estuvo a la altura, y en el juego interior, con la excepción de Kaun, los blaugrana dominaron. Si Mickeal cogió las riendas en el primero, fue N´Dong quien lo hizo en el segundo periodo, y es que los rusos se confiaron demasiado de su mal tiro exterior.

El descanso oxigena el tiro exterior

Ambos equipos saltaron de nuevo a la pista con la intención de anotar todo lo que no metieron en la primera parte. Así, el tiro exterior mejoró mucho y el partido entró en una fase de reparto de canastas. En este juego el Barça se sintió cómodo, y mantuvo una diferencia relativamente cómoda.

Sin embargo, el CSKA nunca se descolgó y daba la sensación de que incluso controlaba la situación pese a ir por debajo. Más allá del acierto del trío Lalalá -Holden, Langdon y Siskauskas-, los rusos no fueron capaces de jugar como equipo, mientras que en los blaugrana la máquina colectivo se activó a tiempo. No tan fuertes atrás, pero con las ideas claras en ataque, con un Ricky repartiendo a gusto, el Barça iba anotando. La BombaNavarro encendió su mecha en contadas ocasiones, pero siempre en momentos decisivos.

Lejos de la temporada pasada, cuando quizá este Barça abusaba demasiado de Navarro, en esta todo está más repartido, e incluso el de Sant Feliú lo agradece. Ricky Rubio, jugador que hace fácil lo complicado, demostró que tiene unos galones impropios de su juventud y encontró la llave para abrir la defensa rusa en los últimos minutos. En asociación con Vázquez, que entiende a la perfección sus movimientos, abrieron en canal al CSKA.

Ya rozando el último minuto, cuando los nervios podían jugar una mala pasada al Barça -con la semifinal del año pasado en mente-, apareció Erazem Lorbek en una esquina para clavar un triple y poner un 59-51 en el electrónico ya casi definitivo. Ricky siguió como anfitrión de la fiesta parisina y se apuntó un triple que hizo inútil el posterior de Siskauskas, de nuevo el mejor de los moscovitas con 19 puntos.


Olympiacos 83 – Partizan 80

El Olympiacos griego volverá a ser el rivaldel Regal FC Barcelona trece años después, pues los helenos derrotaron al Partizan de Belgrado por 83-80, en un partido muy igualado, decidido en la prórroga.

El equipo de Giannakis, favorito en todas las apuestas para derrotar al Partizan, lo tuvo muy complicado. Los serbios, la gransorpresa de la temporada baloncestística europea, demostraron entodo momento su calidad y se mostraron como unos dignísimos herederos de la mejor escuela serbia.

Ni la diferencia de presupuesto, ni la profundidad de banquillos.El partido se decidido por un detalle, cuando Olympiacos forzó la prórroga tras un triple errado por Teodosic y remachado por Childress, en el inesperado ´alley hoop´ del partido.

Jugaron a la carrera los serbios de salida. Vujosevic ordenó a subase titular, Bo McCalebb, que imprimiera un rápido ritmo de partidoy su equipo se disparó en el marcador (10-2), sin que Olympiacos supiera qué hacer.

El rebote era para el Partizán, la intensidad también la poníanlos serbios y esta dinámica ganadora para ellos se mantuvo hasta que el técnico griego decidió cambiar de director de juego.

Entonces apareció Theo Papaloukas, baqueteado en mil batallas, jugadores de los que disfrutan jugando con la máxima tensión y su equipo reaccionó.

A base de más defensa, de mayor elaboración en ataque y de más acierto en el tiro, los griegos recortaron las diferencias y se pusieron en disposición de disputar el partido coincidiendo con el final del primer tiempo (17-15).

A partir de entonces, el desgaste físico y, también en forma de personales, le paso factura a Partizan durante muchos minutos. Los serbios aguantaron el tipo hasta que de nuevo Papaloukas activó a los suyos. Ahora ayudado por Linas Kleiza, que fue determinante en el desenlace final del partido.

Teodosic también se entonó y empezó a aportar desde el perímetro. La primera ventaja de Olympiacos llegó a 3:36 para el descanso, conun canasta más tiro adicional de Papaloukas (25-26). A partir de entonces, los griegos estuvieron más entonados y empezaron a castigar la defensa serbia que, poco a poco, iba ofreciendo síntomas de flaqueza (28-33 en el descanso).

Pero el descanso le sentó de perlas a los serbios. Vesely, una de las perlas del baloncesto europeo, ayudó mucho más a Maric en la pintura; Papaloukas ya no estaba tan lúcido y, además, los tiradores de Partizan empezaron a funcionar.

Por eso, el equipo de Vujosevic fue capaz de anotar 24 puntos en el tercer cuarto y cambió la dinámica del partido, a pesar de los intentos de Giannakis, que utilizó diferentes variantes defensivas.

El ritmo de juego era nuevamente de Partizan, que ya se sentía con fuerzas renovadas para llevarse el partido (52-52) y a punto estuvo de conseguirlo.

En el que parecía el cuarto final, McCalebb volvió a mostrar su explosividad y llevó a su equipo a una ventaja que se suponía decisiva (60-54), pero en esas apareció Childress, el hombre de los4,5 millones de euros, y le dio aire a Olympiacos.

En un final agónico, el base estadounidense de los serbios anotó a 6.8 segundos para el final (67-65), pero los griegos prepararon una jugada final que les salió bien sin querer. Teodosic falló un triple y Childress recogió el tiro para anotar el empate (67-67).

En la prórroga, las eliminaciones de Kecman y de Bozic fueron los últimos inconvenientes con los que tuvo que afrontar el Partizán.

A pesar de que los serbios nunca se rindieron, Olympiacos administró la ventaja adquirida en los primeros minutos (70-75),aunque Rasic estuvo a punto de forzar una segunda prolongación con un tiro final.

Como dijo en la víspera Giannakis, el baloncesto siempre ha sidoun elemento vertebrador en la sociedad griega. Por un día, los aficionados griegos parecieron olvidarse de la crisis que vive su país.

El domingo Olympiacos volverá a estar en una final, de la última han pasado 13 años y en aquella ocasión derrotaron al Barça, su rival el próximo domingo.

Foto: Gentileza Getty Images.
Fuente: EFE Y Europa Press