El pibe de los 78

Todo un debate se abrió en los últimos días acerca de la superlativa actuación de Francisco Zustovich en el Argentino U13. Sin dudas uno de los jugadores del año en la categoría cuando hagamos el anuario y si no pasa nada extraño tendrá su consideración para las primeras convocatorias de la camada 2006 del año siguiente. Ahora bien, su elenco cayó por un extraordinario 113-112 por las semifinales U13 ante Sportivo Bolivar.

El base aportó la impresionante cantidad de ¡78 pts! Lanzando 30 - 38 de campo además de 15 rebotes. El jugador, figura excluyente no solo en Peñarol sino también para la selección marplatense lo hizo en solo 20 minutos (como indica el nuevo reglamento de la categoría siendo el máximo que se puede jugar). No deja de maravillar que un jugador pueda lograrlo con recursos de calidad, sumado a su talla de 1m83 para tener solo 13 años y con recursos que lógicamente sobresalen de la media (y más) de U13.

Hasta ahí todo bien, ahora ¿Que pasa con el resto de los compañeros? ¿Esta bien que tome tantas decisiones? No es normal esa cantidad de puntos dentro de una categoría que tuvo cambios de reglas que habrá que analizar si fueron para bien o no en general. El hecho de no poder ayudar genera que el jugador con ventaja física y habilidades supere a su defensor y generalmente anote generando que una ofensiva y otra sea prácticamente igual sin agregar más al abánico. Acá es donde aparecen un montón de circunstancias a debatir.

El U13 es la primera categoría con competitividad y de formación en diferentes aspectos. Desde lo grupal, aprendiendo diferentes habilidades para fortalecerse como jugador, defensa y actitudes y aptitudes dentro y fuera de la cancha. Es común encontrar uno o dos jugadores ya con otro físico para sacar diferencia o bien que haya aprendido con rapidez habilidades que generen esa diferencia. Otros que acompañan, y otros directamente que aún les cuesta aprender y desarrollarse.

Dentro de ese combo hay que saber como armar el equipo, y como lograr que todos jueguen y estén cómodos. En definitiva es una de las bases, que los chicos jueguen, se diviertan, compitan pero todos tenga su protagonismo y no sea uno que abuse y haga prácticamente todo dentro de la cancha. Estadísticamente asombran muchas cosas. Primero que tomó 38 tiros de campo y que anotó 51 pts en un solo cuarto, donde él se encargó de todos los lanzamientos de su equipo. ¿Como puede verse eso desde afuera? Sin pase, un total desequilibrio y el resto espectadores de lujo.

El problema se empeora si los padres aplaudan y los compañeros también. ¿Cuanto sirve lo que paso para su formación individual y la del resto? ¿Que queremos pregonar entonces? ¿Formación o ganar y quedar todos contentos con el resultado? Peor aún Peñarol perdió y quedó afuera. Ojo! Enfrentó a elencos que también mostraron individualidades sobresalientes. Luka Skiliar en Gimnasia o Tomás Sukatzky (¿Les suena el apellido?) que también mostraron su calidad individual.

Si vamos al caso del rival Sportivo Bolivar, involucró a cuatro jugadores, tres de ellos superaron los 20 pts y el cuarto en discordia cerró con 16 pts. El tema es cuando uno ve el lado de Peñarol. En el cuarto de Zustovich se anotaron 79 pts contando los dos cuartos y él anotó 78. Tres de sus cuatro compañeros ni siquiera tomaron tiros de campo, y apenas lograron unos rebotes. ¿Hay culpables o responsables? ¿Que le podemos decir a Zustovich? Sería fácil caerle a él pero debería ser más profundo el análisis en realidad.

¿Habrá que cambiar reglas para darle oportunidades a otro chicos? Queda demostrado que con 20 minutos le alcanza al distinto para mostrarse y jugar a un gran nivel. Hoy los chicos llegan mejor preparados físicamente, con otros fundamentos, ven más videos, copian movimientos, tienen facilidad para aprender y cuando llegan a U13 parecen más grandes inclusive. Es una nueva generación con otro desequilibrio bien marcado y recursos. Por lo tanto aún más hay que prestar atención con el resto y que todos logren su lugar en cancha.

La regla tampoco ayuda, si bien la idea es que el uno contra uno mejore y se gane terreno desde ese aspecto, no se está consiguiendo al menos para el defensor ni tampoco para el resto de los compañeros que miran y no tienen protagonismo. Habrá que bucear un poco más, ya que esto pueda generar deserción, el típico enojo del padre porque el hijo no la toca y vanagloriarse con un chico que aún está en periodo de formación. Ni hablar en el año próximo siendo U14 y muchos integrantes del grupo llegando sin haber podido demostrar en cancha lo que aprendió o intentó.

Tampoco es bueno tirarle flores desmedidas por redes sociales. Hace la diferencia y para sus 13 años realmente es un proyecto serio pero no nos vayamos para otros carriles. Además de todo esto, ni se habló de los cuatro clasificados al Final Four. Ellos también tienen sus jugadores que merecen ser mirados. Ni Peñarol ni Atenas ni con sus super goleadores lograron el pasaje al cierre del torneo y Gimnasia apenas lo consiguió. Mucho que rever para entender como seguir el camino y la formación en U13.

Nos encanta que aparezcan jugadores que nos ilusionen para un futuro a largo plazo. Ahora bien, pensemos en el resto del equipo, la edad, la formación, las ganas de todos de jugar, mostrarse y tener su lugar. Siempre habrá un desequlibrante, un jugador, uno que hará la diferencia, eso pasará siempre, pero hay formas y formas. Esta no parece ser la correcta. No hablamos de culpables ni responsables, no es la idea pero que todos repensemos lo que queremos y por sobre todo como.

José Fiebig

@Josefiebig