Clasificado como una obra de básquet

Un partido de otro torneo. Ni siquiera un amistoso. Más parecido a un entrenamiento que a otra cosa. Los antecedentes eran favorables para los argentinos, pero no con tanta magnitud: los bolivianos venían de caer en sus dos oportunidades, mientras que los de Núñez cayeron en el debut con Malvín pero pudieron remontarse con calidad ante los locales.

El primer turno de la tercera jornada era trascendente, pero el plato fuerte iba a estar sobre la noche, cuando los uruguayos y Piratas sepan el resultado de Obras-Vikingos y jueguen con la ventaja de orientar su juego para obtener la clasificación. Pero una contundente diferencia del Rockero, sumado a la del miércoles ante los de Bogotá, ponía las cosas al punto de la imposibilidad.

El partido empezó con una volcada de Delía, como síntoma de lo que vendría más tarde. Selem Safar era el que repartía juego, pero no sumaba puntos propios. Muchas posesiones rápidas en ambos lados, con contraataques por doquier, y pérdidas e imprecisiones para Vikingos, que apenas encontraba con Arze o Anderson poder arrimarse al marcador.

La ofensiva de Obras encontraba a Delía como el foco de unidades, que aprovechó la soledad que la defensa rival le regalaba en la pintura. Recién con la entrada de Zanzottera y Barral llegaron los primeros puntos de jugadores perimetrales, que también se abusaban de las debilidades ajenas con penetraciones. Finalmente, el pívot nacido en Saladillo cerró el cuarto como lo abrió: con una volcada para definir sus 11 puntos parciales.

El segundo período encontraba lo peor de Vikingos, que, encima que estaba flaco en defensa, la ofensiva fue un desastre: imprecisa, con pases errados y sin efectividad. Obras seguía cómodo y entraba con facilidad al área, al punto de poner un parcial de 15-0 a mitad de cuarto, cuando Zurbriggen debutó en certamen.

Recién a falta de 3:43 para irse al descanso, llegaron los primeros puntos del conjunto boliviano, que venía de errar demasiado con Jones, aunque Obras no bajaba su intensidad en esa búsqueda de sumar la mayor cantidad de puntos de diferencia para sellar el pase a semifinales. Zanzottera fue dueño de varias unidades sobre el cierre, que derivó con la victoria del Rockero por 21-6 en el cuarto, para un global de 18-45.

Al inicio del complemento, Trifón Poch optó por dejar en la pista a quienes mejores estaban y no tuvieron un rol fundamental en los partidos anteriores. Apenas Juan Gutiérrez y Selem Safar ingresaron nuevamente, acompañados por Barral, Basualdo y Zanzottera. Unos triples rápidos del Pipa y el Pepo pusieron una ventaja de 30 a favor de Obras (52-22).

Vikingos encontró a Anderson como el tirador ideal, quien se hacía dueño de finalizar todas las posesiones de los bolivianos, que en cuatro minutos marcó siete puntos, uno más que todo lo convertido en el tercer cuarto. Sin embargo, la esencia del partido era la misma: los dirigidos por Giovani Vargas cometiendo errores y pérdidas, con una defensa pésima, que obligaba al abuso de Obras, que tuvo un Basualdo inspirado sobre la pintura en los últimos minutos para irse con la victoria parcial por 73-30 al cuarto final.

Los primeros dos minutos del cuarto período no tuvieron ni una canasta, hasta que Tabarez rompió el cero con un triple. Defensas flojas, el primer triple de los bolivianos a través de Justiniano y algún que otro lujo de Anderson para Vikingos. El resto fue relleno, ya estaba todo sentenciado y Obras ganaba con claridad, aunque seguía sumando de la mano de la banca.

Fue empate en el último cuarto en 15, aunque la amplia ventaja que el Rockero sacó en los restantes tres períodos no variaron la ecuación y dejaron al equipo argentino con la segunda victoria consecutiva del torneo.

Aunque Anderson terminó siendo el goleador del partido (con 20 puntos), en el ganador Zanzottera (19), Delía (17) y Basualdo (15), lideraron y distribuyeron la franja de unidades para que Obras se quede con la contundente victoria por 88-42, que selló un 95% de su clasificación. La única manera de quedarse afuera sería con un triunfo de Piratas por más de 67 puntos ante el puntero Malvín, algo poco probable para quebrar esta auténtica obra de básquet.

Parciales: 24-12, 45-18, 73-30.

Árbitros: Daniel García – Víctor García

Estadio: Coliseo El Salitre

Lucas Barreña

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