La selección de Lituania acabó por imponer su ley ante una rebelde México y lo derrotó por 87 a 74. Lo positivo para el seleccionado americano fue la paridad que logró en el tanteador durante 35 minutos, que no alcanzó para generar la primera sorpresa de la jornada.
La selección de Lituania acabó por imponer su ley ante una rebelde México que tuteó durante gran parte del partido al potente conjunto báltico, si bien la profundidad de banquillo de los europeos, conjugado con el acierto en el perímetro y la acumulación de faltas del rival, propiciaron una victoria más abultada de lo que se vivió en la cancha (74-84).
Los lituanos, con la baja de última hora del base Mantas Kalnietis, y los mexicanos, con la ausencia más que sensible del pívote Lorenzo Mata, afrontaron el encuentro con el punto de mira volcado en el aro rival, factor que se evidenció en los más que elevados guarismos finales del partido.
En un inicio de marcado acento físico, los lituanos intentaron pasar el rodillo, con Valanciunas y Maciulis de referentes, aunque el descaro anotador del exterior Francisco Cruz (12 puntos en los primeros compases) y la consistencia de Ayón en la pintura, permitieron a los aztecas tomar ventaja de partida. (11-8, en el ecuador del primer cuarto).
Pese a que el conjunto báltico seguía intentado erosionar el juego interior, el entramado defensivo orquestado por el técnico español Sergio Valdeolmillos siguió cercenando las acometidas lituanas, hasta que Valanciunas desequilibró la balanza con un ajustado 13-14 desde la línea de personal.
Con el paso de los minutos, el juego de México siguió carburando a las mil maravillas, para desquicio de los lituanos, que al cierre del periodo inicial, se marcharon con una desventaja de 5 puntos (27-22).
En el segundo asalto, el técnico Jonas Kazlaukas agilizó las rotaciones, dando protagonismo especial a la muñeca depurada de Darjus Lavrinovic, quien, con su acierto en el perímetro (dos triples casi consecutivos), permitió dar oxígeno a los lituanos (39-37), aunque los mexicanos seguían echando mano de un inspirado Jorge Gutiérrez.
La presión del conjunto europeo fue en aumento con el paso de los minutos, hasta que a 1,42 para el descanso volvió a tomar la iniciativa con un triple estratosférico de Jasaitis y un tiro libre de Lavrinovic (41-45).
En la reanudación, los pupilos de Valdeolmillos retomaron la iniciativa, capitalizando el juego en la velocidad de sus exteriores, obligando a Kazlaukas a pedir un sorpresivo tiempo muerto con 51-47 en el electrónico.
Sin embargo, fue en esos momentos cuando llegó lo mejor del equipo báltico. Un demoledor parcial de 2-20, orquestado principalmente entre Maciulis y Motejiunas, permitió revertir la situación ante una selección azteca que se veía diezmada con la cuarta falta personal de Ayón ( 53-67).
Con ese duro cortocircuito en vanguardia, México echó mano del tiro exterior a la vez que volvía Ayón al sistema, pero la suerte continuó siendo esquiva. El retorno de Valanciunas a la pista permitió a los pupilos de Kazlaukas controlar el encuentro y mantener las diferencias (65-78, a 5.38 para la conclusión).
A partir de ahí, el base Paul Stoll tomó las riendas del equipo tricolor junto con Gutiérrez y Cruz (72-82 a 1.46), aunque Lituania tampoco bajó el listón en ataque, lo que llevó a un intenso intercambio de canastas que acabó beneficiando al combinado más experimentado.