Pasaporte en mano, para ponerle el sello

“Ya está clasificada”, “todavía falta”, “las matemáticas dicen”, “es imposible que” desde que terminó el partido con USA y la victoria por 80-63 se sucedieron los dichos sobre el pasaporte argentino a una nueva copa del mundo.

Sucede que matemáticamente la chance que quedó para que Argentina no vaya al mundial no entra ni siquiera en los cánones de lo inverosímil.

Lo explicamos con detenimiento para que se entienda: Clasifican tres selecciones por grupo directo al mundial y el mejor cuarto de los dos grupos americanos. Para que toda la alegría se convierta en tristeza, Argentina debería perder los tres partidos que le quedan (México de local, Puerto Rico y Estados Unidos de visitante) pero a su vez tiene que pasar lo siguiente: Uruguay tiene que ganar dos (Estados Unidos de local, México de visitante) y perder con Puerto Rico (visitante). Mientras Puerto Rico tiene que ganar los tres que le quedan (Hoy con Panamá de visitante y ante Argentina y Uruguay de local).

Pero no solo es esa combinación sino que debe ser con una condición importante: Como en el triple empate (en el caso señalado Argentina - Uruguay y Puerto Rico quedarían con récord de 8-4) la selección nacional tiene un récord de +61, mientras Uruguay tiene -37 y Puerto Rico -24. Bueno, Argentina debería quedar por debajo de ellos dos. Es decir debería Puerto Rico ganarle por lo mínimo a Uruguay (para que los charrúas no bajen más) y luego descontarle 99 puntos a la Argentina. Es, decir ganarle por más de 100 puntos de diferencia.

Por si fuera poco, como Argentina ya tiene 8 victorias podría entrar 7mo (como mejor 4to de los dos grupos) y para que eso no suceda, República Dominicana (actual 4to del otro grupo con récord de 5-4) tiene que ganar los tres que le quedan (Chile de visitante, Venezuela y Brasil de local).

Por lo tanto, antes que darle lugar a los engorrosos procesos matemáticos, lo mejor es ir sacando la VISA para entrar en China, porque Argentina estará en la próxima Copa del Mundo. Y lo ha logrado con un juego convincente, reponiéndose de las ausencias, que esta vez no son de jugadores en la NBA pero si de 4 baluartes que juegan por Euroliga (Campazzo, Deck, Garino y Vildoza) todos ellos muy importantes en la estructura de los 10 jugadores del elenco estable (sumamos a Laprovíttola, Fjellerup, Redivo, Brussino, Scola, Delia). De no mediar nada extraordinario esos 10 más un interno y posiblemente Marcos Mata sean los 12 del mundial.

Argentina está en una elite mundial donde hoy solo lo miran Venezuela (8-1), Grecia (9-0), Lituania (8-1), Francia (8-1), Nueva Zelanda (9-1), Australia (8-1), Túnez (10-1) y Nigeria (9-0). Cada selección con su propia dificultad, con adversarios más o menos poderosos, pero donde a la larga todo se equilibra. La dificultad es para todos y marcar el ritmo de una clasificación es para pocos, para privilegiados y lograrlo marca un dato importante: se llega por que se juega bien.

La principal dificultad para hoy es saber salir rápido de la enorme descarga adrenalínica que significó ganarle a USA, levantando un 0-12 y pisando el cuerpo sobre el final de un rival que habitualmente nos gana de cualquier forma. Tanto es así que en 70 años de enfrentamientos apenas le ganamos 10 veces. Poner la cabeza y máxima concentración en México es “tarea para el hogar” que se llevó cada jugador luego de la noche del jueves.

De todos modos, al menos en las declaraciones, tanto del entrenador como los jugadores, el foco no se corrió. Así lo entiende por ejemplo Máximo Fjellerup cuando dice que "Todos los partidos de las ventanas son muy distintos. En esta oportunidad las figuras de México no están, pero igualmente hay que estar concentrados y mantener la intensidad. Se les gana siendo inteligentes. Sabemos que no tienen muchas chances de clasificar, pero son un equipo duro y van a venir a jugarse todo".

Lo mismo que el capitán Luis Scola, quien más claro tiene que “Haberle ganado a Estados Unidos no nos cambia nada. La preparación para enfrentar a México es la misma, cuando llegamos a la concentración sabemos que venimos para jugar dos partidos. No tiene sentido modificar la forma de entrenar por estar clasificados”.

Es cierto que México viene disminuido. El jueves cayó derrotado en el estadio Roberto Durán de Panamá 76-65 y quedándose con un récord de 3-6. Lo máximo a lo que puede aspirar es a entrar 7mo (mejor cuarto de los dos grupos) y aunque la chance es remota, aún existe.

Hay que recordar que la retirada de un histórico como Orlando Méndez y la imposibilidad de contar con jugadores destacados como Gustavo Ayón, Paco Cruz, Israel Gutiérrez y Jorge Gutiérrez han hecho que Iván Déniz haya apostado por una lista de jugadores jóvenes pensando también en el futuro, donde Alex Pérez, Juan Toscano y Gabriel Girón serán los líderes del combinado tricolor.

“La meta del básquetbol mexicano en próximos torneos sea darle oportunidad a las nuevas generaciones en donde hemos detectado jóvenes muy interesantes tanto en México, como los que actualmente se encuentran estudiando en Estados Unidos, para que en un futuro haya tantos jugadores de nivel selección, que facilite la participación en eventos internacionales”, sostuvo el entrenador español que dirige la selección azteca.

Para colmo de los males de México, Arim Solares y Noé Alonzo no viajaron con el equipo tras ser evaluados por el equipo médico y comprobar que sigue arrastrando molestias en la espalda en el caso de Noé en espalda y en codo y rodilla en el caso de Arim.

El experimentado líder Luis Scola sabe que todo depende de Argentina y se brinda un crédito al juego exhibido: “Tuvimos un momento malo, en la ventana de Olavarría, pero en líneas generales estuvimos muy bien. Y es la línea que venimos marcando en los últimos dos años. Si vos te fijás, tenemos muchos partidos como el de Estados Unidos, como el de Puerto Rico, como el de Uruguay. En la AmeriCup le ganamos a México por más de 30, a Venezuela, a Islas Vírgenes... venimos mostrando esta tendencia".

Y una de las declaraciones más importante del fin de semana que emitió Luis Scola que siempre es prudente y medido en sus declaraciones es el optimismo que brindó al comparar esta selección con el génesis de la mejor camada que dio nuestro básquetbol: "Yo veo mucha similitud con el 2001. Nosotros fuimos a jugar a Indianápolis pensando en salir quintos del mundo y hoy estamos pensando en más o menos lo mismo. Yo pienso que en ese momento decíamos: vamos a ser quintos, por las dudas, ‘vos decí quintos’. Era esa la sensación. Y ahora siento la misma sensación. Decimos: ‘vamos a clasificar a un Juego Olímpico’. Pero estamos pensando en otra cosa. Me recuerda mucho a ese equipo. Y también la forma en la que jugamos, en cómo nos entrenamos y como nos comportamos día a día".

Hora: 21:30
TV: TyC Sports y DirecTV Sports
Árbitros: Cristiano Maranho (Brasil) – Daniel Garcia (Venezuela) Y Nathaniel Saunders (Canadá)
Estadio: Superdomo – La Rioja.

Fotos: Marcelo Endelli - Para FIBA.com

@pablotosal