“Nos dimos cuenta de que tenemos que ceder”

Pero también, el ex seleccionado argentino expuso su claridad conceptual post partido en diálogo con el diario La Capital.

- ¿Cuánto vale esta victoria con tantas ausencias?

- Mucho. Nos faltaban tres jugadores (N. del R.: Lázaro Borrell, Gustavo Oroná y Cristian Cortés) y la reciente lesión de Lázaro (rotura de meniscos) nos impactó, perdimos un interno que en la rotación nos da aire y descanso para llegar bien a los momentos finales de cada partido. Pero volvió a jugar bien Federico (Glinberg), está rindiendo hace varios partidos y estoy contento por eso.

- ¿Por qué hubo tanta diferencia entre un tiempo y el otro?

- Creo que en el primer tiempo no jugamos tan mal, sino que no metimos. No tomamos tiros tan malos, pero no entraron. Eso nos provocó cierta incertidumbre, en defensa nos aflojamos un poquito y ellos nos metieron algunos puntos de más. Pero en el segundo tiempo, mejoramos. Tuvimos siempre confianza y sabíamos que la pelota iba a entrar. Nos sirvió la experiencia y creo que ganamos en base a eso.

- ¿Todo lo que no entró en el primer tiempo sí entró en el segundo? Hacer 58 puntos en dos cuartos no es normal en esta Liga?

- Seguro. Aparte, nos sentimos diferente. Era el momento clave del partido. Tuvo una ráfaga de puntos Bruno (Lábaque), nos pudimos poner en juego enseguida y eso nos motivó para dar un poquito más. El partido con Lanús había sido durísimo el viernes, estábamos cansados, nos reservamos un poco para los dos últimos cuartos y nos salió bien. Ahora hay que recuperarse, entrenar y mejorar algunas cosas en ofensiva, porque a veces nos trabamos, pero me parece que el equipo va evolucionando en cada partido.

- Todo el mundo habla de la edad del plantel de Obras. Hasta ahora lo llevan muy bien ¿no?

- Creo que las cosas se ven. Está claro cuando te cuesta y no podés, pero no es nuestro caso. Hicimos una pretemporada impresionante. El cuerpo técnico nos preparó perfectamente.

- ¿Se sienten unos pibes?

- Sí, sí. Me siento muy bien físicamente y también es bueno tener gente en la que uno se pueda apoyar. Lo de (Maurice) Spillers es tremendo. Incansable. Todo el partido va y va. Así, uno puede relajarse un poquito y volver a entrar al 100%. A veces nos miramos entre nosotros cuando estamos cansados y él salta, agarra un rebote y sale como un rayo para el otro lado. También la está embocando de tres puntos. Es un jugador muy importante para nosotros. Haberle ganado a Quilmes, que es un gran equipo, con el plantel diezmado, es un motivo de alegría y orgullo para Obras.

- ¿Era demasiado optimista pensar que se podía arrancar con récord de 5-1?

- No, no. Yo creo que sabíamos que podíamos ganar los seis partidos, o seguir con la mentalidad de la Copa Argentina, en donde nunca encontramos el punto ofensivo y el que no tocaba la pelota se frustraba. Tenemos un plantel en donde cualquiera puede anotar 20 puntos. Eso, a veces es bueno y a veces no. Ahora no nos importa. Nos dimos cuenta de que tenemos que ceder, y si no nos toca tirar, podemos seguir defendiendo, tomando rebotes o metiendo bloqueos. Por eso estamos ganando y por eso cambió nuestra actitud.

- Se enojó mucho el banco de Quilmes por dos tiempos muertos pedidos por Obras con el partido ya definido. ¿Era para cuidar la diferencia de puntos?

- No entiendo por qué se enojaron. Estamos en clasificación para el Súper 8 y un punto te puede dejar afuera. Si llegamos a tener una mala racha de resultados, o se nos lesiona otro jugador, algo que puede pasar, después la diferencia de puntos puede resultar decisiva. Ya lo veníamos pensando del partido con Lanús: tratar de ganar por la mayor ventaja. No entiendo el enojo. A lo mejor, ellos vieron que ya estaba perdido el juego, pensaron en el momento y la frustración por dos derrotas seguidas tal vez no les permitió pensar más allá.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Fuente: diario La Capital