Argentina doblegó con mucha autoridad a Chile en las semifinales U17 73 - 40 y obteniendo su boleto al FIBA Américas U18. El elenco de Polla mostró otra cara en defensa, mejoró en variantes y eficiencia de juego con una gran segunda mitad. ¿La final? Frente al sorprendente Venezuela.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Argentina fue de menos a más a lo largo del periodo. Tuvo muchos problemas para sortear una defensa zonal que ajustó a las esquinas y complicó la fluidez del balón. Los pibes perdieron el rebote, cedieron ante un rival que arrancó efectivo a distancia (3-5t3) para dispararse 9-4 pero sin grandes recursos para sostener la diferencia.
Petri tuvo dos cortes exitosos al aro, Sucatzky trató de no desesperarse, Minzer manejó los tiempos y Argentina obtuvo la ventaja. El equipo pasó la bola, por momentos abusó del triple pero acertó para pasar al frente. Chile sin referencia cerca del aro, con un esquema abierto y dependiendo de su tiro externo.
Polla probó con Costa, Diez y Bender para comprometerse más en defensa, intentar correr y hacer más dinámico al equipo. Chile continuó igual, falló y cedió atrás. Folmer muy activo, fue otra pata importante para ganar confianza desde atrás y finalmente cerrar 18 - 14 al frente.
El equipo continuó con confianza y firme atrás. Argentina mantuvo su agresividad en la primera línea, alternó con los internos a la hora de tenerlos en cancha y adelante logró desactivar por momentos la zona de su rival. Un pasaje formidable de Bender (3-5t3) con mucha soltura para jugar y tomar decisiones.
Argentina tuvo mala suerte en ciertos tramos pero errando lanzamiento mucho más factibles en su intento de correr. En la última mitad, Argentina se desdibujó por completo. Luego de tener un solvente +14, padeció en juego, soluciones y solo se dedicó al tiro externo. No volvió Petri como alternativa, Pratto falló las que tuvo y Sucatzky no solucionó nada desde la base.
Chile sin profundidad, bien contenido, y recién a falta de cinco minutos anotó su primer canasta. Llego un triple milagroso de Pratto y doble en contra en un cacheteo para llevar tranquilidad en un tramo totalmente chato, sin poder correr y generando poco aunque con la renta de 33 - 22.
El equipo logró escaparse en el juego. Argentina fue agresivo desde su defensa, Minzer fue importante en la primera línea, sumado al dominio del rebote y la protección ante cualquier intentó de desequilibrio. Chile volvió a tener enormes problemas anotar (necesitó de nuevo cinco minutos para anotar sus primeros puntos).
Argentina padeció sus problemas a distancia, desesperación pero contó con un pasaje efectivo para tomar aire. Fernández Lang y Costa con sendos bombazos para tener renta de +20 y empezar a inclinar la balanza por completo.
Argentina volvió a perder el foco, se distrajo atrás, sufrió un 7-0 y nuevamente con errores adelante cerca del aro. Llegó un triple de Díaz, más un mejor cierre de concentración y todos los problemas de Chile para anotar y generar algo diferente para un cómodo 53 - 34.
El final fue todo de los pibes. Argentina movió mejor la bola y sigue que corrió sacó ventaja. Un buen ingresó de Díaz (lesionado en el primer encuentro) para conectar con Costa y los aleros para lograr anotar. Folmer y Fernández Lang se hicieron presentes más la protección de Pratto en el canasto.
Chile lleno de problemas, sin gol, ni calidad para insinuar en el partido. Petri volvió como mayor referencia y Argentina manejó el match aún con altibajos desde el perímetro. Díaz continuó a buen nivel con un par de asistencias, el equipo con mucha soltura, Pratto con un bombazo de la esquina y todo controlado.
Chile totalmente ido de juego, perdido en defensa, sin fluidez ofensiva y nula generación en todo momento. Argentina mantuvo su concentración, la rotación no cambió nada, la defensa siguió firme y Diez lo sentenció con un bombazo para la clasificación a la final.