Regreso sin gloria

San Lorenzo se quedó en el camino buscando el tricampeonato a nivel continental. El elenco, ahora dirigido por Silvio Santander, no pudo darle cierre a lo que parecía un juego ideal desde el inicio y termino sufriendo en definitiva el partido por diferentes cuestiones a analizar. Un plantel nuevo, que se creó con el correr de las semanas y tuvo poco tiempo para una buena preparación pensando en un juego de tamaña importancia. ¿Por qué no pudo San Lorenzo? Lo intentaremos develar.

Sin dudas que el marco no fue el ideal para San Lorenzo, inclusive en la previa. Muchas bajas de importancia (Aguirre - Mata - Piñero - González - Batista - Williams) en un esquema ciertamente homogéneo además del cambio de entrenador. Jugadores nuevos que tampoco pudieron ser parte e improvisar con otras fichas. La presencia de tres extranjeros sin experiencia en Liga y sin saber como estarían desde lo físico. Lo propio para Tucker, quien luego de algunas idas y venidas finalmente volvió a Boedo.

Un roster diferente, jugadores con otro protagonismo y varios debutantes también. Ferreyra y DeFelippo como opciones además de Maldonado, la vuelta de Caffaro a último momento y lograr interpretar la idea del entrenador en poco tiempo. Toda una odisea para un elenco con mucha calidad sobre todo para llevar adelante el partido, cosa que hizo muy bien en la primera parte, pero que luego se tradujo en problemas de otro índole.

San Lorenzo inició con un Plan A que le trajo satisfacciones. Un elenco corredor, un trinomio de lujo con Vildoza-Fjellerup-Maldonado el cual se conectó rápido para sacar ventaja. Supo aprovechar su velocidad, ingenio y también lógicamente la eficacia de campo. El equipo convivió con esa situación en casi toda la primera parte, de a poco Santander metió de lleno a Adrien y Satchell, lo propio con Montero buscando rodearlo con jugadores corredores y Tucker como escolta o junto a Maldonado o Fjellerup corrido de alero.

El equipo fue mermando por diferentes cuestiones a lo largo de los minutos. La batalla física comenzó a ser determinante y varios jugadores, sobre todo cerca de la llave, se llenaron de faltas. Caffaro tuvo un gran ingreso dando una mano atrás, con esa versatilidad que lo llevó a convertir un triple pero con tres faltas rápidamente. Lo mismo le pasó a Satchell, muy colaborador con los rebotes pero pesado y con menos gol además de tres faltas. Adrien por momentos pareció interesante por físico, experiencia pero también tuvo poca regularidad y le costó adaptarse al correr en todo momento.

Quimsa emergió por virtudes propias pero también por deficiencias del propio San Lorenzo. El azulgrana con menos recambio, Vildoza apenas descansó, lo mismo Fjellerup ambos llevaron el comando de las acciones y faltó experiencia para resolver en el final. Ese parecía ser el momento de Tucker, cosa que no sucedió. El escolta no rindió ofensivamente, le costó ganar el uno contra uno y físicamente también se vio limitado y sin un peso acorde para semejante competencia. Al extrañar ese impacto de Tucker en el juego, San Lorenzo se vio perdido y enredado en el cierre.

Con menos rotación, San Lorenzo comenzó a improvisar demasiado, no tuvo Plan B ni C y el costó. Montero fue al rescate en los últimos minutos pero con creatividad personal y no colectiva. Vildoza sin tantos espacios, Fjellerup no tomó las mismas decisiones y Caffaro prácticamente no volvió a cancha. Le costó encontrar soluciones, parar el ritmo de Baralle y contener físicamente Ramírez Barrios. No pudo seguir a Gaskins, quien desgastó a Vildoza en la segunda parte. San Lorenzo apenas pudo rescatar el empate tras la bandeja heroica de Montero pero ya se encontraba de capa caída.

El azulgrana perdió estabilidad defensiva, gol externo tras el maravilloso inicio y las variantes desaparecieron. Maldonado no fue el mismo tampoco, los extranjeros sin brillo personal ni conexión con los nacionales y Quimsa inclinó la balanza con sociedades, espacios y creación desde la primera línea. Mucho para trabajar para un San Lorenzo nuevo, sin saber que pasará con sus foráneos y como reestructurar en el equipo ante la vuelta de jugadores nuevos y otros esenciales ya del paño como Aguirre y Piñero. Interesante lo de Montero, Vildoza y Fjellerup aceitados y Caffaro con gran confianza para producir. Fue un martes gris para San Lorenzo con vistas a mejorar y reinventarse.

José Fiebig

@Josefiebig