Araujo: "Quiero demostrar que puedo jugar la Liga Nacional"

Mauro Araujo es una de las fichas mayores que se aseguró Argentino de Junín para la próxima temporada de la Liga Nacional (LNB) que no tiene fecha de inicio ni formato por la emergencia sanitaria en la que está Argentina ante la pandemia de coronavirus. Más allá de eso, los equipos empezaron a moverse y muchos jugadores de la Liga Argentina saltaron a la élite cómo es el caso del escolta que disputó los últimos dos torneos en Rocamora de Concepción del Uruguay y mostró un crecimiento en su juego que le permitió dar un paso más.

El juninense dialogó con Pick&Roll vía Instagram y contó sus sensaciones de volver a su ciudad natal y a Argentino, donde ya estuvo y fue parte del plantel de Adrián Capelli que ascendió a la LNB, para darse el gusto y compromiso de enfrentar a los mejores jugadores y clubes del país.

Además, imaginó el torneo que se viene, su rol en el plantel, se refirió a su paso por Rocamora (en el último campeonato que no terminó por la cuarentena promedió 16,4 puntos; 4,1 asistencias; 2,8 rebotes; y 1,8 recuperos en casi 31 minutos por duelo), sus principios en Los Indios donde estuvo entre los 4 y 17 años entrena cada día para sostenerse física y técnicamente.

Por último, destacó la importancia de haberse recibido como licenciado en Turismo, carrera que cursó a la par de su faceta de basquetbolista profesional y que le llevó alrededor de seis años.

-Volves a Junín y a Argentino pero para jugar la Liga Nacional…

-Sí, la verdad que contento de poder dar un paso en la LNB, de volver a Argentino también porque cuando fui juvenil estuve acá, integré el plantel profesional que ascendió a la LNB y estuve unos meses en esa LNB pero me fui a mitad de temporada para seguir otro camino porque no tenía mucha participación.

- ¿Cómo se dio la vuelta?

-Se dio desde que Matías (Huarte) tuvo la continuidad y él me dirigió a mí en San Martín de Junín cuando jugamos el Torneo Federal. Me conoce, tenemos buena relación y estuvimos entrenando un tiempo juntos también y cuando se dio que renovó, se comunicó conmigo y yo encantando.

- ¿El primer contacto fue con él?

-No, antes hablaron con mi agente. Cuando estábamos entrenando no hablábamos de eso porque él no había renovado y yo no sabía que iba a hacer. Después sí hubo comunicación.

- ¿Cómo es hoy en día la situación de un jugador profesional cuando no se sabe cuándo arranca la LNB ni cómo va a ser?

-Es una realidad complicada. Por más que yo tengo club, no se sabe cuándo se arranca ni nada cómo serán los procedimientos a seguir sobre la pandemia y el comienzo del torneo. Seguimos estando en una pandemia y es como estar sin trabajo, pero un poco más tranquilo.

- ¿Qué información manejan en Argentino sobre la vuelta?

-Todavía no se dijo nada. Hablé también con compañeros de otros clubes que van a jugar Liga Argentina o LNB y tampoco se sabe nada. A nadie le avisaron una fecha concreta de comienzo a entrenar y se habla de mediados de octubre o noviembre pero no es nada concreto.

- ¿Hablaste algo con Huarte sobre qué rol vas a tener en el equipo?

-Con Matías hablé cuando me llamó por teléfono posterior al fichaje pero nada respectivo al básquet y nos vamos a juntar. Con respecto al armado del plantel no hablamos, solo me felicitó y que estaba contento de volver a tenerme. Me pidió que me esforzara porque es mi primer paso en la LNB. Sí vi los fichajes, me imaginé cómo puede ser o como creo yo que me gustaría que sea, pero es todo incierto.

- ¿Te ves con un rol diferente al de Rocamora?

-Espero que no (risas). Pero no puedo asegurar, eso es idea del entrenador y lo que él diga, se hará.

- ¿Incidió en tu decisión de aceptar la propuesta el hecho de que Argentino apuesta cada temporada a jugadores de Liga Argentina?

-Argentino es una gran vidriera y siempre lo fue. En mi paso anterior, hubo chicos que quizás no tenían gran protagonismo en otros equipos de la LNB, lo tuvieron en Argentino y despegaron. Tengo un montón de ejemplos. Es una oportunidad para muchos.

-El salto de categoría significa subir un escalón de nivel bastante alto, ¿te generó dudas en algún momento sobre subir o no la LNB?

-No, dudas no. Sé que hay diferencias, pero dudas no tengo. Las diferencias que hay son cuestión de trabajarlas y adaptarse. Me pasó cuando fui al Federal y me adapté, en la Liga Argentina lo mismo y ahora también lo mismo. Creo que la diferencia a medida que se va avanzando son la mayor velocidad, lo físico y la calidad. Ahora en la LNB hay gente mucho más grande, más rápida y de mayor calidad a las que no les podés dar ni un centímetro. Ahí es cuando debes afinando detalles.

-Con todas las circunstancias que hay alrededor, ¿Qué LNB crees que va a ser la 2020/21?

-Para mí va a ser distinta por los extranjeros y que se va a dividir en dos fases. Va a haber seguro una LNB de inicio donde van a faltar muchos jugadores de jerarquía que se fueron al exterior y que cuando vuelvan los que ya tienen contrato en Argentina, se va a jerarquizar. Al irse tantos, se pierde jerarquía y va a ser una primera parte distinta a lo que va a ser enero del 2021 supongo.

- ¿En tu caso y en el de varios jugadores que suben desde la Liga Argentina es un desafió demostrar que pueden jugar en la LNB?

-Sí, sin dudas. No es lo mismo, por la situación en la que estamos hay chicos que se tienen que ir, pero cuando vuelvan va a ser mucho más fuerte y es ahí cuando yo quiero demostrar que puedo jugar la LNB normal y no sólo sin los jugadores de jerarquía.

- ¿Qué te llevaste de tus dos años en Rocamora en la Liga Argentina?

-Con el club me tengo que sacar el sombrero, fueron dos temporadas fantásticas en lo personal y basquetbolística. En lo personal me llevé muchas amistadas, la pasé muy buen y me trataron muy bien. En lo basquetbolístico fue un primer año grandioso y fantástico desde lo colectivo en el que nos clasificamos al Súper 4 que fue algo histórico para el club. En el segundo, si bien me estuve dos meses fracturado de una muñeca, fue en lo personal muy bueno y di un paso adelante siendo el capitán y tomando responsabilidades más grandes. Ahora estoy muy agradecido.

- ¿Cómo es la Liga Argentina y que tan difícil es jugarla?

-Hoy en día es ir a jugar y podés perder en cualquier cancha. El nivel de equipos es muy parejo, cualquiera le gana a cualquiera en cualquier cancha y quedó demostrado en mi primera temporada en Rocamora y más aún esta temporada donde todos los equipos eran parejas. Hubo sorpresas y tanto Central Entrerriano como Villa Mitre de Bahía Blanca merecieron estar ahí arriba por nivel de juego. Hubo equipos con muchos vaivenes como nosotros que arrancamos mal y terminamos ganando siete partidos seguidos. Te podés llevar sorpresas en cualquier cancha.

-Eso obliga a jugadores y equipos ser muy regulares para estar arriba en la tabla de posiciones…

-Ni hablar, tenés que estar siempre al 100% porque sino no llegas. A veces tenés giras de tres partidos donde jugas en días seguidos. A eso hay que sumarle viajes y la exigencia física es muy grande. Ni de local te podés relajar.

- ¿Cómo adaptas la rutina a eso?

-La rutina a medida que pasan los años te vas acostumbrando. Una vez que arranca la pretemporada y el torneo, cada día es igual prácticamente. Sabés los días por el día que jugas porque no hay feriados ni fines de semana. Es todo lo mismo, hay que cumplir una tira larga. No es una crítica, sino una forma. Nosotros jugamos al básquet y nos adaptamos a esa forma de vida.

- ¿Te gusta el formato?

-Más o menos. Hay veces que jugás cada tres días pero después terminas jugando cuatro partidos en doce días y después en los próximos 20 días jugás tres partidos. O sea, no hay relación. Debería ser más espacioso el día a día entre partidos.

- ¿Cómo es tu experiencia de haber jugado en Argentino y Ciclista?

-Satisfactoria porque son dos clubes grandes en Junín y representando a nivel nacional. Son dos clubes con mucha historia que cada uno estará en una situación distinta ahora pero la historia no se borra. En mi caso tengo buena relación con ambos clubes. En Argentino cuando estuve fui juvenil y no llegué a ser profesional. Pero tengo amigos que son de Ciclista y otros de Argentino, tengo buena relación de ambos bandos.

- ¿Qué lugar ocupa en tu vida Los Indios de Junín?

-Es mi segunda casa, sin dudas. Estuve más de diez años ahí. Desde que me fui a los 17 años a Argentina recién pude volver después de seis años a entrenar al club porque no se dio por diferentes motivos. Llegué un día a entrenar y fue como si nunca me hubiese ido porque estaban los mismos compañeros y el mismo técnico. Fue muy reconfortante y lindo a la vez.

-Qué bueno eso de poder volver a tu club después de tantos años y que te abran las puertas de esa manera, sobre todo porque sos una referencia para muchos chicos que están en inferiores…

-Sí, es muy lindo. Poder ayudar a los chicos mientras estamos en los recesos, es muy bueno. El coordinador de mini básquet es uno de mis amigos y siempre le doy una mano, voy a entrenar con U13 o mini a dar una mano, siempre estoy dispuesto. Hago lo que pueda, siempre una mano que se pueda dar en el club, es lindo hacerlo. Por ejemplo, el otro día estuve embolsando pizzas.

- ¿Sos de dar consejos o esperar que te consulten?

-Las veces que me tocó ir espero la pregunta generalmente aunque cuando son mini o U13 son tímidos también. Ya los más grandes con algunos he entrenado y es más de compañero la relación. Siempre respetando el lugar del profesor o entrenador que esté de turno, sin pasar la línea. En lo que pueda ayudar siempre voy a estar dispuesto, más aún en Los Indios que es mi segunda casa.

- ¿Siempre quisiste ser basquetbolista profesional?

-Sí, siempre. Desde que tengo 12-13 años fue mi objetivo y fui cumpliendo paso a paso etapas para poder llegar a hoy.

-Y entre medio, con esfuerzo, cursaste la licenciatura en Turismo…

-Sí, el último partido que jugamos que fue contra Petrolero el 14 de marzo y ese día me dieron la nota último final así que ese partido lo pude jugar como recibido. Es una satisfacción muy grande. Estuve seis años cursando, de vez en cuando hacía cosas a la vez del básquet y estudio. Estando en Ciclista recuerdo haber llegado de madrugada a Junín y, sin dormir, tener que tomarme un colectivo a Luján para poder rendir alguna materia.

- ¿Por qué elegiste esa carrera?

-si me decían que tenía que estudiar y no jugar al básquet como gran parte de los chicos, hubiese elegido otra carrera que seguro era arquitectura, pero no sé. Como de chico tenía esta visión de vida no pensé mucho en la arquitectura sino viendo opciones. Me fijé en las materias que tenía la carrera y tenía, historia, geografía e idiomas que me interesaban y fue más que nada por la cantidad de materias que me gustaban por lo que elegí. Con el tiempo me terminó gustando muchísimo lo que había elegido para estudiar.

- ¿Tu objetivo es, una vez terminada tu carrera, dedicarte a eso?

-No, no tengo ningún objetivo ni lo pienso. Puedo hacer cualquier cosa, no es que estudié eso y voy a hacer eso, no sé qué pasará en el futuro. Lo que sí sé es que tengo una herramienta para poder desarrollare una vez terminado el básquet.

Emir Diamante
Pick&Roll